Aquí esta la segunda parte de Anastasia mi Ángel Protector. Christian y Anastasia, son muy felices, sus hijos van creciendo llenos de amor y felicidad. La familia crece y las sorpresas no dejan de llegar.
Pero que pasara cuando Ana tenga que cumplir...
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Un movimiento hace que me despierte algo alarmado, me siento en la cama y noto que es Ana, ella se mueve y gruñe a la vez, su rostro muestra miedo y dolor, la sacudo suavemente para poder despertarla y sacarla de la pesadilla en la que esta.
- Nena, amor despierta - le digo con suavidad para no asustarla mas, ella abre los ojos y por un momento la noto perdida, pero luego enfoca su mirada y se aferra a mi.
- Ana, nena, todo esta bien, estas en casa - le digo acariciando su espalda y besando su cabeza
- Fue una pesadilla muy vivida - dice ella respirando con mas calma.
- ¿Quieres contarme? - le digo sin soltarla
- Estaba recordando lo que paso, pero yo no despertaba, pude ver tu dolor y el de mis hijos, vi el sufrimiento de todos y yo no podía hacer nada, solo flotaba entre ustedes siendo testigo de todo - me dice con sus rostro en mi pecho.
- Solo fue una pesadilla, eso no paso y no pasara, no se como, pero tu y yo moriremos juntos y al mismo tiempo, nunca sufriremos el dolor de perdernos, la vida nos debe eso - le digo con toda la seguridad del mundo.
- Te amo - dice levantando su cabeza, mirándome a los ojos
- Yo te amo mucho mas - le digo besando sus labios
Nos acurrucamos en la cama abrazándonos el uno al otro, sin querer separarnos ni un solo centímetro, la pesadilla de Ana es mi mas grande temor, no soportaría estar si ella, perderla seria perderme yo.
Después de un rico desayuno, Ana, Minerva y los niños fuimos al centro comercial para poder comprar todo lo que necesitan para su regreso al colegio, por supuesto acompañados por Smith, Prescott y Jason; los mellizos están emocionados comprando sus mochilas y loncheras; Axel y Beca están mas preocupados por sus materiales de escritorio. Ana esta en su silla de ruedas y aunque disfruta de ver a los niños tan animados, se que le molesta no poder movilizarse y también las miradas de la gente a nuestro alrededor.
Una vez todo esta comprado y guardado en la SUV, todos fuimos al patio de juegos, mientras los niños jugaban, nosotros disfrutamos de unos helados.
- Minerva, lamento que Luke no pueda estar aquí - dice Ana en voz baja, mirando a Minerva con culpa.
- No se preocupe por eso Ana, nunca me molestaría por algo así, yo me case con el sabiendo lo que hace y se que debe cumplir con su deber, ademas me siento muy orgullosa del hombre que es - le dice con una mirada sincera y llena de afecto.
- Tienes mucha razón - le digo con una sonrisa - ellos son lo que son y asi los amamos, por que son perfectos para nosotros - sigo diciendo mirando a mi nena, quien sonríe con ternura.
- Esto terminara muy pronto y podremos volver a nuestra vida tranquila - dice Ana con mucha seguridad.
