Golden Mafia

XVII

Emily Escobar

Camino hasta la sala del consejo para salir a fumar, pero me encuentro con Milenka y esta comienza a hacer preguntas.

—¿Qué haces aquí?

—Quiero usar las escaleras de aquí para salir a fumar.

—¿Cómo sabes de las escaleras?

—Noah y yo las usamos.

—¿Dónde está ella?

—Está con Addison en la enfermería.

—¿Por qué?

—Addison tiene una herida sin tratar.

—No puedes salir ahora.

—¿Debido a que?

—En estos momentos los más pequeños de la Dark Mafia ocupan la escuela para estudiar y entrenar.

—Entiendo, me retiro entonces.

—Voy contigo.

Me sigue todo el camino hasta la enfermería y ya ahí me aparta bruscamente para entrar.

Addison se encuentra colocándose la camisa mientras me acerco a ella y Milenka la regaña.

—¿Por qué rayos ocultaste la herida?

—No había tiempo para más problemas y aún no lo hay —responde Addison, levantándose.

Milenka frunce el ceño, pero no discute más y se retira junto a Noah.

—Ya estoy curada, es hora de que preguntes —declara Addison.

—Vayamos a mi habitación —indico.

Salimos de la enfermería y caminamos sin decir una palabra.

Cuando llegamos simplemente entro y dejo que me siga.

—Comencemos —digo, acomodándome en la cama mientras Addison se mantiene de pie frente a mí.

—Responderé lo que quieras y con la verdad, lo prometo —dice. La jalo del brazo y la siento a mi lado.

—¿Cómo te lastimaste?

—Mientras corría hasta la carretera luego de salir de la cabaña la rama de un árbol me corto.

—¿Llevas ocultando la herida tanto tiempo?

—Sí, siguiente pregunta.

Me molesta un poco su tono y desinterés, pero de todas formas sigo preguntando.

—¿Extrañas a Alejandra?

—Sí, era mi familia al igual que todas en la mafia y su ausencia es notable.

—¿Por qué disparaste?

—No quería que tú lo hicieras. No quería que cargaras con eso.

Siento mis orejas arder y mi corazón latir.

—¿Por qué?

—Porque eres importante para mí y sé lo duro que es cargar con quitar una vida.

—¿Hablas de mi madre?

— Y de muchas más.

Observo que, aunque tiene una expresión fría en sus ojos hay tristeza y dolor en ella.

—¿Tienes más preguntas?

—Sí —contesto —. ¿Cuándo te hiciste el tatuaje en tu cuello?

—Cuando te volví a ver.