Capítulo 4

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Llegamos a Valencia después de 3 horas de viaje. La casa estaba tan hermosa como recordaba, de color blanco totalmente y la piscina se veía desde la entrada; que ganas de tumbarme y broncearme y dormirme con el sol bañando mi piel mientras escuchaba mi lista de música.

-Corre, vamos a elegir las habitaciones - dijo Hannah, mientras corría y dejaba las maletas en la entrada - vamos no te quedes ahí parada que dentro de nada llegan los demás - grito

-Ya voy – conteste suspirando.

Entre en la habitación que siempre escogía. Tenía unas vistas increíbles hacia el mar. Abrí las puertas de cristal que daban hacia la terraza y salí, respiré profundamente y el olor al mar llego a mí. Me encantaba sentir el aire en mi cara y el sol dándome calor. La puerta se abrió y entro una sonriente Hannah.

-Tengo hambre, vamos abajo para preparar algo de comida- dijo Hannah, al oír eso mi estómago gruño.

-Vamos, yo también tengo hambre- le respondí.

Bajamos y entramos a la cocina que era espectacular, una isla gigante de mármol negro, unos ventanales que daban hacia el jardín.

-Hay un problema- dijo Hannah con cara de angustia- No hay nada en la nevera.

-¿Y en la despensa? - le pregunte.

-Iré a ver- me respondió.

En ese momento se escucharon voces en la entrada. Me empezó a latir rápido el corazón, pensé que estaba lista para volverlo a ver, pero no puedo. Mire a mi alrededor buscando una salida, pero en ese momento unos brazos fuertes me levantaron del piso.

-Aaaah- grite asustada.

-Zoeeee - dijo una voz detrás de mí muy feliz.

-Liam, bájame en este preciso instante- le ordene. Me bajo y cuando estuve en tierra firme me gire y lo abrace - Hola cariño- le dije separándome.

-Hola pequeña- me dijo dándome dos besos; se separó un poco y me miro de arriba abajo y dijo- Estas preciosas, pero- hizo una pausa y luego agrego - ¿Haz crecido cuanto, 10 centímetro desde la última vez que te vi? - dijo conteniendo la risa.

-Ja, no, en realidad fueron 5cm- dije seria, nos miramos y empezamos a reír a carcajadas- no has cambiado en nada.

-Sí que ha cambiado, está más guapo- dijo Hannah saliendo de la despensa; dejo las cosas que tenía en la mano sobre la isla, lo miro y se le formo una sonrisa- ¿para mí no hay un abrazo? - le dijo.

_Ven aquí preciosa mía- dijo mientras la abrazaba cariñosamente- cuanto tiempo sin verte- dijo Liam.

-Pues, el tiempo que no has querido venir a verme- dijo Hannah haciendo pucheros. Liam la mira y sonrió- ven dame otro abrazo que te he extrañado- dijo abriendo los brazos.

Sentí a alguien detrás de mí, me giré y estaba cara a cara con Michael. Nos quedamos mirando el uno al otro por lo que se sintió siglos, esos ojos grises mirándome directamente a mi alma, siempre había sido así.

-¿Y mi abrazo? - dijo con una sonrisa; me lance a sus brazos y lo abrace fuerte, el me rodeo la cintura con sus brazos y me apretó igual de fuerte - te extrañé mi pequeña - me susurro en el odio, me estremecí al escuchar cómo me llamaba de pequeños.

-Te extrañé mi chico gringo- le dije también susurrando.  

-¿Cuánto hace que llegaron chicas? -dijo una voz detrás de Michael, era Miguel.

Nos separando lentamente, y nos quedamos nuevamente mirándonos.

-Llegamos hace como 20min- respondió Hannah a su padre- íbamos a preparar algo para comer- dijo mirando todo el tiempo a Liam.

-Dejaron las maletas en la entrada- dijo Edurne - déjenme adivinar ¿Salieron corriendo para escoger las habitaciones? - dijo riendo.

- ¿Nosotras correr? Claro que no- respondimos Hannah y yo al mismo tiempo, haciendo que todos riéramos.

-Bien, bien, vayan a recoger sus maletas y llévenlas arriba mientras yo preparo algo para comer-dijo Edurne cuando terminó de reír.

Asentimos y fuimos por nuestras maletas; cuando llegamos a la mitad de las escaleras los chicos iban bajando.

-Venga darnos eso, porque si no mañana vosotras todavía están tratando de subir las maletas- dijo Liam cogiendo las de Hannah y Michael las mías- ¿Vosotras sabéis que vamos a estar aquí solo por 2 meses? - pregunto sonriendo

-Claro- respondió Hannah.

-Entonces porque traen equipaje para un año - esta vez fue Michael quien preguntó- nosotros solo trajimos una maleta cada uno- dijo como si no entendiera.

-Eso es porque ustedes son chicos, nosotras necesitamos de nuestras cosas, y son muchas cosas- respondí marcando lo obvio.

-¿Dónde te las dejó? - me pregunto Michael cuando llegamos a mi habitación.

-Eh, encima de la cama está bien, gracias- respondí nerviosas, estar en espacios abierto con él lo podía manejar, pero dentro de una habitación me ponía de los nervios- ¿Cómo has estado? - le pregunté mientras caminaba para deshacer las maletas.

-Bien, con mucho trabajo- respondió de forma automática- ¿Y tú? ¿Cómo estás? -me preguntó.

-Bien, contenta de que se hayan acabado la clases- respondí mientras sacaba unos bikinis negros sencillos.

-¿Te vas a poner eso? - me pregunto
señalando los bikinis.

-Sí, ¿A qué están monos? -le dije mostrándoselo- ¿Te gustan? - le pregunté.

-Están monos, pero, ¿no crees que enseñas mucho?  - me pregunto con voz dura.

-Michael, es un bikini tiene que enseñar- le respondí riendo.

- Pero no tiene porqué enseñar tanto- me dijo con el ceño fruncido y la mandíbula apretada.

- Estás exagerando Michí, es un bikini, los bikinis enseñan- le dije sonriendo, vi que abrió la boca para hablar- y no hay nada más que hablar sobre mis bikinis- dije, haciendo que cerrará la boca.

-Están bien, tu ganas- dijo rendido- pero al primero que vea mirándote, se arrepentirá - me dijo, abrí la boca para decirle que no tenía que hacer nada - no hay nada más de que hablar - repitiendo mis palabras, gruñí, y él se rio, iba a decir algo, pero entró Liam.

-Dice Hannah que le ayudes a desempacar- me dijo.

- Ya voy- dije terminando de sacar todo de la primera maleta- bien, vosotros dos, coloquen en ese cajón los bikinis en colores- dije señalando el primer cajón del almario mientras salía.

Entré en la habitación de Hannah que estaba en el piso sacando ropa.

-Gracias a Dios que viniste a ayudarme- me dijo con una sonrisa sincera- no sé por dónde empezar- dijo con cara de angustia

Nos pasamos alrededor de 20 min desempacando las maletas de Hannah y después otros 10min desempacando las mías. Cuando terminamos escuchamos decir a Edurne que la comida estaba lista. Bajamos y nos sentamos en la mesa, Edurne nos había preparado una ensalada de atún, estaba deliciosa, mientras comíamos hablábamos de todo un poco.

Mi chico gringoWhere stories live. Discover now