Dark Desire

Capítulo dieciséis: Solo habrá uno.

Yo ahora mismo después de no actualizar desde el 9 de diciembre:

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Arxan suelta un sonido gutural, Layla y Eken nos miran en silencio; mis rodillas se debilitan y yo caigo a la piso. Las velas en la habitación se apagan y quedamos a oscuras. Solo está el círculo de fuego, que después se desvanece y Aamón se acerca a mí. Pone sus brazos debajo de mí y me levanta.

Mi cabeza es una revolución ahora mismo, no tengo nada claro y quiero hacer miles de preguntas.

Aamón me lleva a una habitación; la cama tiene sábanas rojas y el espaldar es dorado con formas que parecen hojas, me pone sobre ella.

-Sé que ahora mismo puedo parecer un villano, alguien que llegó a tu vida solo para ponerla de cabeza y joderte y... -dice mirándome a los ojos con una seriedad alarmante viniendo de él.

-Y lo eres -le interrumpo; Aamón me había puesto en el centro de la cama, pero yo me muevo hasta el borde y me siento-. Y lo hiciste.

-Bueno, princesa; no es todo mi culpa. Tu vida estaba un poco patas arriba antes de mí.

-Era mejor.

-Mistress no te hubiera ayudado y tú no sabes buscar a Anabette.

-Hay más gente que ella, tal vez me hubiera conseguido un amigo que me ayudara...

-Yo soy tu amigo.

-Uno mejor que tú -le digo con voz áspera.

Él aprieta sus dientes y su mandíbula se marca, parece que eso le disgustó.

-Lo dudo -dice y se acerca a la cama, sube su rodilla y la pone entre mis piernas, su mano acaricia mi mejilla, yo lo miro a los ojos-. Tal vez haya cientos llamados Aamón y miles cuyo apellido sea Colburn, pero no importan un carajo; una vez que me conozcas solo habrá uno para ti.

Me suelta y se pone encima mío, yo estoy recostada debajo de él y mis manos están a la altura de mi cabeza, él las enreda con las suyas. Hay mucha tensión en el ambiente y sus pupilas están dilatadas.

-Y ese, mi amor, solo podría ser yo. -dice con una voz intensa y cargada de un sentimiento... interesante.

Yo río burlonamente -¿Qué? -Me suelto y ahora soy yo quien lo empuja a él, quedando encima suyo. -¿Acaso le herí el ego al señor Aamón -el único- Colburn?

Su cara es un poema, está molesto realmente y yo no pierdo la oportunidad de decírselo.

-No, Elizabeth -dice y se toma el tiempo de pronunciar perfectamente cada letra de mi nombre, se sienta con mi cuerpo sobre sus rodillas y me toma de la cintura atrayéndome a su cuerpo -, extasiado.

Yo me levanto y me doy la vuelta. Aún tengo la pulsera. Miro la ventana, es de noche y hay luna llena.

-¿Crees que si intento escapar podrías hacer algo? -le digo a Aamón sin mirarlo-. ¿Podrías evitar que yo te acabe?

-¿Podrías hacerlo, tomar malas decisiones? ¿Es mejor escapar antes que conocer la verdad, tu verdad? -dice con voz gélida.

Yo me quedo en silencio. Él sabe que no lo haría.

-Cuando me dijiste tu apellido... Baskerville es un apellido de reyes... ¿Langelinie, no? -dice y yo me doy la vuelta, él camina hacia la pared y toca un ladrillo, ella se mueve y nos deja ver... nada. Está muy oscuro ahí adentro.

-Ailsa Elizabeth Baskerville Langelinie. —le respondo.

-Existen las sirenas -dice él mientras toma un candelabro de mano; de su índice sale una llama y enciende las velas-. Y su apellido es Langelinie.

Me mira a los ojos y extiende su mano hacia mí.

-Pero tú no lo sabías, ¿O sí?

-No. -digo y camino hacia él.

-Déjame acabar con las mentiras.  —Murmura él con voz hipnótica.

-¿Qué hay adentro?

-Ven conmigo.

Yo me detengo y miro detrás de mí, otra vez hacía la ventana. Sé que si quiero escapar, ahora es cuando.

¿Te preguntas, querido lector, si lo seguí?
No lo hagas.

Sabes que sí.
Yo seguiría a Aamón Colburn aunque eso representara la muerte.
Él sabe algo.
Y yo quiero descubrirlo.

NOTA DEL AUTOR:

#BACKATHEDOMINGOSDARKESS.

¿Qué tal el capítulo? ¿Nos vemos el domingo?

Espero que hayas pasado un diciembre genial y que tu año haya empezado con toda. Ya no me pienso desaparecer así, nivel Dios.

Por un año en el que Dark Desire te atrape al 100 %

Con amor, Rare.