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—Quédate quieto.- Repitió Taehyung por quinta vez en aquéllos veinte minutos.

El tigre quiso nuevamente zafarse del agarre de Taehyung pero era en vano. El chico podía parecer pequeño y frágil pero era muy pesado cuando se lo proponía.

Kim terminó de quitar la venda que cubría la herida del tigre y comenzó a desinfectarlo, obviamente el gatote estaba tentado en enterrar sus garras en el trasero de Taehyung, porque vamos, mataría dos pájaros en un tiro, descargaría el dolor que está sintiendo y por fin sabría si sus glúteos eran tan suaves como parecían a simple vista. Estuvo a punto de hacerlo, sin embargo, caricias llegaron tras su oreja y eso fue todo para que el tigre se relajara sobre el sofá.

Maldito humano bonito. Pensó Jungkook ante las caricias de Taehyung bajo su oreja.

-Aww, el gatote está ronroneando.- Mencionó Taehyung suavemente.

Y tenía razón.. Jungkook estaba actuando como un gatito de sala.

-Listo, te he puesto una nueva venda.- Taehyung palmeó suavemente el costado del tigre, haciendo un grave eco.- Más te vale que no andes de curioso mordisqueándola.

Taehyung le dió la espalda, tomó el maletín donde guardaba las vendas y otras cosas más para sanar la herida de cierto gato gruñón que ahora estaba recostado en el sofá.

Había pasado exactamente cuatro días desde que esa criatura híbrida invadió su hogar y prácticamente de su sofá. Taehyung poco a poco se fué acostumbrando a su presencia, tanto al gatote de sala como al caliente chico en el que se convertía.

La tarde era fría, y aquella cabaña no ayudaba en nada, Taehyung comenzaba a temblar de frío mientras veía el televisor, aclarando que solo tenía un pedazo donde sentarse en el sofá puesto que el feo tigre ocupaba todo el gran espacio.

-Hace tanto frío...- Se quejó el rubio frotando sus brazos para obtener un poco de calor.

El tigre lo observaba con sus preciosos ojos azules son moverse de su lugar, Taehyung era tan pequeño como vulnerable, aunque Jungkook sabía que solo su capa de "niño fuerte" era falso ya que lo había visto todo meloso cuando él se restregaba contra él en busca de esas caricias tras su oreja.

Ronroneó y con toda la pereza del mundo, con sus dientes atrapó la camisa de Taehyung, jaloneándolo hasta recostarlo a su lado. Kim estaba confuso, el tigre pasó una pata sobre él, como si lo estuviera abrazando y el calor llegó al rubio gracias al pelaje suave de Jungkook.

-Después de todo tienes corazón, gatote.- Murmuró Taehyung acomodando su cabeza en el pelaje del tigre.

Jungkook gruñó en respuesta y cerró sus ojos, dispuesto a dormirse con el humano miedoso acurrucado contra él. Taehyung estuvo mirando al tigre unos minutos eternos, sus manos acariciaban el pelaje naranja con rayas negras y algunas finamente blancas, era hermoso, claro que lo era...¿su lado humano? Uff ¡Para chuparse los de.. ¡Contrólate Kim Taehyung! Se quejó mentalmente el rubio.

Aunque la relación de Jungkook con Taehyung eran algo así como: "Gato idiota ¡ese es mi sofá!"," Oh ¡El humano fuerte se asustó con un trueno!","¡Callte, tigre estúpido!" No se quejaba, Taehyung realmente apreciaba tener compañía en su solitaria casa en medio de la nada, por más raro que suene ¿el tigre se acostumbró a él como Taehyung de Jeon?

Muchas tensiones en la cabeza, Kim,es hora de dormir. Pensó el rubio antes de entregarse a los brazos de Morfeo, durmiéndose por completo.

ᴛɪɢʀᴇDonde viven las historias. Descúbrelo ahora