Sentimientos Ajenos

1: Las circunstancias de él y ella

Él

Camino a Moscú Aleksandr Kuzmanovic estaba pensativo, la música sonaba a través de sus audifonos, pero no la oía. Iba a pisar suelo moscovita después de 9 años. Lo que motivo su partida años atrás, no era precisamente algo grato que quisiera traer al presente.
Miro de soslayo a la fila contraria y notó que una joven mujer no le quitaba la vista de encima. Inclino la cabeza y pasó la mano por su cabello y esbozo una casi imperceptible sonrisa, al mismo tiempo que el avión procedia con el descenso.

Después de pasar los controles de migraciones, visualizo a su tía Katya. Ella quedó gratamente sorprendida al ver que el jovencito que recordaba había desaparecido para dar paso a un hombre alto, fornido y bastante apuesto.

Sasha caminaba en dirección a Katya sonriente mientras arrastraba su maleta con paso seguro. La mujer joven, que lo observo durante el vuelo, iba detrás de él sin quitarle la mirada de encima. Cuando lo alcanzo le tocó el brazo e intercambiaron miradas, la chica se recosto en la pared de una famosa tienda de departamento con una sonrisa sugerente. El rubio se entretuvo un momento con su móvil y luego fue directo hacia la chica que lo estaba esperandolo. Él estampo su mano en la pared, al lado de la cabeza de la chica, susurrándole algo para después acariciarle la mejilla. La chica quiso propiciar un acercamiento, pero Sasha freno el avance tomándola de los hombros y dándose la vuelta dejando a la chica con una cara de desconcierto.

Katya fue muda testigo de aquella escena, atrás quedo el recuerdo de un rubio adolescente sonrojado. Ahora era todo un galán.

Flash back

Un joven Sasha de 17 años llevaba varios días pensativo y preocupado, tímidamente se le acerco.

S: Tía Katya, sé que debería hablar esto con mi papá o mi mamá, pero él se encuentra de gira y ella está en LA. Lo que tengo que decir debe ser frente a frente y si se lo digo a alguna amiga pensará que le estoy insinuando algo. Pensé que tal vez tú podrías aconsejarme.

K: Sashin puedes decirme y te ayudare en lo que pueda ¿De qué se trata?

S: Pues... ¿Cómo puedo hacerle notar a una chica que me gusta?

Katya soltó una risa nerviosa había pasado por su mente desde que se trataba de drogas hasta una posible salida del closet.

S: No te rías, por favor - poniéndose colorado.

K: No me rio de ti, me rio de mí. Pues veras, hay muchas formas desde las más sutiles hasta las más descaradas, se trata de...

Fin del flash back

Arribaron al departamento de la madre de Katya, donde Sasha se quedaría mientras llegaban sus cosas desde LA al departamento que la empresa le había asignado.
Después de una semana el rubio se presento en la empresa, por error de cálculo su oficina aún no estaba lista. Él no se complicó y decidió participar en el taller de inducción junto a los nuevos talentos para no perder el día.

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Ella

Una linda joven de cabellos rubios y ojos azules, se dirigía con paso veloz hacía el dormitorio de su madre para despedirse. Al entrar lo primero que vio fue la tv encendida en un noticiero local en el que se recordaba al grupo t.A.T.u. con imagenes del video All about us.

La mirada de su madre muestra sorpresa, aunque quizas la palabra adecuada sea que tenía la expresion de tener un déjà vu.

A: Mamá ya me voy.

J: Dios, me asustaste. No entres sin tocar.

A: Lo siento, pero se me hace tarde. No me esperes a cenar, saldré con los compañeros de oficina.

J: No llegues muy tarde. Ya sabes que si llevas el auto no puedes beber alcohol.

A: Lo sé, adiós.

La pelinegra observo como su menor hija se iba. Anya Brighton era la hija que le vaticino aquel vidente en el programa de "La persona invisible". A comparación de sus 2 primeros hijos, que se parecían más a sus padres fisicamente, la rubia era su copia exacta a excepción de la altura, era tan alta como Vika.
A pesar de haber criado de la misma forma a sus hijas, Anya no tenía la intención de acompañarla a eventos, ni mucho usar ropa femenina. Era digna heredera de la vena rebelde de Julia evitaba los eventos públicos lo más que podía y prefería contar con un perfil bajo como su hermano Samir.
Al terminar el colegio, fue aceptada en la universidad de su elección. Cursaba los últimos ciclos y se encontraba haciendo sus prácticas pre profesionales, en teoría porque se le exigía como cualquier otro trabajador graduado.

Camino al trabajo, durante una luz roja, Anya miro su móvil. Era Igor, un amigo de su hermano, saludándola y deseándole un buen día, le contesto con una de esas frases predeterminadas.
A pesar de que manejó lo más rápido, según lo permitido, no pudo llegar a tiempo. Le mando un whatsapp a su compañera en la oficina.

A: Masha ¿llego la jefa?

M: Si hace rato, está preguntando por ti.

A: Ya llegó, entretenla.

D: ¡¡¡Vale, pero no demores!!!

Corrió a la cafetería, al menos una manzana y un café para que la sostenga, pues ni tiempo de tomar desayuno tuvo. En esas iba, apurada, cuando en medio del grupo de los nuevos lo vio. Le había parecido totalmente ilógico eso de enamorarse a primera vista, hasta ese día... Uno de los chicos más guapos estaba antes sus ojos, de buen porte, contextura atlética, cabello rubio peinado hacia atrás, ojos azules, con facciones que, a su parecer, lo hacían asemejarse a los chicos turcos. Por poco derrama el café, al verlo sonreír y no pudo evitar pensar "¿Quién eres? y ¿Dónde has estado durante toda mi vida?"

CONTINUARÁ...