Prólogo

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— Solo ayúdame con esto, ¿Quieres?

Solo me senté en una silla al lado de la cama para luego tomar un libro y comenzar a leerlo.

No tardó mucho cuando el chico que vendría a ayudarnos llegó, todo al principio estuvo "bien", pero no fue que coopero realmente hasta que me cambié la camisa manchada de sangre y vio mi cuerpo, podría parecer un Dios griego pero para él no sería ni la mitad de atractivo que era ella, por otra parte el chico se fue con un problema entre sus piernas y me quedé a solas con él.

— No me gusta que me utilices -le dije cuando cerró la puerta y lo estrellé conté está.

Note como miro mis labios pero se que jamás se atrevería a besarme, después de todo, ¿Porque querría besarme a mi si la tenía a ella?

— Si, como dije, mi casa, mis reglas -dijo en un tono que no supe descifrar.

Me aleje porque sabía que lo estaba incómodo, no quería que por eso me echara a la calle, tampoco era como si estuviera listo para alejarme.

Le acomode su suéter y él mi chaqueta mientras evadía mi mirada, a veces, solo a veces me gustaría ser ella.

— ¿Que haremos con la dirección?

Él se encamino a su escritorio y se dejó caer en la silla mientras tecleaba algo en su celular.

De seguro le estaba mandando mensaje a ella, él nunca me manda mensajes a mi.

— ¿Estás bien?

Le asentí y me encamine a la cama, ese lugar era agradable, pero nunca la usaríamos juntos como de seguro ya lo hizo con ella.

— Oye se que debemos resolver esto, pero...

— Ella te necesita.

Finalice por él y el silencio en la habitación hizo que la incomodidad en mis ojos comenzará a molestar y las lágrimas a acumularse.

— Gracias por entender, solo será una hora, prometí ayudarle con su fiesta y... No tardaré.

Escuché con claridad cuando salió de la habitación, quería detenerlo, quería que se quedara a mi lado, quería ser ella.

Apreté las sábanas entre mis manos y comencé a llorar, era absurdo lo que sentía, apenas lo conocía y Dios... Si que dolía saber que mi alma gemela nunca me amaría porque él ya la tenía a ella y era tan bonita, era un ángel que quería matar, quería que dejara de existir y al mismo tiempo deseaba ser ella para que él me amara a mi.

No sé con exactitud cuando me dormí, pero podía escuchar su voz llamarme mientras me movía con lentitud, con miedo, quizás pensaba que me molestaría.

Me removí y gire para verle.

— ¿Estas bien? -me preguntó y le asentí.

— No me mientas SoulWolf, ¿Que te pasa?

Me miraba con preocupación y en verdad quería decirle que me dolía que estuviera con ella y me dejara en el olvido pero no era correcto, el era demaciado para mí.

— Ya dije que estoy bien.

Intenté sonar lo más serio y molesto que pude.

— Si no me quieres decir, bien... Ahora levántate que quiero terminar con esto de una vez y puedas irte.

Una lágrima se me escapó y él la noto pero no menciono nada, después de todo, ¿Que tanto podría importarle?

— Bien -dije levantándome y limpiándome la cara con mis manos.

Salimos y subimos a su Jeep, el olor de Heather estaba por todo el lugar junto al olor a sexo.

Me dispuse a mirar por la ventana hasta que llegamos al hospital.

— Iré a ver de qué computadora salió esto -dijo bajandose, me permití llorar hasta que caí en cuenta que el único lobo en este lugar era mi tío, baje apresurado y corrí hasta que lo ví, no lo pensé y me lance hacia mi tío para que Stiles pudiera huir.

Al final Peter me convenció y me hizo ver qué el corria peligro junto a mi pero podía protegerlo si me le unía y nada malo le pasaría, él estaría bien y yo volvería a estar cercas de alguien que era mi familia.

Espero les guste.

Continuará...

30-11-21

HeatherWhere stories live. Discover now