5. Dentro del domo.

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Alex no quería mirar hacia arriba, entrecerró un poco sus ojos maldiciéndose y busco la forma más sencilla de salir de aquel enredo.

—Lo siento... ¿Usted ha visto a Peter? Estaba hace dos minutos aquí. —Pronunció con voz susurrante, muy bajo, casi como un murmuro.

Al levantar la vista vio al chico más alto que había visto en su vida, tenía el cabello blanco con negro, con cuerpo bastante atlético, y tenía una descuidada camisa sin mangas color blanca con un chándal color gris, pero su rostro fue lo que más impacto a Alex. Tenía una amplia frente que dejaba ver una cicatriz desde su mejilla hacia arriba, casi tocando su cabello, ojos grises y vigilantes que no sabía ni como empezar a describirlos, y una piel tan pálida como pulcra, que si no fuera por la cicatriz, sería perfecta porcelana.

—Está ocupado, lo llamaron hace unos minutos. Tu nombre.

Y su voz... tan gruesa como el tronco de un árbol, arisca, áspera; parecía malhumorado. Como si todo lo que pasaba le molestara.

—Alex.

—Año.

Y Alex quedo confusa, otra vez, ¿Por qué todos le preguntaban lo mismo? Estaba cansada, no, cansada era poco con lo que sentía, ¿Por qué la trataban como nada? Estaba perdida, desolada y extrañaba a su madre, quería correr a abrazarla y decirle que duerman, que la abrace mientras lo hacen, mientras susurre una canción con su típica voz melódica, pero ella no estaba ahí, y tenía que arreglárselas sola.

—Mil ochocientos setenta.

—Mi nombre es James, seré tu instructor de pelea y armas mientras que no está el jefe. Seré quien te supervise mientras estés aquí, dentro del domo yo mando, dentro del domo estas a mi cargo y todo lo que pase será responsabilidad mía, no hay lloriqueos aquí.

—P-pero ni siquiera sé pelear. —Entrecerró los ojos por un mínimo de segundos y se rindió.—Prefiero que me maten ahora.

—Aquí el que no sabe, aprende, tienes dos clases para aprender lo básico, luego el consejo decidirá que hacer contigo.

¿Así que desde el principio tenía oportunidad de sobrevivir a esta tortura? Pensó Alex.

—Está bien...

—Tu primera clase comienza ahora, pose de pelea a mano limpia Alex.

¿Qué? Este hombre estaba más loco que cualquier persona en la tierra, Alex no tenía idea que era una pose de pelea y mucho menos a mano limpia, jamás en su vida había dado un puñetazo a alguien y tampoco era algo que quería hacer.

Sin embargo estaba en un lugar nuevo, con un chico que parecía querer matarla en ese mismo momento, y la miraba como un león a su presa, así que hizo lo que pudo con sus manos y lo imitó.

Colocó una frente a otra con los puños apretados y separo un poco las piernas, ambas flexionadas, y miro a James, quien tenía una sonrisa bastante abrumante y burlesca sobre su rostro.

Lo primero que hizo fue dar un golpe con su mano derecha, pero cuando sintió la mano del más alto supo que esta había sido la peor idea de todas.

Estaba en el suelo, mirando el techo con el brazo de James haciendo presión sobre el de ella, y le dolía, mierda que dolía, quería gritar, quería llorar.

—Es técnica.—Pronunció el mayor, quien se levantaba de su lugar. —No sabes nada, ¿Hay algo en lo que destaques? ¿Alguna habilidad física o quizás verbal?

¿Verbal? ¿Qué significaba verbal? Quizás habla de saber palabras nuevas, Alex no tenía idea, pero verbal era hablar, ¿No?

—Sí... sé deletrear perfectamente Esternocleidomastoideo.

Fuera del tiempo (Ciudad subterranea)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora