Día 22: Protección/ pelea

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Pareja: Dark Stony
Tony Omega/ Steve Alfa

Estaba enojado, furioso, todo su raciocinio se había ido a la basura.

Hydra caminaba detrás de sus perros más fieles por los pasillos de SHIELD, estos se encargaban de limpiar el camino para él, Rogers solo quería llegar hasta donde estuviera el bastardo que había herido a su Omega

Una relación entre el mejor vengador y el terrorista mas buscado era algo bizarro, pero así eran las cosas.

Steve y Tony eran rivales, opuestos, pero a pesar de ello y contra todo pronóstico tenían una relación sólida llena de amor.

Acordaron no meterse en los asuntos del otro, pero Steve no pudo evitar correr hasta el complejo donde se encontraba el alfa idiota que se había atrevido a abusar de su pareja.

-¡Pero...!- Fury no terminó la oración, James Barnes había acabado con su vida tan solo con una bala

Rogers entro directo a la sala donde tenían a Víctor Von Doom, este había entrado en celo de forma sorpresiva, para su desgracia, Tony era el Omega más cercano

En cuanto los ojos rojos ubicaron al alfa, no dudó en saltarle encima y dar inicio a una lucha acalorada

Von Doom seguía bajo los efectos de su celo, otro alfa había irrumpido su espacio, eso era como una declaración de guerra.

Ambos alfas comenzaron a soltar golpes, a gruñir, querían morder al contrario y después acabar con su vida.

Tony llegó después de unos minutos encontrandose con su rubio lleno de sangre y la respiración agitada.

-Steve...

Los únicos sobrevivientes en el complejo eran la pareja y los perros que Hydra había traído consigo, el soldado del invierno y Falcón

El rubio no dudó en atacar los labios de su castaño, en llevar sus manos hasta el trasero del omega y apretarlo a su antojo.

Stark gimió en la boca de su alfa

-Estas...lleno de sangre- apenas y podía hablar con los labios de Rogers sobre su cuello y sus manos buscando colarse entre sus ropas.

-Nadie puede tocarte, eres mío, Tony, mío, por favor dilo

No sonaba amenzante, es más, Hydra parecía un cachorro perdido

-Solo si tú eres mío

-Lo soy, solo tuyo- dijo sin pensar

Ambos se hundieron en un necesitado y salvaje beso, una cosa llevó a otra y terminaron follando en esa misma sala donde yacía el cuerpo inerte de Víctor

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