11. El invitado

58 4 0
                                    

Wei Ying se quedó dormido poco después de que su amigo se fue, hasta que poco tiempo después unos golpes en la puerta lo despertaron. En un primer momento pensó en ignorar a su visitante, pero sabía que la persona no iba a desistir, así que se levantó y a punto de brincos llegó hasta la puerta para abrir y dejar pasar al impertinente.

—¿Por qué no contestas el teléfono? ¿Dónde estabas? Cuando A-Li no pudo localizarte nos hizo venir a verte, eso fue hace dos horas— Jiang Cheng se veía bastante molesto mientras reclamaba a su primo.

—Casi tumbamos la puerta. Hasta tu vecino tuvo que salir a corrernos y amenazó con llamar a la policía— Complementó Jin Zixuan —Cuando regresamos a casa sin noticias tuyas, A-Li se molestó con nosotros por no encontrarte, dijo que tal vez te pasó algo y que debíamos volver a buscarte—

—Así que mi Shijie los corrió— Wei -ying disfrutó que su amada prima lo defendiera.

—Pregunté ¿Dónde estabas?— Repitió Jiang Cheng.

—Fui a invitar a mi amigo Lan Zhan para comer—

—¿Cómo saliste con el pie así?— Jin Zixuan miró al joven y no pudo evitar sentir preocupación por él. Era un completo desastre y no parecía capaz de cuidar de sí mismo, pero también había un profundo aprecio y agradecimiento por haber salvado la vida de su amada esposa, solo por ese motivo soportaba las constantes burlas del joven.

—¡Pavo real, eres tan dulce al preocuparte por mí!— Wei Ying llevó sus manos al pecho con un gesto dramático.

El aludido lo ignoró y sacó su teléfono para marcar a Yanli. Apenas contestó, la joven preguntó —¿Lo encontraron?—

—Si, estaba con el segundo joven Lan—

—¿Qué pasa con su pie? ¿Está bien? ¿Por qué salió con él?— Continuó preguntando la joven.

—Su pie está bien, dijo que salió para comer—

—Espérame ahí, voy para allá— Luego colgó, sabedora de que su esposo trataría de detenerla.

—A-Li va a venir— Informó.

—Pavo real, debiste detenerla, ¿Acaso no sabes como tratar con ella?— Jiang Cheng no pudo evitar expresar su molestia ante la incapacidad de su cuñado de cuidar a Yanli.

—¿Acaso tú si sabes?— Contraatacó Jin Zixuan —Eso que has vivido con ella mucho más tiempo que yo—

—No discutan por mí— Cortó Wei Ying —Hoy mi pie amaneció muy bien, así que fui a visitar a mi amigo Lan Zhan y lo invité a comer—

—¿Invitaste a comer al segundo joven Lan?— Su primo entrecerró los ojos dudando de la afirmación —Siempre gorreas a todo mundo y ahora decidiste por libre voluntad invitar a comer a alguien, ¿eso significa que pagaste la cuenta?—

—Por supuesto—Afirmó Wei Ying sin pizca de vergüenza —Invité a comer a mi amigo Lan Zhan porque es una vista muy bonita para recrear el gusto y ustedes no—

—¿Qué tiene qué ver la apariencia de una persona para que pagues su cuenta?— Jin Zixuan, un joven perteneciente a lo más alto de la sociedad, había sido continuamente considerado como uno de los herederos más guapos del país, pero eso no significaba que la gente sintiera la necesidad de pagar sus gastos, así que no entendía la lógica del ojigris.

—Es muy fácil Pavo real, cuando vas al cine pagas un boleto solo para ver a actores y actrices físicamente atractivos, es lo mismo para mí, si quería ver el hermoso rostro de mi querido amigo Lan Zhan, tenía que pagar para ver—

Las dos vidas de Wei YingWhere stories live. Discover now