Saturno | Kookmin

𝐃𝐥𝐄𝐂𝐈𝐎𝐂𝐇𝐎

Cae de espaldas sobre su cama, coloca un brazo bajo su cabeza y otro en su estómago. En esos momentos pierde su mirada en el techo de su habitación mientras empieza a pensar en él y JiMin.

¿Realmente se irá?

Está muy feliz por él, después de todo, merece perseguir sus sueños; después del accidente JiMin creyó que jamás volvería a bailar en su vida, pero ahora todo el panorama cambió, y además tiene una importante audición en una de las academias de baile más importantes en América. Está feliz por JiMin, pero eso no evita que realmente no quiere que se vaya, y se siente egoísta.

JiMin ha sufrido mucho desde el accidente y su pérdida de memoria, lo mínimo que debería brindarle sería incondicional apoyo en su próxima nueva etapa en su vida. Pero de alguna u otra forma, le incomoda el hecho de que esa nueva etapa en su vida sea lejos de él, en un país completamente ajeno a él. Pero lo que más le incomoda, es la constante idea en su cabeza de que se está quedando atrás mientras JiMin avanza.

Park está superando los fantasmas que aquel desafortunado accidente en coche le dejó, y cierra sus heridas con calma, pero lo está logrando. Pero, ¿Y él? ¿Ha logrado algo desde entonces? Solo podría decir que la opinión de sus padres ya no le importa tanto como antes, y eso es un gran avance tomando en cuenta que antes tuvo una relación a escondidas durante años solo por miedo a sus padres; sin embargo, para él no parece ser suficiente.

No logra tener ni un solo recuerdo sólido sobre su pasado antes del accidente. Su Doctor le explicó que debía ser paciente, que todo llegaría en su debido momento, pero luego de todos los esfuerzos de JiMin en esos meses y ni un solo avance suyo más que efímeros momentos en sus sueños, lo hace sentirse estancado.

JiMin se irá a perseguir sus sueños superando sus luchas internas y él seguirá siendo el chico que perdió la memoria, el que todos miran con lástima cuando se enteran.

Suspira y levanta su torso, se acerca a la orilla de su cama, estira su mano para abrir el cajón en su mesita de noche y de ahí saca un pequeño cuaderno forrado de color azul. Empezó a escribir en ese libro hace aproximadamente dos meses, luego del primer pequeño momento que recordó a través de un sueño. Lo abre y le da una leída rápida a la primera página. 

JiMin sonriéndole mientras entrelazaba sus manos, parecían estar en una feria pues recordó las luces y los sonidos característicos de los juegos mecánicos. Eso fue todo lo que pudo recordar al despertar, y eso mismo fue lo que anotó en el libro una vez lo tuvo en sus manos, antes de olvidarlo. Luego lo cierra y lo deja a un lado, toma su celular sobre la mesita y busca en sus contactos a JiMin. 

"¿Puedo ir a tu casa?" manda el mensaje.

Muerde sus labios con nerviosismo, no sabe realmente qué es lo que pasa por su cabeza, o porqué le escribió a JiMin, pero ya no hay marcha atrás. Necesita hablar con él, es todo lo que sabe y quiere hacer.

"Sí, ya llegaré a casa, nos vemos ahí." JiMin le responde.

Sin esperar mucho toma su chaqueta y sale de casa.