21 - Mentirosa

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Pensé que me había capturado, justo enfrente de mí una chica es atrapada por otra y se la lleva al punto de celda.

Las esquivo y doy otra vuelta en curva, David en ningún momento deja de seguirme a mi. Sigo manteniendo mi ritmo cuando pienso, ¿Qué rayos estoy haciendo? ¿No sería más fácil dejarme atrapar y ya? Así ya me llevará al punto de celda y terminará este juego tonto, corriendo solo coopero y lo hago más largo.

Dejo de correr cuando justo llego a un extremo del campo donde está la barda de concreto, me recargo en ella y pongo ambas manos en mis rodillas mientras tomo respiración.

—Capturada— dice David llegando a mi lado.

Resoplo de la resignación y por mi propia voluntad comienzo a caminar hacia el punto de celda.

—No cuenta si no te entrego yo mismo— habla David.

Me detiene primero del hombro, luego se pone a un lado mío y me toma de la cintura.

Ruedo los ojos e incómoda trato de guardar la calma, imposible, siento la respiración de David justo en mi cuello, que asco. De un momento me aprieta mucho de la cintura y me presiona un poco contra el, no lo aguanto.

—¡Ya suéltame!— exploto en un pequeño grito y empujo a David, todos se acercan a nosotros.

—Hey, a ver, a ver, ¿Qué pasó aquí?— pregunta el profesor.

—Nada profe, Azul que anda rara últimamente— respondió David.

—No profesor, David me estaba tocando de mas— dije yo.

—Eso es mentira, yo solo la estaba llevando al punto acordado porque son las reglas del juego, la sujeté solo un poco y se puso histérica de la nada.

—Lo hiciste con intención y lo sabes— le dije desafiante.

El profesor nos mira a los dos analizando nuestras caras, creo que así piensa descubrir quién dice la verdad.

—Profesor hace poco Azul hizo lo mismo de exagerar todo por un balonazo que David le dió por accidente— se metió Alicia.

—Es verdad profe, Azul anda muy histérica últimamente— añadió Leydi.

—Si profe— dijeron más de una voz al mismo tiempo.

—Azul tal vez todos tengan razón y tú deberías relajarte más— habló el profesor.

Lo miré con decepción y gire de un lado a otro la cabeza. No puede ser, ya dos profesores no me creen a mi.

—Azul, mira, si quieres mejor regrésate al salón y relájate ahí, no te preocupes por la asistencia, ya la tienes.

Hago caso a esto último y me voy del lugar caminando a paso lento, no miro a nadie, solo miro el suelo.

—Azul siempre fue callada pero no una loca, quien sabe que le habrá pasado. 

—Seguro se volvió una de esas chicas que piensan que solo con tocar su brazo ya es violación, que mal por ella. 

—Que mentirosa. 

Escucho sus murmullos que provocan que mis ojos se llenes de agua, no Azul, se fuerte, no llores, no llores.

No llego al salón, hay ventanas y me pueden ver, me dirijo a los baños y dejo de hacerme la fuerte, recargo mi cabeza en la pared, no puedo contener más las lágrimas y las dejo salir con libertad.

No soy una mentirosa ¿Por qué ni una sola persona me puede creer?

Pasé todo lo que quedaba de hora de Deportes en el baño, sonó la campana de la siguiente clase pero no había prisa, ya la profesora nos avisó en la clase de ayer que hoy no podría llegar, aún así era hora de salir de aquí.

—Ya Azul, todo está bien, todo está bien— me dijo a mi misma.

Todavía no me decido por irme cuando ya tengo a Alicia de compañía en el baño, entra con una expresión de desagrado total hacia mi.

—¿Tu no tienes vergüenza, no es así?— dice de primera.

—¿Qué?

—Acusar a mi novio de algo tan grave como faltarte el respeto, deberías estar avergonzada por ser una mentirosa— en ningún momento quitó su cara de asco.

—Yo no soy una mentirosa, el estúpido de tu novio sí. 

—Óyeme a David no le hablas así— dijo ofendida a la par ponía una postura defensora.

Reí.

—Ay Alicia, tu eres una chica tan inteligente, ¿Cómo es que no puedes ver qué tú novio es una mala persona?. 

—Claro, ¿Y mala persona exactamente por qué Azul? ¿Por haberte rechazado?.

—¿Que estás diciendo?.

—¿Que? ¿Creíste que mi propio novio no tenía la confianza para contarme el como tú eras una loca intensa que le estuvo rogando por un poco de amor?.

Maldito, maldito, maldito.

—No Alicia, así no pasaron las cosas, David te está mintiendo, el fue quien me insistía a mi, incluso cuando le dije que yo no quería nada con él, él era quien me hablaba y perseguía y bien lo sabes, recuerda como siempre se acercaba a mi. 

—Te hablaba por compasión, porque vio que no tenías amigos y no hablabas con nadie, le diste lastima, pero como vió que tú te confundiste y tomaste su amabilidad como coqueteo mejor se alejó. 

—Alicia David me llegó a confesar una vez que era tu novio por lastima, créeme, tienes que dejarlo. 

—Ay si, acabas de usar el argumento de la lastima cuando yo lo dije primero, tus mentiras no podrían ser más obvias— me mira de arriba a bajo —Cuánta pena me das Azul. 

—Alicia pero es que a mi ni siquiera me gusta David, solo me da asc-

Finalmente se fué sin dejarme decirle lo último. No puede ser, el realmente le lavó por completo el cerebro ¡A la mas inteligente de salón!, Claro, entonces que se puede esperar de los otros descerebrados.

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