¿Cinderella? 《Ae x Pete》

Capítulo 23

Narra Ae

Estúpido barbero, ¿quién se cree? ¿Con que derecho le dice amor a Pete? ¿Suyo? Por favor...ni en sus malditos sueños Pete seria suyo.

— Amigo...—Tin se acuesta en mi cama con una gran sonrisa en la cara —...es un bello día ¿no te parece? —

Lo miro con una ceja alzada.

— ¿Que mosco te pico? —

— El del amor —Canturrea sin borrar su estúpida sonrisa. Pongo los ojos en blanco —, hoy fui a una cita con Can —

Un momento...¿Can? El afeminado amigo de Pete. Miro a mi amigo, y lo tomo de la camisa sentándolo.

— ¿Can? —

— Si —Responde mirándome confuso — ¿Por qué? —

— Curiosidad —Digo sentándome a su lado — ¿Qué tal la cita? —

— Ahora a ti ¿que bicho te pico? —Me pregunta.

— Ninguno, ¿no puedo preguntarle a mi mejor amigo acerca de su cita? —

— Ae...tú nunca te has interesado —Me dice.

— Bueno...siempre hay una primera vez para todo —Conteste encogiéndome de hombros — Pero si no me quieres contar...—Agregue.

Por favor, habla. Por favor, habla rogué internamente.

— Está bien te contaré —

¡Si! Lo miro interesado. Lo escucho hablar de lo malditamente perfecto que es ese afemiado. Reprimo un bostezo que quiere escapar de mi boca.

— Me hablo acerca del chico con el que comparte departamento —Dice de repente, llamando mi atención por completo.

— Pete...—Y me golpeo mentalmente por decir su nombre.

Tin me mira incómodo.

— Es mejor dejar esta plática aquí —Se levanta.

— ¿Por qué? —

Diablos, ¿por qué me siento tan desesperado por saber de él? De saber si tiene una relación con ese tipo de la barbería.

— Ae sé que te molesta hablar de él por lo que sucedió entre ustedes —Dice —, es mejor que me vaya. Nos vemos mañana —Se despide.

Muerdo el interior de mi mejilla, y me obligo a quedarme dentro de mi habitación. Me echo hacia atrás hasta quedar acostado mirando el techo, dejando escapar un suspiro cierro los ojos y el rostro de Pete aparece en mi mente.

Siento mi corazón latir más rápido de lo normal. Odio tanto que mi cuerpo se comporte así cuando se trata de él.

Odio admitir que...tal vez me enamoré de Pete.

¡No! ¡No puedo enamorarme de él! ¡No puedo...!

Pero lo estás...aceptalo de una vez.