Cap. 32

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-Conforme fue pasando el tiempo que estaban haciendo su caminata algo acelerada debido a la hora que se estaba formando en el cielo con cada estrella que aparecía en el firmamento a su debido tiempo, por lo que estaba pautando el tiempo que tendrían los niños en cruzar todo el penumbral que estaba frente a su camino.-

Azul: el divino dijo que tuviéramos cuidado, Mama conda y sus hijos pueden estar rodeando el área.

-Mencionaba apartando unas cuantas plantas que estaban a su alrededor mientras que estaban los otros tres para ayudar a despejar a las otras plantas que estaban en el camino.-

Paco: solo espero que no tengamos que lidiar con sus 3 hijos porque serían un dolor de cabeza.

Azul: lo mismo espero.

Serio: de cualquier forma, podríamos evitar tener contacto con ellos si evitamos pasar cerca de ellos.

Pilar: espero que esa cueva tenga estalactitas en el techo para escalar.

-Y cuando llegaron al fin de aquella penumbra de flora la rubia hizo el sonido de Shhh deteniéndose para mostrar que delante de ellos se hallaba una cueva de la cual estaba oscura en su interior.-

Azul: esa debe ser la cueva.

-Iban a avanzar pero una sombra voladora y serpenteante llamó la atención de los presentes obligándolos a esconderse debajo de los árboles para no ser vistos y así mismo no tener que subir las alarmas de la serpiente gigante, luego vieron como ésta aterrizaba para arrastrarse hacia el interior de la cueva.-

Mama conda: bien mis pequeños, es momento de descansar, mañana tenemos una jornada fuerte.

-Se escuchaba por el eco que tenía la cueva hacia afuera en donde los niños escucharon con claridad esas palabras.-

Pilar: es ahora cuando empiezan a prepararse para dormir.

-Susurraban.-

Serio: si no hacemos ruido podremos pasar desapercibidos.

Azul: para eso debemos entrar y ver cómo están posicionados.

-Con cuidado se alejaron de su escondite para ir a hurtadillas hacia la entrada de la cueva, el pequeño insecto de colores estaba sujeto al cabello del pelirrojo viendo lo que estaban haciendo hasta ahora, acercándose hacia el interior de la cueva para ver lo que sería su interior.-

Azul: aquí debería ser el lugar donde están durmiendo.

-Y en poco tiempo miraron como los mencionados estaban recostados en varias partes del suelo dormidos con ligeros ronquidos de parte de su madre, lo que dejaba en ligero nervio a los dos niños que estaban mirando a su alrededor.-

Azul: si mantenemos el silencio no nos escucharán.

-Susurraba en lo que miraba su alrededor mutuamente antes de que indicara con la mano que la siguieran a hurtadillas silenciosas en medio de aquellas serpientes dormidas que estaban regadas por todas partes, entre pasos sigilosos y callados estaban pasando frente y alado de aquellas serpientes para que no puedan despertar, sentían como sus alientos destacaban en sus respiraciones, uno sacaba la lengua al exhalar, el segundo medio la sacaba y él último parecía que sacaba humo de sus fosas nasales mientras que la madre hacía las dos cosas del primero y el tercero.-

Paco: oye ¿no está aquí tu amiga?

-Susurraba mientras que iban paso a paso procurando que no hicieran movimientos bruscos que amenacen a ellos.-

Azul: al parecer no...

Pilar: que mal, nos vendría de mucha ayuda ahora mismo.

-Pasaron un poco más hacia delante tratando de no despertarlos hasta que finalmente pasaron de largo de ellos hacia una parte que no estaba tan visible al ojo de todos, los niños curiosos se fueron acercando hacia el lugar encontrándose con una belleza de rocas de las cuales estando apagadas en brillo continuaban siendo hermosas como si fueran el oro mismo, de todas formas buscaban con las miradas alguna señal de que fuese algún portal, así que no quedaba de otra que irse acercando hacia ese lugar con pasos sigilosos.-

Azul: tengan cuidado, podremos acercarnos a ver más de cerca.

-Mencionaba en susurro mientras caminaban hacia el lugar aunque luego de eso escucharon algo romperse pero cuando estaban algo incómodos por buscar de dónde vino el sonido hasta que debajo de sus pies se alzó una gran tela que los llevó en los aires hasta el techo pero al no haber algo con el cual agarrarse terminaron por agarrar de aquella tela el cual los había atrapado.-

Pilar: ¡¿qué es esto?!

Serio: ¡una trampa!

Azul: salgamos antes de que...

-Y detrás de ellos una gran sombra estaba llegando a abrir los ojos mostrando una macabra sonrisa, los niños abrieron los ojos como platos y varias gotas que caían en sus cienes.-

Mama Conda: vaya vaya miren que tenemos aquí mis pequeños, cuatro pequeños ladrones que intentaron robarse nuestra comida.

-Mencionaba la divino cuyos hijos estaban acercándose cada vez más y más a ella para verlos de cerca.-

Mama Conda: parece que debemos darle una lección a estos ladrones para enseñarlos a no meterse con lo nuestro.

Paco: ¡se equivoca! No venimos a robar nada, lo juramos.

-La gran anaconda emplumada se acercó a verlos un poco más de cerca.-

Mama Conda: mmmnh... Me parecen familiares...

-Con un ligero temor ellos inmediatamente reaccionaron.-

Serio: ¿fa-familiares? Jajajajaja claro que no! Nunca nos hemos visto jejeje.

-La anaconda emplumada alzó una ceja con extrañeza mientras que se alejaba de ellos levemente.-

Mama Conda: jumph... Bueno... Igual estaremos por enseñarles lo que les tenemos pensado a aquellos que intentan robar nuestras cosas.

-Los 3 hijos estaban entusiasmados por ir abriendo el telón de una caja que tenían guardaba, la madre enrolló la tela con los niños adentro como si fuese una bolsa para irse arrastrando de cuerpo para cuando revelaron aquella caja que era un pozo profundo con el cual arrojaron a los niños al fondo.-

Mama Conda: un pequeño duelo de apuestas.

-Encendieron las luces donde dejaban relucir el área donde frente y alrededor de los niños se encontraban varios túneles que estaban cerrados con cercas que bloqueaban su escapatoria, todas oscurecidas pero con ojos resaltando entre la oscuridad.-

Mama Conda: quién salga vencedor se puede ir, pero si pierden, serán nuestras nuevas mascotas.

-Los niños se agruparon escuchando como esas cosas estaban soltando un rugido bastante fuerte que les helaba la piel con solo escucharla.-

Reyes divinosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora