La princesa perdida

Capítulo 12

ALFA DAMIÁN

—¿DÓNDE ESTÁN?— grito mientras balanceo mis brazos sobre la parte superior de mi escritorio, enviando documentos, bolígrafos y otros objetos al suelo.

—¿POR QUÉ TARDAN TANTO? ¿POR QUE DEMONIOS TODAVIA NO HAN VUELTO?— continúo mientras me dirijo a mi beta y gamma.

—Por lo que me han dicho alfa, la lluvia ha borrado su olor. Tuvieron que buscar en todo el bosque para localizarla— afirma gamma Marlon.

—¡¿Lluvia?! ¿quieres decir que además del muro de tornados que me ha alejado de ella, también está la tormenta?— grito.

—Eso parece señor— responde Marlon con un movimiento de cabeza.

—¿Pero al menos la encontraron?— pregunto, sin poder ocultar el veneno de mi tono.

—Si alfa, pero hay un problema— responde.

Dejo escapar un gruñido frustrado, no puedo esperar a ponerle las manos encima a esta maldita chica, será tan divertido castigarla.

—¿Y cuál es el problema?

La expresión de Marlon no vacila mientras responde en voz grave.

—Logró llegar a la frontera de una de las manadas del sur, creemos que puede haber sido acogida por ellos.

—¡¿QUÉ?! ¿QUE ME DICES?

—La manada de la Luna Roja, señor, Dirigido por el Alfa Nathanael Lacross— responde.

Gruño con rabia

—¡La quiero de vuelta, reúnan a todos nuestros guerreros, vamos a perseguir a esa puta! ¡Pagará las consecuencias por huir de mí!

En ese momento, la puerta se abre de golpe y mi compañera entra con una bandeja de comida en las manos.

—No harás tal cosa— afirma antes de dejar mi cena sobre el escritorio y volverse hacia mi con las manos en la cadera.

—¡¿Perdón?! ¡no eres mi jefe! ¡Yo soy el Alfa!

Se limita a entrecerrar los ojos y a mirarme fijamente durante un momento antes de volverse a Marlon y a beta Nick.
—Déjennos a solas— les ordena. Agachan la cabeza y se apresuran a salir antes de que yo vuelva a dirigir mi ira hacia mi compañera.

—Como te atreves a interrumpir una reunión privada y despedir a mis propios beta y gamma.

—Si era privada, tal vez deberías haberte asegurado de que tu puerta estuviera cerrada, somos lobos. Todos nosotros podíamos oírte, en segundo lugar, no vamos a arriesgar la vida de nuestros hombres para ir a buscar a tu pequeña esclava sexual y ciertamente no vamos a ir a la guerra con otra manada por ella. Si la quieres de vuelta, entonces lo harás apropiadamente— me ordena.

Maldita sea. Odio que haya cogido confianza.

—Bien, ¿Qué sugieres?—Gruño.

—Pide una reunión con el Alfa de la manada de Luna Roja— comenta.

—¿Eso es todo? ¿y si dicen que no la tienen? ¿y si no están dispuestos a devolverla?—le grito, y ella ni siquiera me da la cortesía de inmutarse.

—Entonces supongo que has perdido una esclava sexual— responde con frialdad.

—¿Sabes cuanto dinero me gaste en esa chica? ¡Pague por la virginidad de esa puta y quiero que mi dinero valga la pena!

Se burla de mí.

—Entonces será mejor que te des prisa— camina hacia la salida antes de volverse hacia mí. —Oh, y no puedes obligar a nuestros hombres ayudarte con esto, ella no es un miembro de nuestra manada, la única persona a la que le importa es a ti. Deben ser voluntarios para ayudar o no irán.

Con esto, sale de mi oficina y yo gruño. ¿Quién demonios se cree que es? Muevo la cabeza, no tengo tiempo de preocuparme por eso ahora.

Necesito llegar a la Manada de la Luna Roja y necesito hablar con mis hombres, estoy seguro de que no tendré problemas para encontrar voluntarios. Además de querer impresionar a su alfa sin duda también querrán tener su oportunidad con la esclava.

La mayoría de los machos no apareados suelen querer su turno y solo compro las chicas excepcionalmente bonitas, esta sin embargo… es impresionante.

No puedo esperar para cogerla.

—¡Nick ¡Marlon! Vuelvan aquí— grito inmediatamente a través del enlace mental.

Segundos después, se apresuran a entrar en la oficina.

—Nuevo plan, Nick, llama a la manada de la Luna Roja. Organiza una reunión con su Alfa, después de eso, ve a hablar con nuestros guerreros y exploradores y ve quien quiere venir con nosotros. Tomaremos cualquier voluntario que podamos conseguir. Marlon, habla con nuestras brujas residentes ¡La esclava tuvo ayuda para escapar y quiero saber quien lo hizo! No me importa si tienes que torturarlos para que te lo digan, una vez encuentres al culpable, me lo dices. Quiero tener el privilegio de matarlo yo mismo, mantenme informado de lo que descubras, quiero que partamos hacia el territorio de la Luna Roja lo antes posible.

Ambos asienten y saludan antes de salir en direcciones opuestas, mas vale que esto funcione, pase lo que pase, esa esclava es mía, mía para follar, mía para golpear y mía para hacer lo que quiera con ella. Nadie la va a alejar de mí, ni siquiera el idiota del Alfa del sur.

😈😈😈