capítulo 17: competencia

3.1K 548 133
                                    

✴✴✴

El chico asentía a cada flor que la mujer
le enseñaba, pidiendo que la agregara al ya enorme ramo que estaba armando. No era un experto, simplemente admiraba la belleza de cada una y decidía que entre más colorido y caótico fuese el resultado final, Tea más lo adoraría.

—¿Es para una chica especial? —le preguntó la florista, amarrando un enorme moño alrededor de los tallos para mantener cada flor en su sitio.

—La más especial —confirmó el hijo de Alicia, recibiendo el ramo y entregando a la mujer el dinero correspondiente— Muchas gracias.

El muchacho emprendió entonces camino de regreso a la escuela, cargando con sumo cuidado las flores, cerciorándose de que no perdieran ningún pétalo.

Los pasillos estaban vacíos, gracias al cielo, pues las clases habían acabado hace ya más de una hora, lo que le dió la libertad de llegar a los cuartos de las chicas sin ningún inconveniente ni pétalo menos.

Tocó la puerta con entusiasmo y un ritmo específico, ritmo que haría evidente para Tea que quien estaba del otro lado era él.

Pero, para su decepción, la puerta fue abierta por otra de sus grandes amigas, Lonnie.

—¿Esas son para Tea? —le preguntó la chica con una sonrisita, no molestándose en saludarlo primero.

Alistair suspiró, sintiéndose atrapado— ¿Para quién más?

La sonrisa de Lonnie aumentó de tamaño — ¿Para pedir perdón o confesar tu ferviente amor? —se burló.

—Lonnie —bufó el Kingsleigh, entrando a la habitación cuando su amiga se hizo a un lado— Sabes que...

—¿Que la amas y mueres por ella? Sí, creo que todos lo sabemos a excepción de Tea.

Alis rodó los ojos, avanzando por el cuarto hasta dejar delicadamente el ramo de flores sobre el que sabía era el escritorio de Dorotea— Y así va a quedarse.

Esta vez fue el turno de Lonnie de rodar los ojos— ¿Y eso por qué? Sé que se han besado, sé que serían la pareja más adorable del reino, y sé que serías enormemente feliz si se lo dijeras.

—Ella no está lista para una relación, lo sabes —suspiró en respuesta él, dejándose caer sobre la cama de la pelinegra, ella tomando asiento frente a su escritorio.

—¿Es eso o tú le temes al rechazo?

Alistair bufó, decidiendo que mirar el techo era más interesante que seguir la conversación, cosa que Lonnie no pensaba permitir, por lo que continuó.

—Porque si es lo segundo... Quizá deberías superarlo y ya.

—¿Superarlo y ya? —la miró molesto el chico— No es algo que se pueda superar de la noche a la mañana.

—Tendrá que pasar antes que eso, sino tendrás que temerle a algo más —sentenció la hija de Mulán y, ante la confusión en el rostro de su mejor amigo, explicó— A la competencia.

El muchacho se tomó unos segundos para procesar las palabras de la chica, volviéndose a mirarla con preocupación— ¿Competencia? ¿Cuál competencia?

—¿No te enteraste? —se sorprendió la de ojos marrones— Tea regresó con Mal a la Isla. Traerán a esos piratas a Auradon.

Alistair la miró estupefacto, tan solo su expresión delatando que necesitaba más detalles.

—Tea mencionó a Harry Hook.

✴✴✴

Se sentía mucho más cómoda ahora que podía recorrer la Isla con uno de sus vestidos. No, no era el más llamativo, ni el más grande o brillante, pero era lindo y, en consecuencia, la hacía sentir linda también.

Era de un bello tono lila, las mangas llegaban hasta sus codos, cayendo con elegancia gracias a la tela semi transparente. El resto era ligeramente acentuado hasta su cintura, donde comenzaba a caer como una cascada para cubrir sus muslos, la falda más corta de lo que acostumbraba a llevar.

Evie, a su lado, le sonrió. La peliazul había tomado su mano y Tea no había puesto resistencia, más que nada para tranquilidad de su amiga, no porque lo creyera realmente necesario.

Mal y Ben iban unos pasos adelante, mientras que Jay y Carlos iban al final, dejándolas a Evie y ella al medio.

Otra vez, Tea sabía que lo hacían por su seguridad y ella lo permitía, no porque lo considerara necesario, pero para que sus amigos estuviesen tranquilos.

—¿Tea? —los seis se detuvieron cuando escucharon una voz masculina llamar el nombre de la Hightopp, la aludida mirando en todas direcciones para encontrar su origen.

—¿Holis? —saludó en voz alta.

—¡Tea! —volvió a hablar la voz, esta vez sin un atisbo de duda y con mucho entusiasmo, una cabellera rubia apareciendo por un rincón del camino que habían tomado.

Los chicos habían estado a punto de ponerse frente a la sombrerera, más esta se les adelantó, soltando un grito que los aturdió momentáneamente.

—¡Gil!

Ambos, el hijo de Gastón y la hija del Sombrerero, se fundieron en un fuerte y efusivo abrazo, dando uno que otro saltito mientras se saludaban el uno al otro una y otra vez.

Los hijos de villanos y el rey Ben se miraron, solo para acabar encogiéndose de hombros; la amistad entre Gil y Tea tenía sentido.

—¡Estás de vuelta! —exclamó el chico apenas dieron por finalizado el abrazo— ¡No terminamos de pintar los girasoles! ¡Vamos a hacerlo!

Evie, quien se consideraba la más delicada y con tacto de entre todos sus amigos, se propuso interrumpir la conversación antes de que se convirtiera en una cita de juegos, pero se sorprendió junto a los demás cuando fue Tea quien lo hizo.

—De hecho, Gil —comenzó a hablar, poniendo una mano en el brazo del chico para calmarlo— Creo que deberías ir a empacar.

—¿Empacar? —se confundió el rubio— ¿Para qué?

—¿Quieres venir a Auradon con nosotros? —le preguntó entonces con una sonrisa, sonrisa que se ensanchó en cuanto vio una formarse también en el rostro de su amigo.

Pero el hijo de Gastón no alcanzó a responder, pues una nueva voz se unió a la conversación.

—Supongo que la invitación no es solo para él —Tea reconocería esa voz en donde fuera. Se giró en la dirección de la que asumió venía, sus mejillas tornándose ligeramente rosadas en cuanto confirmó lo que ya sabía.

—Harry —sonrió, el chico haciendo lo propio de la única manera en que sabía hacerlo, al más puro estilo Hook.

—Tesoro —la saludó él, haciendo una exagerada reverencia cuando estuvo frente a ella, volviendo a hablar cuando se dignó a mirar a los demás allí presentes— Y compañía —medio gruñó, su sonrisa intacta— Esperen a que Uma se entere que regresaron.

—Contamos con eso —soltó brusca Mal, corrigiéndose cuando Evie y Ben le lanzaron miradas enfadadas— Porque les tenemos una noticia... —dijo, esta vez obligando una sonrisa a aparecer. Quizá había estado de acuerdo con la idea, pero eso no significaba que su orgullo no le daría problemas en el proceso.

La sonrisa del pirata, para sorpresa de nadie, creció, señal de que todo le parecía increíblemente divertido.

—Bien —asintió, ofreciéndole a Tea su brazo, la chica colgándose de el sin pensarlo— Vamos con ella entonces.

✴✴✴

Harry te amo.

¡Espero que les haya gustado!

Besos,
Connie.

cry baby ○ harry hookWhere stories live. Discover now