Se que sigues ahí, Powder (Finalizado)

Powder ya no existe

~Aburridooo, muy aburridoooooo~

La voz de Jinx sonó como eco por toda la cueva, Maya quien se encontraba en la mesa terminado unas mariposas faltantes que Jinx había creado tiempo atrás, decidió hablar

~¿Necesitas ayuda?~

~noooo, todo se trata de estas runas... forman una especie de puerta mágica, matemáticassss, al reino de escalofríos y esto la enciende~

Jinx le sonríe a maya la cual le devuelve el gesto para caminar hasta ella dejándole un beso tierno en los labios

~okey, bebe, si necesitas ayuda solo dímelo, no dejes que todo te colapse amor ~

Maya volvió a su asiento dejando a una Jinx con un notable sonrojo, nunca se acostumbraba a esa actitud, Maya siempre era fría pero cuando se encontraban solas era la persona mas cariñosa del mundo, su relación empezó hace años, cuando apenas habían sido adoptadas por Silco 

Jinx volvió a su estado normal y decidió meter la piedra a la maquina, apenas metió el cristal azul y encendió la maquina, la cual empezó a chispear con gran fuerza trayendo malos recuerdos tanto a Maya como a Jinx

~NO...no, fue un error....fue un error...~

la joven rubia decidió levantarse ignorando los malos recuerdos para ir detrás de jinx abrazándola fuerte pero esta aun en su trance le dio una fuerte cachetada 

~no...perdon....no quería~

~Lo se... no estoy enojada~

Maya se encontraba acariciando las mejillas de la peliazul limpiando las lagrimas que recorrían por sus mejillas mientras le daba una sonrisa suave tranquilizadora 

~¿tu jamás me dejaras?~

~jamás, estaré a tu lado hasta el día que muera~

Jinx dejo un suave beso en los labios de su amada Maya para acto seguido desaparecer, Maya no la siguió sabiendo que ella necesitaba estar sola, así que decidió continuar con el experimento pero antes se dirigió hacia la oficina de Silco

~Vaya... la escoria de Piltover Marcus, ¿a que se debe tu inagradable presencia?

~Sabes muy bien el porque estoy aquí... Tu dulce Jinx tarde o temprano deberá pagar por sus errores~

la sonrisa socarrona de Maya desapareció dejando una mirada fría que helo al mismísimo Marcus

~y tu... ¿Cuándo pagaras los tuyos?, no vuelvas a nombrar a Jinx con tu asquerosa boca y cuídate la espalda, los accidentes pasan, por ahí algún día mueras a causa por uno de ellos ~

Maya paso para entrar a la oficina de Silco no sin antes pasar por su lado empujándolo con su hombro para acto seguido darle una ultima mirada, al entrar vio a Silco en su asiento así que decidió hablar

~Tenemos que hablar, jinx esta dudando~

~lo se...~

~déjame encargarme a mi de todo, puedo hacerlo sola, déjala descansar~

~No, te necesito a ti tanto como a Jinx para crear las armas, yo me encargare de ella, tu sigue trabajando~ 

Horas mas tarde