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El sonido de agua corriendo se fue internando poco a poco en mi conciencia y me fui incorporando muy despacio.

Jimin había vuelto a demostrar que era más fuerte que yo.

Cuando le dije que se lavara la cara y se fuera a su habitación lo hizo sin vacilar.

No como yo, que me había quedado allí, regodeándome en la autocompasión.

Una voz interior me susurró que debía ir a buscarle.

Que tenía que darle los cuidados que tanto necesitaba.

Pero mi orgullo me lo impidió.

Si iba tras él y me derrumbaba, como temía que me ocurriera, Jimin querría saber por qué un Dominante con tantos años de experiencia se venía abajo después de castigarlo.

Una cosa llevaría a la otra y acabaría descubriendo la verdad:

Que yo le conocía de mucho antes de que su solicitud apareciera en mi escritorio.

Esperé hasta que el agua de su cuarto de baño dejó de correr, luego aguardé un poco más y escuché un rato antes de salir al pasillo.

Estaba llorando.

Otra vez.

Me acerqué a su puerta y dejó de sollozar.

Alargué la mano hacia el pomo, pero la culpabilidad me impidió abrir.

Ya sabía qué aspecto tendría.

La nariz roja.

Los ojos llorosos.

Y las mejillas mojadas de lágrimas.

Pero lo peor de todo eran las dudas.

¿Qué vería en su expresión?

¿Odio?

¿Miedo?

¿Dolor?

Si me acercaba, ¿tendría miedo de mis caricias?

¿Me escucharía si le hablaba?

Suspiré.

No podía hacerlo.

No me atrevía a enfrentarme a él.

Alargué el brazo y posé la mano sobre su puerta.

«No puedo, Jimin. No soy lo bastante fuerte. Perdóname.»

[ ☦ ]

Era muy pronto para irme a la cama, ni siquiera eran las nueve de la noche, y la casa estaba demasiado silenciosa.

Empecé a arrepentirme de haber dejado a Apolo en la guardería.

Fui a la cocina y tomé el teléfono para preguntar cómo estaba.

— Hola, señor Min —me dijo la recepcionista cuando me presenté—
¿qué tal está?

«No estoy de humor para charlas.»

— ¿Cómo está Apolo? —pregunté.

— Está muy bien, señor. Mucho mejor que la última vez.

Ni siquiera tenía la suficiente energía como para sentirme contento.

— ¿Lo recogerá mañana a las diez y media? —quiso saber.

— Sí.

— Y lo volverá a traer el próximo viernes.

✔ ☦Đø₥ιɳαɳтɇ☦² 【YM】Where stories live. Discover now