Un sinfín de problemas llenaban su mente, no tenía una forma de denominar aquello, quizás sería alguna premonición de su mente, pero por alguna razón ella ya recordaba esto, casi como un dejavú.
Alex se podía denominar quizás la persona con más locura en la tierra, o al menos eso era lo que escuchaba constantemente de sus cercanos.
Solía pensar que en su época las personas comunes se vestían a como distaba la sociedad, mujeres con vestidos largos y anticuados y hombres con el pantalón de franela color caqui y camisas color mantequilla dentro de este, pero siempre pensó que aquello no hacía a las personas, que los problemas que tenían dentro de sus mentes no eran de su importancia, y que lo mejor era apartarse de aquellas personas.
Pero todo eso lo hacía aún peor, Alex quizás era como ellas, su madre, mujer de pocos estudios, le obligaba a vestir monótonamente todos los días de su asquerosa vida, con un largo vestido color marrón, y aunque a Alex nunca le gustaron los vestidos, se veía obligada a llevar uno, la mayoría de los días en los que estudiaba.
Estudiaba Biotecnología, dentro de una de las mejores universidades que se hallaba cerca de su hogar, leía libros de más de quinientas páginas y nunca le molesto aquello, hasta que un día lo vio.
Pegado en un poste frente a la facultad, con colores suaves, manteniendo claramente la monotonía de la ciudad, café, blanco y negro; un gran afiche publicitario estaba pegado con cinta adhesiva mal adherida justo frente a sus ojos. "Comparte tus ideas". Y claramente, sabiendo como era Alex Leoné, nunca podría desaprovechar una oportunidad como esa, por lo cual corrió dentro de los pasillos con el folleto en la mano para informarse mucho más del tema.
Gloria le dijo los pasos a seguir; ser mayor de edad, estudiar por dos años alguna carrera de la universidad, tener buena apariencia, y ser uno de los mejores de su generación. Y claro que cumplía con todo. A pesar de su locura, Alex era inteligente, tenía ese no sé qué, que la hacía comprender cada palabra y cada letra de matemática inimaginable.
Claramente las personas sabían eso, y sus compañeros de clases mucho mejor, sin embargo, la tachaban de "malquista" o "mamacallos" cuando corregía al profesor o a uno de ellos.
Pero eso jamás fue un impedimento para seguir adelante con sus ideas. Por seis largos meses trabajo duro en su proyecto, imaginando como sería el futuro si este daba frutos rápidamente, o quizás como hubiera sido el pasado si nunca hubiera leído el feo folleto que estaba mal pegado al poste, pero siempre mantuvo sus ideales fijos en lograr algo grande, algo que beneficiaría a todos aquellos que en algún momento de la vida le dijeron bicho raro o alguna otra cosa.
Porque Alex era la persona más considerada dentro de la tierra, en su mente, dentro de su imaginación, se podía ver a ella intentando curar el cáncer, debatiendo con algún presidente de la nación, o hasta siento una falsa imitadora de Frida Kahlo a sus veinte años. Nada, jamás sería demasiado para ella. Sabía que en algún momento de su frenética y alocada vida atareada tendría que cambiar sus pensamientos, que en algún momento tendría que decir "basta"; pero a sus veinte años aún no estaba en la lista de cosas que tendría que mejorar o al menos, no aún.
Era un poco ingenua, creía ciegamente en las personas, pensaba que ayudar a la gente siempre sería lo correcto, siempre estaría bien, y lo estaba, pero no para los demás, no para su sociedad. Y lo sabía de sobra, sabía que nadie ayudaría a cruzar a una anciana en un paso peatonal, o que nadie le preguntaría a un niño que cayó si estaba realmente bien y luego le ofrecería un caramelo, o que le diera limosna a gente que dormía sobre la húmeda tierra, porque eso nunca fue considerado algo bueno dentro de su generación, para los demás siempre fue mejor donar miles de dólares a fundaciones de niños con cáncer, aunque Alex sabía que aquel dinero era para los grandes empresarios lujosos que manejaban las vidas de todos.
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Fuera del tiempo (Ciudad subterranea)
Narrativa generale"Lo que hacemos en la vida tiene su eco en la eternidad" Alex vivió toda su vida en Italia, estudiando el arte de la ciencia y mezclando partículas para sus experimentos. El día de la feria de ciencias todo cambio. ¿Que pasará cuando Alex se encuent...