10. Renovadas impresiones

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--Sólo te dormiste, parecías muy cansada.

--P-Pero, ¡Amo... yo...!

--Está bien. ¿Descansaste?

--Mn... sí.

--Bien.

Sylvie se tranquilizó lentamente, pero estaba muy avergonzada. Su rostro mostraba expresiones más vivaces que antes.

Siento satisfacción de verla, parecía diferente, alguien ligeramente nueva...

Al dormirse, parecía luchar en sueños contra alguien, tuvo una pesadilla... aunque ésta no logró afectarle. La observé mientras hacía mi guardia.

Yo conozco las pesadillas, las he tenido muchas veces y he visto a muchos mientras las tienen.

No me extraña, que su episodio haya tratado específicamente de aquel recuerdo narrado anoche. Un brote de enfermedad misteriosa, los animales de las granjas mutando en monstruos, la exterminación de sus seres queridos y todo lo que conocía, y el inicio de su esclavitud.

--Te movías mucho y balbuceabas silabas, ¿soñaste algo interesante?

--¿Ehh? Yo... no recuerdo con claridad, pero me pareció verlo en mi sueño, Amo... ¡¿Eh?! ¡No, no quise decir eso! Pues verá...

Sylvie se ruborizó de nueva cuenta al creer que malentendí lo que dijo y trató de retractarse. Su expresión había variado tanto de la anterior... que parecen mundos distintos.

Como si de la noche a la mañana se hubiera desahogado de todo ese mar de dolor, pena y desconfianza.

Puse una mano en su cabello y acaricié con mis dedos sus raíces. Me dio la extraña sensación de estar mimando un gato... así que me detuve y traté de cambiar de tema.


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Ciudad Rotza. 11:42 am

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--He de admirar su transporte, señorita Aurelia. Es una manera efectiva y rápida de viajar.

En sólo unas pocas horas, habíamos llegado a nuestro destino.

--Fu fu fu... Me alegra que lo diga, estos corceles de ojos brillantes son de una casta finísima. El precio que tuve que pagar por ellos hace algunos años todavía me reverbera un poco en el corazón.

Sylvie no era la única con una animada actitud esta mañana. La distinguida dama que escoltábamos volvió a su anterior semblante extravagante mientras charlábamos ya llegando a Rotza para el medio día.

--Por cierto, señorita Aurelia ¿podría saber cuáles son sus asuntos en Rotza?

--¡Claro estimado doctor! Como sabrá, Rotza es una de las ciudades más grandes y prósperas de Brennan. Hay muchos otros doctores de La Peste como usted y también la economía no ha colapsado del todo, por lo que es un lugar importante para sementar la prosperidad del reino.

--Bueno... creo que todo eso es cierto, de verdad es una mujer bastante versada.

--¡Gracias! Vine a esta enorme ciudad pavimentada debido a que un grupo de caballeros ha pedido de mi servicio para que les confeccione una gran cantidad de ropa.

Teaching Feeling: Sentimientos ApestososDonde viven las historias. Descúbrelo ahora