Chan y Seungmin no pueden pasar ni cinco minutos juntos porque ya se están peleando, pero Seungmin y Chan no pueden pasar esos cinco minutos lejos porque comienzan a extrañarse.
Ellos creen firmemente que se odian, la realidad es que no quieren admi...
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Chan estaba en la sala de estar terminando de escribir una nueva canción, acostada en el sofá yacía la pequeña Jungmin viendo videos en su tableta infantil a la vez que se mordisqueaba la mano.
La harmoniosa risa de Seungmin resonó por el lugar, cosa que puso bastante triste al mayor. La rutina no había cambiado mucho después de aquella noche de sexo. Al día siguiente Bang despertó y fue rápidamente a una farmacia para comprarle la pastilla de emergencia a su no pareja.
Y se suponía todo estaba bien, aunque Seungmin evitaba el contacto físico de Christopher y el sexo, se había vuelto eso, simple sexo, ya no había mimos, tampoco charlas de que les depararía el futuro o simplemente ya no habían miradas de cariño por parte de Seungmin.
Quizás mucho de eso tenía que ver Jeonghan, más Chan el chico no le caía mal, había logrado que Kim dejara aquella terrible dieta, lo trataba bien y le alegraba los días a Seungmin justo como ahora que conversaban en la cocina mientras el pelinegro cocinaba algo para ambos.
A pesar de encontrarse feliz por Seungmin, el ruloso no podía evitar sentirse mal, como si un trozo de su vida le estuviera siendo quitado.
Movió su cabeza intentando quitar aquellos pensamientos de su mente y continuó con su tarea.
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Seungmin caminaba por los pasillos de aquella gran universidad, tenia el teléfono en la mano, ya que él y su hyung del trabajo estaban platicando. Jae tardo un poco en responder, lo cual Kim aprovecho para revisar la última conexión de Chan, viendo que estaba en línea, aprovecho para mandarle un mensaje.
"Hey"
"Mmmh"
"Dice mamá que cuando puedas vayas a comer, que te hará carne"
"¿Cuando iremos?"
"No se tu, podemos ir mañana, llevaré a Jeosan hyung"
Las dos palomitas azules salían en el chat indicándole al coreano que su mensaje había sido entregado e ignorado con éxito. Suspiró frustrado yendo a la cafetería de bellas artes para comer.
