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Hoseok miró a Yoongi con curiosidad. Era la quinta bolsa de galletas de matcha que se comía en el día. Y no era lo único extraño en el omega, se dormía sobre la mesa mientras comían, o en el escritorio mientras estudiaba y Yoongi jamás dormía cuando tenía que estudiar o trabajar en alguno de sus papers.

-¿No te sabe raro esto? – pregunto Yoongi, acercándole el ramen que estaba comiendo. Hoseok lo probó, sintiéndole exactamente el mismo sabor de siempre, pero por miedo a hacerlo sentir mal, solo asintió.

Últimamente otra cosa que estaba mal con Yoongi es que estaba muy susceptible. Todo se lo tomaba personal, y discutía constantemente por cosas que normalmente no importarían. Y lo entendía, romper con alguien nunca era fácil. Y era obvio que con Jimin ya no estaban juntos porque el alfa ya nunca se pasaba por la casa, cuando antes casi vivía con ellos, así que cada día elegía ser paciente.

-Seok, ¿tienes alguna sudadera que me prestes?

-¿Para?

-Solo préstamela.

Sin discutir se fue hasta su habitación y buscó la sudadera verde que no era su favorita pero que usaba bastante.

Yoongi agradeció conforme y se fue hasta su habitación, encerrándose.

En cuanto la puerta se cerró tras él, se recostó en la cama abrazando la sudadera. Pero no era suficiente, seguía sintiendo vértigo y no podía más que sentirse mareado.

En cuanto cerró los ojos, solo pudo pensar en Jimin. En sus ojos lastimados, en la mueca de sus labios y la forma que había respondido a sus palabras frías, con una resignación que provocaba pinchazos en su pecho.

No debería sentirse así de culpable, no cuando había sido tan claro con Jimin.

No sentía más que culpa. Quería buscar el amor en su pecho, de verdad que quería, pero no estaba seguro de sentirlo o de saber como se sentía siquiera, nunca había estado con nadie el tiempo suficiente para descubrirlo.

Quizás en otra ocasión, en otras circunstancias Jimin le hubiese podido enseñar, pero no ahora.

No ahora cuando su pasaje estaba comprado, no ahora cuando todo lo que alguna vez había planeado estaba saliendo al pie de la letra. Debería estar feliz, no recostado en su cama sintiéndose miserable.

¿Cuánto iba a durar ese maldito mareo?

...

Fue tres días después mientras comía con Jin y este le contaba que su hermana estaba embarazada, que el mundo empezó a girar bajo sus pies más que de costumbre.

-Y está mareada todo el tiempo, tuvo que pedir permiso en su trabajo porque no soportaba estar tantas horas en un escritorio. Ha sido bastante difícil pero su pareja...

¿No podía ser verdad? No había manera. No ahora.

Miró los labios de Jin moverse mientras solo podía oír un pitido constante y el latido de su corazón desbocado en su pecho.

Los mareos, los sabores distintos en la comida, la constante necesidad de discutir con Hoseok por lo más mínimo, debían ser producto del estrés de su próximo viaje, ningún otro motivo.

-Yoongi – Jin tomó su mano - ¿Estas bien? Estás muy pálido.

-Si, estoy bien – mintió entre dientes.

-No lo parece. ¿No quieres contarme?

Lo consideró unos segundos. De todas maneras era mejor contarle a Jin que Hoseok, Hoseok iba querer matar a Jimin si es que esta ridícula probabilidad era cierta.

-Creo que podría estar embarazado.

-¿Qué tu qué?

-No voy a repetirlo.

-¿Qué estas que?- insistió.

-Lamento que la educación publica te haya fallado tanto. Pero embarazado, de cuando vas a tener un bebé.

-No entremos en pánico – mascullo Jin, claramente entrando en pánico - ¿Te has hecho un test? Es lo primero que hay que hacer, luego hay que ir a hacerse un examen de sangre para estar más seguros. Puedo pedirle el número a mi hermana de su clínica, es bastante buena y es un poco costosa, pero no te preocupes por ello.

-Me quiero morir.

-No, hay opciones en caso de que sea así, y lo dudo mucho. Es improbable – trató de convencerlos a ambos.

-Quiero hacer el test ahora.

Jin miró alrededor, agradeció estar en un centro comercial porque tenían todo a mano.

-Quédate aquí, iré por un par de test. Tú cálmate, todo va a estar bien.

Jin se demoró un par de minutos, pero se sintieron siglos. No podía más que sudar frío y morder la piel alrededor de sus uñas, costumbre que había perdido hace años.

-Bebe esto – le pasó una botella de agua de un litro – Y luego en un par de minutos vamos al baño.

-Gracias Jin – no pudo decir más. Estaban ahí para comprar ropa y las cosas que necesitaba para el viaje, no para eso.

Cuando pasaron un par de minutos y ya no aguantaba más la incertidumbre decidió ir al baño, sin escuchar lo que Jin estaba diciendo.

En cuanto vio el resultado, todo su mundo se vino abajo. 

...

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⏰ Last updated: Dec 08, 2021 ⏰

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