Miedo

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CAPÍTULO 11

Darwin.

Me incorporé cuando las náuseas se detuvieron. Entre mis ojos aguados veo como mi saliva se combinaba con la sangre, sangre que comenzó a salir de entre mis labios al vomitar y goteaba desde mi nariz.

La infección estaba creciendo.

Aquella idea hizo que asustado me refugiara entre la pared, mirando fijamente la taza en donde hace minutos vomité todo lo que había comido en casa de Tatum. La idea de morir ahora me resultaba tenebrosa.

Tenía miedo.

Mis labios comenzaron a temblar de frío y mis ojos se cristalizaron. Mis ojos ardían ante las lágrimas que querían salir desde hace un rato. Sudor comenzó a bajar por mi espalda, mi vista se nubló cuando volví a sentir arcadas y me acerque al retrete para volver a vomitar sangre.

Me levanté lentamente y me acerqué al lavamanos para mojarme la cara y me miré a través del espejo. Me asuste cuando vi mi camisa manchada con sangre y di un paso atrás y con mucha prisa me quité la camisa para ponerme la chaqueta que traía conmigo. Arrugué la camisa con manchas de sangre hasta hacerla una pequeña pelota y apreté el botón que había en la pared, en donde se desecha la basura.

Cálmate. Respira, Darwin.

Mi corazón estaba palpitando como un loco. Me dolía el pecho y mi respiración se comenzaba a dificultar. Me costaba respirar, sentía mis pulmones tapados y el oxígeno no era ya parte de mí.

Eso significaba una cosa: La infección estaba llegando a mis pulmones.

Traté de respirar por la boca, eso me sirvió de algo. Mientras trataba de calmarme, note que lo estaba logrando. Yo puedo. Si puedes. Vamos, Darwin.

Pase el tiempo que me quedaba en el baño, tratando de calmarme y cuando lo logre, me moje nuevamente la cara y las manos. Me lave la boca.

Salí del baño caminando hacia la sala de la casa de Tatum. Ella me quedó mirando por un largo momento, al igual que todos.

-¿Te encuentras bien?-preguntó Asher dando un paso al frente. Me agarró de los hombros y un escalofrío me recorrió todo el cuerpo.

-Sí-Respondí.

Asher frunció el ceño y me analizó.

-¿Seguro? Estás pálido y tienes fiebre-me toque la frente y note que estaba frío. Tenía frío.

Baje mis manos temblorosas ante la mirada de todos fija en mí. No podía ser.

Merlín se levantó de la silla y se acercó a mí, rodeando mi brazo con sus delicadas manos. Compartiendo su cálido calor que me hizo sentirme bien por un momento. La miré cuando volví a tener mi corazón a mil. Mi cuerpo estaba tenso, débil.

-¿Qué te sucede, Darwin?-preguntó su melodiosa voz llenando el espacio de silencio.

La miré, fije mi mirada en sus bellos ojos y tomé aire, botando fuertemente.

-No me sucede nada, solo tengo frío-respondí seco. Agarré la mano de Merlín y la tomé con cuidado para quitarla de mi brazo y caminar con ella hacia la mesa del living.

-No pareces estar bien...-Susurró Merlín a mi lado, mirando sobre sus largas pestañas.

Fue inevitable no rodar mis ojos ante la insistencia que tenían todos con saber sí estaba bien.

-¿Qué paso con los hombres que entraron en nuestra casa?-Pregunté cambiando de tema.

Tatum suspiró fuertemente y apoyó sus antebrazos sobre la mesa.

-Los hombres fueron llevados al consejo, ya se está decidiendo su condena. No se preocupen, no los volverán a molestar- dijo, mirando a Merlín quien se tensó a mi lado.

-¿Cómo es que ellos entraron? Por lo que sé y me dijo Lola, es que no son Cyder's-dijo Callum, apoyando sus brazos sobre la mesa. Se notaban sus venas al poner fuerza en sus dos brazos.

-Sé infiltraron. La hermana de Valezca estaba vigilando junto a un gran número de guardias, pero hirieron a Lez y la mandaron al hospital, por eso no está Valezca ahora con nosotros-Merlín jadeo.

-¿Ella ahora está bien?-preguntó Merlín y Asher al mismo tiempo. Enarqué una ceja y mis ojos se cruzaron con los de Keaton, quien sonrió pícaro.

-Si, ella ahora está en cuidados intensivos. Lala cuida de ella, ya que fue muy grave como la hirieron. La golpearon contra el metal de todo su transporte. Quedó muy mal herida-explicó haciendo una mueca.

Keaton junto sus manos y se detuvo al costado de Tatum, agarrando un mechón de su cabello.

-¿Podemos ir a ver a Valezca? De seguro ella necesita la compañía de unos amigos-me rio en silencio y fijé mi mirada en Asher.

-Podríamos ir. Quizás ella necesite el apoyo de nosotros. Su hermana tal vez terminó mal y necesite un abrazo o compañía, no lo sé-sugirió Asher.

Tatum carraspeó y miró entre Keaton y Asher con confusión.

-¿Desde cuándo ustedes sienten interés? Además, no pueden. Está prohibido que los nuevos se junten con las solteras de Cyder, ya que...

Los cuatro interrumpimos sus palabras.

-Se alteran las elegidas-dijimos al unísono.

Merlín se rió y se cubrió la boca, ocultando su maravillosa sonrisa que no pasó desaparecida por mis ojos.

Joder con ella.

Era preciosa. Tenía la sonrisa más pura y jodidamente perfecta de todo el jodido mundo. Por una vez en mi vida me dejé fantasear. Fantaseé que besaba sus labios con cada sonrisa que yo sacaba. Por Dios.

-Tatum, déjanos ir, por favor. Prometemos portarnos bien, te lo juro-prometió Keaton, arrodillado.

No me percate cuando él se había arrodillado. Estaba tan ensimismado de Merlín, que para mí fue como sí todo a mi alrededor lo único importante, era ella.

Vi como su cabello estaba atado en una coleta alta y tenía el cuello descubierto, mostrando su cuello, pecho y clavículas. Tenía una crop top negro que dejaba a la vista su abdomen y un jeans con patas anchas, junto con unas lindas zapatillas blancas altas. Se veía preciosa.

Merlín parece percatarse de mi mirada, ya que apoya su codo sobre la mesa y recarga su mejilla sobre su puño. Ella sonrió y sus ojos brillaron al encontrarse con los míos. Sin esperarme nada más, sentí como mi corazón comenzaba a latir acelerado como lo hacía siempre cuando ella estaba cerca, pero su sonrisa se fue desvaneciendo conforme ella miraba mi nariz. Sentí algo líquido bajando por mis labios hasta caer en mi barbilla, rápidamente puse mis dedos sobre mis labios y miré mis dedos, percatandome.

Sangre.

No podía ser cierto.

Comencé a sentir un calor horrible subiendo desde los dedos de mis pies, hasta mis orejas. La fiebre me estaba haciendo lagrimear los ojos y mis oídos comenzaron a pitar. Oía desde lejos las voces de los demás. Solo sentí el cálido tacto frío de Merlín contra mi cuello cuando preocupada acercó su rostro al mío susurrando suavemente.

-¿Darwin, qué te ocurre?-preguntó completamente llena de nervios y alterada.

Ahueque su mejilla y deje una suave caricia sobre su pómulo, delineando suavemente debajo de su párpado, sintiendo la suavidad de sus pestañas largas contra las yemas de mis dedos.

-Estoy bien. Solo es un poco de fiebre. Mi cuerpo no es igual al de ustedes, yo me enfermo, soy débil-susurré, sonriendo.

¿Estaba alucinando? Quizás. Pero fui capaz de pestañear y levantarme de la mesa, dejando caer mi mano a mi costado, caminando hacia la salida de la sala para ir a la habitación que me habían dado al llegar a Cyderwille.

-Te ayudo-dijo Merlín, pasando su brazo alrededor de mi cintura y me ayudó a subir las escaleras.

Sonreí como un tonto y pestañe en su dirección.

-Gracias hermosa roja-Agradecí tocando su nariz y riendo subí hacia la habitación.

Seguramente cuando esta fiebre baje, me voy a arrepentir de muchísimas cosas.

Darwin #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora