Descubriendo Al Zorro.

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Unas pestañas crisparon ante la molestia de los rayos del sol que se colaban por la cortina, parpadeó para acostumbrarse a la luz y giro su rostro encontrándose con su pareja dormida.
Por todos los Cielos, su mano dudo por un segundo pero luego con delicadeza la acerco al rostro del otro, con la yema de su dedo índice empezó a acariciar la piel, con una mirada enternecida detalló a su amado incluso delineo el lugar entre ambas cejas en donde se formaba el adorable ceño fruncido del Nie.

—Tan hermoso, mi Wo Xīn es hermoso. —

Meng Yao agradecía que el mayor estuviera dormido y no viera la sonrisa ridícula que de seguro tenía en su rostro. Estaba perdido en la bellaza que emanaba del otro, en ver como tan grande y fornido hombre podría lucir así de tierno cuando dormía.
Con la mano que acariciaba al mayor también toco el cabello haciendo que Mingjue frunciera el ceño. Meng Yao tuvo que contener su risa ante la respuesta que dio el mayor. Luego con un suave toque delineo los labios y Mingjue hizo un puchero, Meng Yao cubrió su boca para no dejar escuchar su risa de nuevo. Decidido a seguir molestando inclino su rostro y dejó un beso en la comisura de los labios que se mantenían cerrados, contuvo su respiración cuando Mingjue se movió más hacia él pensando que tal Ve lo había despertado, sintió alivio cuando eso no sucedió.
Así estuvo por unos minutos más contemplando a su pareja, antes de poder levantarse sus piernas temblaron y una fuerte pulsada sintió en su espalda baja. Camino como pudo y entró al baño, el agua tibia caía sobre su piel blanca dándole algo de alivio al dolor.
No pudo evitar tocar su vientre, podría notar un pequeño bulto, el mayor lo había llenado tanto que incluso mientras caminaba al baño el semen del Nie escurrió por medio de sus piernas.

—Debo... Debo sacarlo. —

Habló bajo, su rostro se sonrojo cuando dos de sus dedos se introdujeron por su maltratada entrada. Mordió su labio para resistir el ardor y dolor que había quedado como saldo de la noche apasionada, pero vaya sorpresa, su cuerpo aún estaba sensible así que los Jadeos empezaron a salir. Sus dedos se adentraban más y los sacaba arrastrando el Semen reposado en su interior.

—Aghh~ estoy loco... Se siente bien, m-muy bien.—

Su cadera estaba levantada mientras su torso se inclinaba contra la pared, sus piernas bien abiertas dejando ver como esos dedos traviesos entraban y salían magullado tan bella zona. Una vista tan lasciva que Mingjue estaba disfrutando desde el marco de la Puerta donde estaba cruzado de brazos.
Debido a que toda la habitación estaba llena del aroma de ambos Meng Yao no se dio cuenta que tenía un fascinado espectador así que continuo con lo suyo.
Mingjue pensó en dejar juguetear al menor un poco más pero en cuanto su nombre fue jadeado por el otro no soporto más.

—Mi zorrito, veo que tienes Problemas. —

Meng Yao se estremeció por completo y retiro sus dedos quedando parado bajo el agua tibia que seguía cayendo. Trato de cubrir su cuerpo Haciendo que Mingjue ladeara la cabeza y Sonriera.

—Que tratas de ocultar? No hay lugar en ti que no conozca y haya probado.—
— A-jue, tu... Que tanto viste, desde cuando estás ahí parado? —

Mingjue se fue al área de la ducha

—Bueno, una a la vez. Miré todo, miré como tus dedos juguetones se metían dentro de ti sacando mi semen. Miré como estas hinchado ahí abajo por mi causa, también miré como te emocionaste mientas pronunciabas mi nombre. —

El Rostro de Meng Yao pasó desde el tono rosado hasta quedar completamente rojo.

—Tú!.. No era necesario que lo detallará tanto. —

Un puchero era la perfecta combinación en el rostro rojizo del omega.

—Y la segunda pregunta? —
—Desde que me diste ese besito, solo quería esperar y ver que harías.—

LA PEOR NOCHE QUE ILUMINA MIS DÍAS.Where stories live. Discover now