Capítulo 8

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Naruto


Cuando estuve listo, baje por las escaleras y esperé a Hinata en el recibidor.

No estaba de humor, me sentía deprimido, no quise gritarle a mi madre, lo peor fue que al salir de mi habitación no regresó, así que me sentía como un peso muerto en estos precisos momentos.

Estuve pensando durante unos minutos hasta que me distraje al ver a mi madre bajar por la escalera llena de energía, radiante como siempre, a diferencia de la última vez que la vi; se acercó a mí con la sonrisa del gato que se comió al canario, me tomo de la mano y dijo - Hijo, la verdad es que me siento muy orgullosa.

- ¿Por qué? - pregunte.

- Porque yo, tu madre, tiene un muy buen gusto para mis nueras, además, estoy muy satisfecha con la apariencia de Hinata en estos momentos.

Fruncí el ceño, Hinata normalmente se viste con faldas ajustadas y suéteres algo holgados, nada muy llamativo, pero la expresión de mi madre solo hace que me preocupe - ¿Qué le hiciste? - pregunte pasándome la mano por el cabello.

- ¡No! No te pases la mano por el cabello, te estás despeinando.

- Mamá...

- Mamá, nada. Ya veras, si no te enamoras de ella ahora mismo, pues eres mas idiota que tu difunto padre.

- Papá no era un idiota, siempre me pareció alguien muy brillante.

- No, hijo. Era brillante en su trabajo, como individuo eres realmente estúpido - Dijo con los ojos muy abiertos, convencida.

- Mamá, no hagas eso, asustas.

- Sabrás lo que es temor si no la tratas bien - Dijo mientras me jalonea del cabello.

- Sí, sí, sí, lo que digas, ¡Me estás arrancando el cuero cabelludo, suéltame!

- ¡Te soltaré cuando me lo prometas, Naruto Uzumaki!

- ¡Lo prometo! ¡Lo prometo! ¡Lo prometo! ¡Ya suéltame!

Al soltarme el dolor siguió, así que masajeé el lugar dañado mientras miraba a mi madre, enojado - Eres una salvaje.

- ¡Cuidado como me hablas, soy tu madre!

Mientras discutimos ella y yo, el repiqueteo de unos tacones los distrajo, mi madre volvió a sonreír y se volvió a las escaleras, al voltear también vi a Hinata.

Tenía puesto un vestido blanco ajustado, le llegaba a media pierna, con los hombros descubiertos y manga larga, sus aretes eran unos aros dorados, su largo cabellos azabache estaba recogido en una cola alta dejando al descubierto ese puro y dulce cuello albino, delgado y elegante. Trague grueso a sabiendas que era una chica hermosa, que se veía realmente hermosa, más de lo usual, y mi madre me hizo salir con ella todo el día, los dos solos, además que mi madre puso una condición de que no podría volver con ella antes de las ocho de la noche.

Esto será complicado, pensé.

- Lamento la demora, espero que no hayas esperado mucho - Dijo bajando los últimos escalones y acercándose a mi

Abrí la boca aun un poco abrumado por la situación, después siento un codazo de mi madre en mis costillas, vuelvo a verla y tiene una sonrisa de oreja a oreja con las mejillas rojas y los ojos brillantes. Carraspeo una vez, dos veces, intento hablar, no sale un solo sonido, vuelvo a carraspear y digo - No, para nada, acabo de llegar.

Hinata me ve con esa sonrisa educada que tiene, que no deja ver sus emociones verdaderas, y dice - Está bien, ¿Nos vamos?.

Yo asentí aun sin saber que decir, la dejo pasar al lado mío y la sigo un par de pasos detrás, su cabello se mecía con cada paso, mi mirada baja y se queda estancada un gran momento en su trasero, redondo como un durazno y tentador como el infierno, después seguí bajando la mirada hasta llegar a sus torneadas piernas y a esos tacones negros que se aferran a sus delicados tobillos, haciendo que mi deseo se mueva de manera violenta en mi interior.

Ahora entiendo la felicidad de mi madre, ¡y una mierda! Hinata se veía fabulosa en esos momentos, eso era algo que mi madre sabía y quería que saliese con ella todo el día para tentarme, algo que consiguió, pero que no admitiría. La realidad de la situación es que no se si Hinata está involucrada en esto, pero tanto si lo está como si es tan inocente como una niña, eso no quita que sea un problema.

Hinata Hyuga puede ser muy inocente en muchos ámbitos, conociendo a mi madre, le metió ideas locas en la cabeza y ella desea que ella se convierta en mi salvación, un salvavidas en el inmenso mar de mi auto impuesta solitaria vida. Mi madre tiene la loca idea que si salgo con alguien más olvidare a Sakura, pero ella está en el grave error de creer que no lo intente, tuve amantes, hermosas mujeres, mujeres inteligentes e interesantes, pero nada funcionó, así que al final llegué a pensar que era una asquerosa obsesión, asique fui donde un especialista, que dijo que no era una obsesión, que simplemente no sabía cómo avanzar, estaba estancado, me había quedado sin gasolina en la carretera llamada vida.

Ya en la carretera Hinata iba en el asiento del copiloto, serena, hermosa y pulcra, tan pura que hasta sientes ese impulso tan atroz de corromperla.

Al verla así de increíblemente hermosa mi temperamento se hace presente, un enojo explosivo se posa bajo la piel, enojado con mi madre por intentar controlar mi vida, por no entender que ya no soy un niño, y sabiendo que está mal que sea tan duro con ella cuando lo único que desea en ayudarme, me irrita más; enojado con Hinata por prestarse a estupideces como estas, por creer que podía enamorarme de alguien como ella, por creer que podrá cambiarme. El pasar del tiempo se alarga y los árboles cada vez se hacen menos frecuentes al acercarnos a la ciudad.

Solo espero que este día termine rápido.



















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Vestido que inspiró el look de Hinata

(Imaginen sin la cruz que lleva en el cuello por favor XD )

(Imaginen sin la cruz que lleva en el cuello por favor XD )

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Prometida de reemplazoWhere stories live. Discover now