𝟬𝟮. 𝖽𝗂𝖽 𝗒𝗈𝗎 𝖿𝗂𝗇𝗂𝗌𝗁?

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CHAPTER TWO
  last act ; did u finish?
evermore
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HABÍAN PASADO ALGUNOS DÍAS DESDE QUE las clases en Hogwarts habían comenzado, Olivia había estado observando al grupo de James atentamente, claro, sin parecer una acosadora, era solo que trataba de buscar el momento perfecto para acercarse al azabache, sin embargo, parecía que no quería llegar.

La rubia se dirigía junto a su mejor amigo hacia los invernaderos para tomar su clase de Herbología, en las manos llevaba una libreta de cuero que le había regalado Alya, en la cual iba tachando todos los planes que no habían funcionado o sabía que no funcionarían.

─ Hmm... clase de Pociones, no. Encantamientos, no. Gran Comedor...

─ No ─ Completó Thomas por ella, haciendo que la chica lo mirara mal.

─ Entonces ayuda, esa era una buena idea, puedo ir con la excusa de buscar a Remus y ¡ABRACADAVRA! James será mi amigo.

─ ¿Estás segura de que en primer lugar él quiere ser tu amigo?

─ Por supuesto, ¿Quién no querría ser mi amigo?

Justo en ese momento, un grupo de Slytherin encabezado pro Severus Snape, pasó junto a ellos, empujando a la rubia en el proceso, voceando un "Estúpidos tejones".

─ Imbéciles ─ Murmuró Olivia, quien era sostenida por Thomas.

─ Gracias, Tommy ─ Sonrío.

─ No fue nada, y... sabes, esa idea que involucra a Remus Lupin no me molesta, ¿Sabes?

Olivia lo miró con sorpresa, abriendo mucho la boca. Tom quien la conocía perfectamente, puso una mano sobre sus labios para que no gritara ─ ¿QUÉ?, ¿Desde cuándo?

─ Desde nunca, Liv ─ Miró hacia los lados, esperando que no hubiera nadie que lo pudiera escuchar ─ Es solo que ayer... él no es para nada desagradable y físicamente mucho menos.

─ Sí, es lindo.

─ ¡Hey! Yo lo vi primero.

─ Como sea, me gusta tu optimismo, así que hagámoslo.

Los chicos finalmente llegaron al invernadero, después de saludar a la profesora Sprout, se sentaron en las filas de en medio, poco a poco, los alumnos fueron llegando al lugar, en donde afortunadamente ese día, solamente aprenderían la teoría y no la práctica.

─ Remus ─ Susurró la rubia hacia el castaño ─ ¿Dónde está... ya sabes quién?

El joven se encogió de hombros y volvió a su pergamino, justo después de darle una mirada a Thomas, quien se sonrojo en ese instante.

─ Pido ser madrina.

─ Por supuesto que sí.

Aproximadamente unos veinte minutos después de que la clase había empezado, James llegó al invernadero recibiendo toda la atención de sus compañeros ─ Lamento la tardanza, profesora, ¿Puedo pasar?

─ Señor Potter, ah... por supuesto, pase, pase.

El azabache se dirigió al final del lugar, bajo la mirada atenta de Olivia y es que detestaba que los profesores lo miraran con pena, como si fuera un cachorro extraviado, sabía perfectamente que la pérdida de sus padres había sido algo de lo que toda la comunidad mágica se había enterado y sí, era lamentable, probablemente el hecho más triste de su vida, pero lo último que necesitaba era sentir la lástima de los demás.

. . .

James Potter siempre se había caracterizado por su simpatía, no importaba cuán bromista fuera y cuántos dolores de cabeza les hubiera provocado a los profesores de Hogwarts, todos sabían que si se lo preguntaban, él estaría ahí para apoyarles.

Era lamentable ver lo solitario y triste que parecía, iba y venía a clases sin compañía, se paseaba por los pasillos con la cabeza gacha, solo para ir de las aulas a su habitación y así sucesivamente. Parecía que había perdido los ánimos para todo, ya no hacía bromas, ya no jugueteaba con sus amigos, ni siquiera parecía babear ridículamente por Lily Evans y eso era realmente grave.

Nadie sabía qué decir o hacer con exactitud, todo parecía incorrecto, porque, ¿Qué se supone que le dices a alguien que perdió a sus padres en tan poco tiempo y a tan corta edad? James no tenía más de diecisiete años en ese entonces y ya había quedado huérfano con una guerra avecinándose.

El azabache se encontraba en la Torre de Astronomía fumando un cigarrillo, desde que había regresado a Hogwarts, ese se había convertido en su lugar favorito, no había nadie después de las diez, era frío y tenía una vista que lo distraía de lo mal que se estaba sintiendo en ese momento. Le dio otra calada al puro que estaba entre sus dedos y se recargó de un barandal, tenía los ojos demasiado rojos debido a que había estado llorando durante la última hora.

Olivia, quien había logrado conseguir su ubicación exacta gracias a los Merodeadores, llegó hasta la torre, estaba demasiado sudada y acalorada, ¿Por qué había tantos escalones? Visualizó a James quien se encontraba de espaldas, su cabello estaba más desordenado de lo normal y parecía no haberse cambiado la ropa en todo el día.

Carraspeó un poco, sin embargo el muchacho, no volteó.

Lo hizo de nuevo... Nada.

La muchacha se acercó a pasos lentos y poco decididos, tocó su hombro cortamente, murmurando y casi inaudible "hola". Potter se volvió hacía ella frunciendo el ceño, no la recordaba de nada, tal vez de los pasillos, pero nada especial.

─ ¿Te conozco?

─ ¿Hmm? No, no, mucho gusto ─ Extendió su mano, pero el azabache no la tomó ─ Soy Olivia Eyre.

Ninguno dijo nada por un momento, Olivia no sabía cómo empezar y James simplemente la miraba sin interés.

─ ¿Esperas algo? Si estás aquí hablándome, entonces supongo que no necesitas una presentación.

─ Ahh, no, no...

─ ¿Y bien... qué quieres?

─ Nada, yo solo... escucha, mis padres murieron hace unos años en una misión, eran aurores, solo estoy aquí para decirte que si necesitas hablar con alguien que te entienda de... lo que sea, yo estoy aquí y cuentas conmigo. ─ Tal vez no había sido la mejor manera de empezar, pero fue lo primero que se le ocurrió, y lo decía desde el fondo de su corazón.

─ ¿Esperas que tu trágica historia familiar me haga sentir mejor?

─ B-Bueno... yo no...

─ Sí ya terminaste, entonces por favor déjame solo ─ Al notar que Olivia no se movía, James bufó molesto ─ ¿Te vas a mover o qué?

La rubia meneó la cabeza sin saber qué decir exactamente, así que James extendió su mano para que la chica hiciera lo mismo, y cuando lo hizo, Potter presionó su cigarrillo casi terminado, apagándolo sobre la palma de la chica y retirándose del lugar.

Olivia suspiró, eso sin duda, iba a ser una tarea difícil.

evermore ; james potterWhere stories live. Discover now