Picnic e invitación.

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- Voy a hacer ejercicio ¿Vienes? – me pregunto Víctor luego de terminar las tareas que nos habían dejado el día anterior y este.

- Claro, de paso nos distraemos. Ya venimos chicos – les dije a los demás que seguían haciendo tareas y viendo las cartas que les llegaron de sus casas.

- Diviértanse, pero no demasiado – dijo Esteban despegando su vista del libro.

- ¡Cállate! – exclamamos los dos al mismo tiempo.

- Ya váyanse – dijo Bastián –, solo ignoren a Esteban.

- Bien, volvemos antes del almuerzo.

Salimos del barco y mientras nos dirigíamos hacia el lago negro donde quedamos que sería mejor hacer ejercicio, ya que según nosotros no iba a haber mucha gente ahí. ¿Cuál fue nuestra sorpresa? Que nos siguieron murmurando cosas entre ellas y ellos – todos alumnos de Hogwarts –. Víctor y yo los ignoramos y hablamos de cosas de la vida y que haremos en las vacaciones y en el trabajo el otro año, claro si es que lo consigo.

- Claro que conseguirás ese trabajo – me repitió Víctor.

- No lo sé, digo si la poción no funciona la trabajare hasta que lo logre, pero y si cuando lo haga ya no está disponible esa plaza en el trabajo, aparte ¿Qué hare mientras? Digo no es como si todo en esta vida es gratis, mis padres se ofrecerían a mantenerme por un tiempo de hecho hasta que ya no puedan más, pero es injusto, ellos trabajan duro ambos, como para que venga yo y solo les estorbe y no aporte nada. Merecen unas vacaciones luego de criar y cuidar a ocho hijos. ¿Podemos cambiar el tema?

- Claro...

Pasamos en frente de donde estaban Ron, Harry y Hermione, a la cual mi amigo se le quedo viendo como un bobo acosador. Los saludé disimulada mente y les sonreí, sonrisa que me fue de vuelta.

- Deja de ver a Hermione pareces un tonto, se te sale la baba – le dije burlona.

- Cállate. ¿Crees que no he visto como miras a la mesa de Hufflepuff en especial a un chico, el campeón de Hogwarts grande? También pareces una boba – se defendió.

- Pero yo tengo razones.

- ¿Y cuáles son?

- No te diré. Cambiando de tema ¿Viste lo que escribió Rita Skeeter o como se llame en el profeta?

- No. ¿Qué escribió?

- ¿De verdad quieres que te lo diga?

- Si.

- Bien, la señorita Granger, una ambiciosa chica que parece tener cierto gusto por los magos famosos. Su última presa, según nuestras fuentes es nada menos que el bombón búlgaro Víctor Krum. Aun no se sabe cómo ha tomado Potter esta decepción amorosa.

- ¿Te lo aprendiste?

- Sip, para molestarte – respondí y el me empujo levemente jugando –. ¿Qué hiciste?

- Nada – dije y ahora yo lo empujé.

- ¿Quieres jugar entonces? – dijo y los dos empezamos una guerra de juego.

Luego de eso, se me prendió el foquito y me metí un poco en el lago lanzándole agua a Víctor, el me volvió a lanzar agua hasta que ambos nos caímos en el lago riéndonos como unos locos.

La Weasley diferente y en DurmstrangDonde viven las historias. Descúbrelo ahora