Capítulo 17

3K 188 8
                                    

Di la media vuelta y empecé a caminar, subí hasta mi habitación, entré en el baño y busqué el botiquín. Me despojé de mi pantalón y vi dos agujeros en mis piernas y los desinfecté con alcohol.

-Mierda-Dije, dolía horrores.

Cuando terminé los vendé y me puse un pantalón de pijama. Estaba ansiosa, necesitaba sentir la navaja por mis muñecas... Me levanté de un salto de la cama y corrí al baño, busque la navaja y sí, la encontré.

Estaba segura de lo que quería, no lo pensé más y pasé la navaja por mi muñeca y la pequeña herida sangró al instante, no paré, llené de nuevo mis brazos con cortadas. Decidí seguir pero ahora con mis piernas, bajé mi pantalón de pijama y pasé la navaja por mis piernas, así estuve un rato hasta que me solté a llorar.

-¿Ilse?-Dijo alguien del otro lado de la puerta. Reconocí esa voz.
-¿Qué?-Respondí.
-Baja a cenar-Dijo mi mamá.
-Ya voy, me estoy bañando-Mentí y ya nadie habló.

Me metí a bañar y me puse unos jeans y una sudadera grande. Cuando bajé a cenar todos estaban ahí.

-Buenas noches-Susurré.
-Habla bien, Ilse-Me dijo mi padre-Parece que no puedes hablar.
No contesté a eso.
-Pa, mañana va a ver una convivencia en la plaza, no estaré en todo el día-Dijo Mau.
-Nunca estás-Dije en susurro.
-Cállate, Ilse, ¿no podemos cenar bien alguna vez?-Me dijo mi padre.
-Es mejor que cenemos sin ella, pa-Dijo Mau.
-¿Qué te pasa Mauricio?-Escuché que Sergio decía.

No dije nada y me levanté de la mesa y me fui a mi habitación. Estaba cansada, pero no tenía sueño, era raro, después de un rato me llegó un mensaje de Carina.

¡Ilse! ¿Cómo estás?-Carina.
Bien-Ilse.
Que bien tan seco, mañana por la noche llego, iré a verte-Carina.

Me levanté sin ganas y con unas ojeras nivel Dios. Me metí a bañar y al salir me vestí con unos jeans, una blusa de manga larga, mis converse y pulseras hasta el tope. Bajé a desayunar y no vi a Sergio.

-¿Y Sergio?-Pregunté entrando a la cocina.
-Mau ofreció a llevarlo-Dijo mi mamá.
-¿Se llevó el coche?-Pregunté.
-Sí-Me dijo.
-Imbécil-Dije en voz alta.
-Ilse, ese vocabulario no me gusta, tampoco me gusta que hables así de tu hermano-Me dijo enojada.
-¡Es que ve lo que hace! Él sabe que Sergio me lleva al Colegio, aparte, Mau tiene coche, ¡Solo me quiere hacer la vida imposible!-Dije frustrada.
-Supongo que es lo que buscas, niña-Dijo mi mamá. Era el colmo.

Salí de la cocina llorando, hasta mi mamá se ponía en contra mía. Que familia tenía. Cuando salí de casa empecé a caminar, estaba caminando por la acera con mis audífonos, cuando escuché que alguien hacía sonar el claxon, voltee y era Juanpa.

-¿Por qué caminas?-Me preguntó él.
-Me quedé sin hermano-Dije, seguí caminando.
-Sube, yo te llevo-Me dijo.
-No, gracias, puedo caminar-Le dije.
-Quiero ahorrarte la caminada. Sé que no te caigo muy bien, pero no te haré daño-Me dijo. ¿Más daño? Imposible.

Al final terminé aceptando, sabía que si iba caminando no llegaría a clases.

-Veo que te gustan las pulseras, ami mamá también-Dijo Juanpa mientras veía mis brazos. Me puse nerviosa.
-He, sí-Dije nerviosa.

Juanpa solo me miró. Cuando llegamos a la preparatoria me bajé corriendo sin decir nada, pero para mi mala suerte divise a Mariana con su grupo de amigas, y me paré en seco.

-¿Qué pasa? Ah, ya veo, ¿Les tienes miedo?-Me dijo Juanpa viendo lo mismo que yo.
-¿Qué? No, para nada-Dije y comencé a caminar pero Juanpa me alcanzó.
-¡Juanpa, hola!-Dijo Mariana cuando llegamos a la puerta y ami solo me miró mal.
-Hola-Dijo seco.
-¿Vamos juntos a clase?-Dijo ella.
-Voy con Ilse-Dijo. Estaba en un problemón.
-¡Ilse!-Oí que me gritaron. Era Sergio.
-¿Qué quieres?-Le dije.
-Perdón, quería esperarte, pero Mau insistió y mamá me dijo que me fuera con él que ella te tiraría-Me dijo.
-Pues tu mami te mintió-Le dije y seguí mi camino.

Las clases pasaron "normal" los amigos de Mariana empezaban a molestarme, me llamaban por muchos tipos de apodos: gorda, fea, patética, rara, sin amigos, loca, etc. Me dolían y sabía que no debería ser así, pero no podía evitarlo, me odio y odio todo. Al final de la última clase caminé hasta mi casillero y cuando llegué no llegué sola...

-¡Hey, estúpida!-Escuché que Mariana me llamaba pero no le hice caso-. ¡Te estoy hablando, idiota!

Me tomó del cabello para hacerme girar y lo logró.

-¿Qué quieres?-Le dije de mala gana. Estaba cansada.
-¡A mí no me contestas así!-Me dijo en compañía de una bofetada.
No dije nada, el dolor en la mejilla me dominó.
-No puede ser que Juan Pablo haya preferido ir contigo que conmigo-Dijo agarrándome del cuello. No podía negarlo, tenía miedo.
-Debió haber sido por algo-Se me escapó eso.
-Tú te lo buscaste-Me dijo tirándome al suelo.

No de nuevo. Mariana se puso encima de mí y me empezó a dar bofetadas en ambas mejillas.

-¡Te odio!-Me gritó con ira.
-¡Yo no te he hecho nada!-Me defendí.

Al parecer no escuchó lo que le dije y me dio un puñetazo en la cara, podía apostar que yo la odiaba más.

-Mariana, creo que es suficiente-Escuché que una de sus amigas decía.
-¿Estás loca? Merece más-Dijo Mariana.

Aproveché que estaba distraída y la aventé haciendo que callera aun lado de mí, me levanté lo más rápido que pude e intenté correr, pero Mariana me tomó del cabello haciéndome caer, de nuevo.

-¿Qué pensaste? ¿Qué podías irte sin despedirte?-Dijo sínicamente.
-¡Ya déjame, Mariana, no ganas nada haciéndome esto!-Le dije casi llorando pero no lo notó.
-Gano mucho, tontita, gano hacerte la vida imposible y gano que hagas esto-Me dijo tomando uno de mis brazos y levantando la manga de mi blusa, dejando al aire libre mis cortadas.

Ya no aguantaba más. Mariana me dio un último puñetazo en la cara, haciendo que mi labio empezara a sangrar.

-Ya sabes, gorda, ni una palabra de esto a nadie-Me dijo y ella y sus amigas se fueron.

Comencé a llorar, me levanté del piso como pude y caminé hasta al baño. Busqué en mi mochila lo que tanto necesitaba, mi navaja. Levante las mangas de mi blusa y pasé la navaja varias veces por mis muñecas, la última que pasé noté que era más profunda que todas las demás y no dejaba de sangrar. Después de un minuto empecé a preocuparme pero no del todo, hasta que empecé a sentirme mal y perdí el equilibrio y gracias a esto caí al suelo, después de eso todo ami alrededor se tornó negro...

¿Tú y yo? |1|✔  •Juanpa Zurita•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora