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( Play )

Resumen: Tu hermano Theodore Nott, invita a su mejor amigo a pasar el rato. -No sé que más poner aquí, help-.

Oc femenina x Draco Malfoy.

-

Cristina estaba escuchando los gritos y risas de su hermano y su mejor amigo; ella bufó y cubrió su cabeza con un almohada, intentando amortiguar los sonidos molestos de su hermano, apenas la dejaba estudiar. 

Escuchó pasos fuera de su habitación, acompañados de risitas, entonces supo que eran ellos. —¡No, Draco! ¡No! — escuchó la risa de Theodore, -su hermano- fuera de la habitación. 

Cristina se puso de pie molesta, caminando hasta la puerta a paso veloz, para gritar en su cara lo molestos que estaban siendo, cuando sus dedos tomaron la perilla, abrió la puerta de forma brusca, con un semblante molesto en su cara. —¡¿Qué demonios- 

—¡Ahí esta, Cristina, no! — gritó Theodore con una sonrisa, mientras subía las escaleras, pero esa sonrisa desapareció cuando vio la cara molesta de su hermana menor. —Ouh... — murmuró.

Cristina se quedo perpleja ante la altura de Draco Malfoy, sin mencionar lo guapo que estaba, recordaba que era uno de los solteros más codiciados en Hogwarts, pero ahora entendía un poco el por qué. —Solo... cállense. — murmuró, sin poder gritarle a su hermano como de costumbre. Le intimidaba la presencia de Malfoy tan cerca de ella.

Draco sonrió al notar el nerviosismo. —A sus ordenes, señorita Nott. — hizo una falsa reverencia y Theodore tapó su boca, aguantando la risa. 

Cristina bufó y puso los ojos en blanco, para luego aventar la puerta, cuando el golpe sordo se escuchó, ella dejó que su respiración se hiciera presente; estaba agitada y sus mejillas estaban calientes. —Maldito imbécil. — murmuró, para luego abrazarse a si misma y caminar a su cama. 

Mientras que Draco había quedado impactado por Cristina Nott. Sentía que no la veía hace años, pues ahora era todo una mujer hermosa, a pesar de solo tener 18 años. Se quedó quieto frente a la puerta, ignorando los gritos de Theodore, pidiendo que lo siguiera al cuarto de juegos muggles, donde tenía su consola de videojuegos, para así divertirse un rato. 

Draco regresó a la realidad cuando Theodore gritó su nombre desde la habitación de juegos, Draco corrió allí, pero solo podía pensar en lo bonita que se veía ella; tenía su cabello suelto con algunas ondas, señal de que se había trenzado el cabello antes, una camisa de tirantes blanca y unos pantalones cortos, color blancos, mientras pisaba descalzo el piso frío de su Mansión. 

Sonrió de forma torpe mientras se sentaba junto a Theodore en el sofá de cuero negro de la gran habitación. —Aun no entiendo como te han conseguido esto. — murmuró Draco. —En mi casa no hay este tipo de juegos, lo más que hay ahí es... una mesa de billar y algunas cartas, ya sabes. — murmuró.

Theodore asintió mientras encendía la consola. —Mi papá es genial, el tuyo muy tosco. 

Draco se burló y le aventó una almohada en la cabeza, obteniendo un Auch, por parte de Theodore.

Cuando ambos comenzaron a jugar, las horas pasaban de forma rápida, mientras Draco mantenía su cabeza en el juego y en Cristina a la vez. 

De pronto, escuchó como la puerta de la habitación se abrió lentamente y escuchó los pasos de alguien acercarse, pero se concentró en el juego, estaba a punto de ganarle a Theodore, cuando escuchó la armónica voz. —Madre dice que tienes que limpiar esos platos. — dijo Cristina, señalando atrás de ella con su dedo. 

REFLECTIONS ✧ draco malfoyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora