Epílogo

94 11 11
                                    

-Si pueden pongan la música en bucle- 

Δ12 de febrero; 2:22 pm∇

-¿Esta fecha para regresar lo hiciste a posta o no te diste cuenta?- le preguntó el de cabello rojo-

-Lo hice a posta- sus ojos bicolor se toparon con ese enorme cartel que decía "Karmaland" estaría mintiendo si dijese que no extrañó ni un poco ese pueblito, después de todo fue su primer hogar y donde lo conoció- 

-¿Y estás seguro de esto?- le susurró su amigo el payaso- si quieres podemos esperar a que lleguen los otros tres- 

-Tranquilo hombre no me pasará nada, ya pasaron -el de baja estatura contaba con sus deditos- ¿6 o 7 años? 

-7 años-

-Pues es hora de afrontarlo ¿No crees?- elevó su mirada para chocar con los ojos rojizos de su amigo- Me siento preparado, y nos quedaremos solo unas cuantas semanitas, nada malo pasará

-Si tu lo dices- respondió aun con duda- 

-Pues vayamos, ya el viejo, el otaku y el niño prodigio nos alcanzarán-

Δ2:26 pm∇

Y el alcalde del pueblo se encontraba como siempre pensando en esa personita que le cambió por completo la vida el día que se fue de Karmaland, tuvieron que pasar meses para que Luzu se diera cuenta que tal vez, solo TAL VEZ empezaba a sentir cosas hacia ese pequeño ser que se le había declarado hace 7 años y que él despiadadamente le había dicho que no le vuelva a hablar, y que le haya dado un puñetazo. Pero esa aceptación no fue fácil. ¿Le creerían si les dijera que tuvo que ir con un psicólogo para hablar de ello? era un cambio muy drástico en su vida, recordaba las veces en donde por las noches se escabullía a la casa flotante de Vegetta para contarle sus pesadillas o sus dudas, y todas las veces terminaba con una palizas para que recapacitara y deje de llorar, porque eso no logrará que Auron venga a sus brazos, su única opción era seguir adelante y recordándose que su ida fue nada mas y nada menos que su propia culpa, sabe que Vegetta le había dicho que nunca mas lo vuelva a buscar pero antes era su mejor amigo y aunque no lo quiera aceptar, el de ojos violeta lo conoce mas que él mismo, asi que no tuvo mas remedio en escucharlo y decirle que al inicio para el también fue difícil en aceptar el amor que sentía hacia Rubius. Haber crecido con una familia religiosa le dio consecuencias, y eso era el perder a su pequeño Auronsito.

Esa misma tarde se puso a ver que en la entrada de karmaland se encontraban 2 chicos, el mas alto tenía el cabello rojizo llevaba consigo un supuesto traje de payaso e igual que la cara toda pintada, estaba de espalda abrazando a otra persona que no lo podía ver bien en el Angulo que estaba, solo se podía ver que tenia puesta una... ¿sudadera roja? no, imposible, muchos usan sudaderas y más aún con el frío que empezaba hacer, no debía ilusionarse, decidió ignorar a los nuevos integrantes de karmaland y seguir con sus deberes como alcalde. Eso hubiera sido posible si no hubieran tocado la puerta.

-Hola Luzu, quería informarte que dos integrantes nuevos llegaron a karmaland, y como buen alcalde que eres tienes que ir a darles la bienvenida.- decía su mano derecha llamado Sergey- tenga, como es su primer día en karmaland sería bueno en darles una canasta de bienvenida- se podía ver que en el piso había una cesta adornado por un lacito color violeta- 

-¿Ahora?-

-¡Si! tenemos que dar buena impresión- 

Δ2:31 pm∇

El alcalde y su mano derecha se acercaron a los nuevos, uno inquieto por saber que su vista no le haya fallado y saber que esa pequeña persona de sudadera roja sea nada mas y nada menos que su... ¿amigo? y por otro lado Sergey estaba más que feliz, no muy a menudo viene gente para quedarse, muchos preferiría alojarse en un lugar más "elegante" que un pueblito chico, o al menos eso decían los rumores,  pero dejando eso de lado Luzu se dio cuenta en como el menor se iba alejando del mas alto para regresar otra vez al cartel del pueblo y salirse un poco hasta perderlo de vista.

¡Hola Luzu!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora