Capítulo 39

1.2K 45 16
                                    

Luego de desayunar Liam se fue a su casa y me dijo que luego de arreglarme fuera a la pastelería de su madre me darían un empleo, tenia que ganarme la vida de alguna manera y ayudar a mi tía con los gastos, además no quería depender del dinero de mi papá.
-¡Hija! Liam me conto que regresaste, tengo un empleo para ti abriré una nueva pastelería, me encantaría que te quedaras como encargada junto a Liam –dijo ella alegre.
-Suena bien, trabajar con Liam me haría mucho bien –dije emocionada.
-Y a mi –dijo él con su usual y hermosa sonrisa.
-Perfecto por lo tanto, te puedes quedar con Liam aquí hoy –dijo ella apuntando a Liam detrás de la caja registradora.
-Eso me encanta –dije mirándolo también.
-Esta bien, entonces tengo que salir a hacer unos mandados –dijo ella tomando su bolso.
-De acuerdo, adiós –dije despidiéndola.

Liam dejo a Brenda la otra chica a cargo por unos minutos en lo que íbamos atrás a buscar mi mandil.
-Se te ve bien –dijo Liam observándome.
-Pues gracias –dije riendo.

Liam es pésimo trabajando, y yo con el un desastre total, pero teníamos que comportarnos con los clientes, es divertido trabajar con él.
Era de noche ya y llegue a casa cansada, mi tía me había preparado la cena y me esperaban en el comedor platicando de sus cosas.
-Gracias por esperarme pero no era necesario –dije sentándome.
-No te preocupes cariño –dijo mi tía dulcemente.
-¿Cómo te fue? –pregunto mi prima tomando algo de ensalada y poniéndolo en su plato.
-Bien, me divertí –dije mirándola.
-Y Liam ¿No viene a quedarse esta noche? –cuestiono mirándome.
-No hoy se queda en su casa –dije encogiéndome de hombros.

Luego de cenar y estar en la sala platicando con Briana y mi tía, subí a leer un rato.
Dos semanas habían pasado desde haber regresado a Los Ángeles, no había cruzado ni una sola llamada ni un mensaje de texto con el dueño de mis sueños eternos, y cada día lo recordaba mas, su sonrisa, sus labios, sus besos…

Era domingo iba camino a la ya nueva tienda de pasteles de Karen la madre de mi adorado mejor amigo, la camioneta comenzó a hacer ruidos raros hasta que se detuvo en medio de la calle.
-¡Maldición! –exclame golpeando el volante.

Un señor me ayudo a orillar la camioneta, abrí el cofre y no tenia ni la maldita idea de que era lo que pasa con el, solo sabia que salía mucho humo pero no sabia por que. Me subí al piloto y llame a Liam para decirle donde estaba y que por favor viniera con un mecánico, por que el era malísimo en la mecánica.

Luego de unos minutos de estar buscando de donde salía humo y sin existo cabe mencionar, un auto plateado se estaciono tras mi camioneta, asome mi cabeza solo para asegurarme de que alguien se había dignado a ayudarme y si efectivamente se bajo un chico, hermoso con cabello dorado y una manera de caminar muy sexy.

-¿Te puedo ayudar en algo? –cuestiono apuntando la maquinaria.
-Si por favor, llame a un amigo pero creo que ya se tardo –dije torciendo la boca.
-Déjame le hecho un vistazo –dijo acercándose sin temor alguno.
-Gracias –dije acercándome un poco.
-Solo se calentó, necesitas agua es todo yo tengo un poco –dijo caminando a su carro.

Le hecho agua fría y luego se espero a decirme cuando lo podía prender.
-Todo listo –dijo sacudiéndose las manos.
-Gracias eres mi salvación, ¿hay alguna manera de pagártelo? –pregunte encendiendo la camioneta.
-¿Qué tal una salida? –cuestiono tierno.
-Suena bien –asentí.
-No te ofendas pero eres muy hermosa –dijo mirándome a los ojos directamente.
-De acuerdo, pero ni siquiera se tu nombre –dije con una risa nerviosa.
-¿Cuál es el tuyo? Si te digo el mío tal vez salgas corriendo –dijo bromeando.
-Me llamo Lodovica, ahora si dime el tuyo –dije con una sonrisa y ansiosa por saber su nombre.
-Mi nombre es…

ESPERO VER COMENTARIOS EH! 

Mi hermanastro-AdaptadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora