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Los años habían pasado favorablemente, douma había envejecido un poco aunque casí no se notaba, aún podía decir que tenía 20 años y la gente se lo creería fácilmente, estaba boztesando en su cama mientras sentía un bulto sollozar a su lado, inosuke había llegado a su habitación y se había metido debajo de las sábanas a llorar desconsoladamente, le pregunto varias veces que era lo que pasaba, pero había sido totalmente ignorado por su hijo, su pequeño adolescente estaba pasando una etapa difícil

¿Ya planeas decirme por qué lloras? - pregunto douma poniendose una mano en la cabeza acostandose sobre ella, sintió el bulto removerse e inosuke llego hasta él asomándo su rostro por la colcha con la intención de hablar, douma volteó a verlo y limpio las lágrimas que caían de sus verdosos ojos - ¿Cómo está el quinceañero? - pregunto riendo puesto que ese día inosuke estaba cumpliendo 15 años de edad, por ello no entendía porque lloraba en su cumpleaños a pocas horas de su fiesta

Soy feo - mencionó inosuke mientras sus ojos se agüaban y comenzaba a llorar nuevamente sin control alguno

¿Qué? ¿Quien te dijo eso? - pregunto douma confundido mientras volteaba a verlo

Es sólo qué, tengo un cuerpo musculoso y me gusta, pero mi cara es femenina y parece de niña, soy horrible papá, nadie me va a querer así - comenzó a decirle mientras lloraba haciendo que una gota de sudor se posada el la frente de su padre quien se preguntaba qué había pasado

Ven - murmuró tomando el bulto en su cama haciendo que inosuke se acercará lentamente hasta su costado - de dónde sea que hayas sacado esa tontería, no es cierta - mencionó comenzando a acariciar la cabeza de su hijo quién se ocultó nuevamente en las sabanas - eres el hombre más hermoso que he visto en mi vida, y cualquier persona se enamoraría de tí, eres lindo, delicado, tu rostro te da un toque fino, tienes un cuerpo bien formado y unos enormes ojos de un color maravilloso - le contó douma con sumo detalle haciendo que el menor le prestará mucha atención

Inosuke salió nuevamente de las sábanas y lo miro con los ojos húmedos - ¿Enserio? - le pregunto sollozando mientras aún salían lágrimas de sus ojos

Lo prometo - contesto douma sonriendole mientras lo veía atentamente y le limpiaba las lágrimas

Inosuke lo miró otro momento y suspiró saliendo de las sábanas acercándose - ¡Mentiroso! - gritó tirandose encima del estómago de su padre subiéndose sobré él, douma lo miro mientras sonreía pensado que la situación era bastante tierna en realidad, inosuke suspiro y se deslizó lentamente para acostar su cabeza en la entrepierna de su padre mientras este lo veía, tenían tanta confianza que no veían nada de malo en el acto - es fácil para tí decirlo - mencionó inosuke mientras suspiraba confundiendo a su padre - eres un hombre bastante sexy y masculino - murmuró inosuke con la mirada baja

Una sonrisa se formó en el rostro de douma y comenzó a reírse, inosuke había dicho algo bastante curioso - ¿Crees que soy sexy? - pregunto burlonamente mientras inosuke volteba a verlo

Bueno sí, osea, mírate, tienes un cuerpo musculoso - comenzó a decir mientras pasaba su dedo por el abdomen de su padre urgando sus músculos haciendole cosquillas al mayor - también tienes unos bonitos ojos de colores, un rostro masculino con una barbilla bastante marcada, tu cabello blanco sumamente largo también te hace ver bastante elegante, tus labios pequeños y rojos, también tu nariz es bastante perfilada y eres sumamente alto, envidio todo eso - dijo bastante deprimido mientras suspiraba acostando totalmente sobre su padre

Muchas gracias por esos halagos - contesto douma riéndo por la miticulosa descripción que había hecho inosuke de sus cualidades, acercó su mano al menor para empezar a acariciar sus cabellos y suspiró - tu también eres muy hermoso, tu cabello es suave y esponjoso, tus labios son sumamente gruesos, también tienen un color rojo muy hermoso, y esos enormes ojos verdes adornados con esas enormes pestañas podrían embobar a cualquiera que los mire, tu nariz también es bastante hermosa, es grande y bien formada, tu solo rostro es como el de un ángel - mencionó douma bajando su mano para comenzar a apretar su mejilla - no eres nada feo, no vuelvas a decir eso - lo regaño mientras le jalaba el cachete haciendolo quejarse, vio al menor reírse y lo soltó dejándolo acostarse en su entrepierna para suspirar embobado, no podía creer que estuviera pasando por esos berrinches de adolescente en pleno desarrollo, nunca se imaginó que ser padre sería tan tedioso

¿papá es un psicópata?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora