Harry Potter Y el Campeón Del Campeón

CAP 7 Un Cuento De Navidad

Madame Pomfrey estaba cansada. Había pasado una semana larga desde que se completó la primera tarea y todavía tenía que dormir bien por la noche. Primero, fue el niño Weasley y ese maldito huevo. Se rió de su propia broma al recordar la piel y la sangre que cubría el huevo donde se posó. Molly Weasley necesitó catorce hechizos de limpieza para finalmente dejarlo completamente limpio . '¡Esmerejón! Debo estar cansado, si me parece gracioso, pensó. Después de que el huevo fue desprendido, tomó su poción contra las náuseas y se puso a trabajar curando las nalgas del Sr. Weasley. Aunque había podido reparar la mayor parte del daño, todavía pasarían unos días antes de que él se sintiera cómodo volviendo a sentarse.

Luego estaba Severus. Ella miró su cama donde las mantas se ondeaban cada vez que él tomaba aire. Afortunadamente, el aceite de su cabello estaba demasiado contaminado para encenderse y, de hecho, le había proporcionado aislamiento para el cabello y la cabeza. Madame Pomfrey había tardado dos días en identificar las cuarenta y siete pociones que se habían encendido en la oficina del profesor y habían entrado en contacto con él. Su fatiga había sido probada cuando intentó reducir la hinchazón de su nariz por octava vez, hasta que Albus finalmente le recordó que siempre había sido así de grande.

Y el último de los pacientes gravemente heridos que tenía a su cuidado era Draco Malfoy. Madame Pomfrey había tenido la desagradable tarea de informar a sus padres que, como mucho, volvería a crecer solo alrededor del treinta por ciento de su cabello. Había habido demasiado daño en tan poco tiempo. También había señalado que él podría recuperar la ceja izquierda, pero la derecha se había ido para siempre. Ella había pasado horas en su oreja, y finalmente la recuperó un poco. No coincidía con el otro, pero tampoco parecía derretido. Mientras Narcissa lloraba por el cuerpo inconsciente de su hijo, Lucius salió de la enfermería, murmurando algo sobre tener que hablar con los Bulstrode antes de que saliera la noticia.

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Los gemelos Weasley habían estado ocupados desde que se completó la primera tarea. Se habían inspirado en la actuación de su hermano y en recuerdo de ella habían creado figuras de Canarias y Colacuerno similares a las que habían visto en el Mundial de Quidditch. La figura de acción del dragón perseguiría al canario hasta que la cola del canario se incendiara, momento en el que el pajarito pondría un huevo dorado. Su oferta no pudo seguir el ritmo de la demanda. Por toda la escuela, pequeños dragones Colacuerno persiguieron canarios en miniatura hasta que apareció el huevo dorado.

Fred y George también tenían un buen negocio con sus cremas canarias y un nuevo producto que crearon llamado Horntail Honeys, que convirtió a una persona en un dragón Horntail completo con un aliento de fuego simulado. Los estudiantes cambiaban constantemente a uno u otro en cada comida.

También habían creado una figura de Veela rubia, completa con capacidades de dispensación de llamas, pero se retiraron rápidamente de la disponibilidad cuando los gemelos fueron visitados por el campeón de Beauxbatons. Se rumoreaba que tuvieron que hacer una visita a Madame Pomfrey para curar algunas quemaduras en algunas áreas sensibles poco después.

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La mañana que fue dado de alta de la enfermería, Ron caminaba con cautela de regreso a la sala común de Gryffindor, mostrando con orgullo su huevo para que todos pudieran verlo. La mayoría de las personas con las que se encontró recordaron el último lugar en el que habían visto el huevo y se apresuraron a salir corriendo al baño para dejar el desayuno que acababan de consumir. Ron estaba abrumado por el apoyo que estaba recibiendo mientras celebraban su victoria convirtiéndose en canarios y Colacuerno. Las pequeñas figuras del dragón Colacuerno que seguían lanzándole llamas eran molestas, pero diablos, ¡demostraba que los estudiantes lo amaban!