Uno

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Trabajo hecho para soyunamarraqueta

Muchas gracias por confiar en mi y apoyarme! ♡

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Every day we started fighting

Every night we fell in love

No one else could make me sadder

But no one else could lift me high above

.

.

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Dazai podría admitir sin tapujos que Nakahara Chuuya era ciertamente atractivo.

Claro, podría decirlo con una connotación burlona por la cual Chuuya intentaría atestarle un par de patadas y le gritaría un par de improperios intentando fingir que sus mejillas no estaban ruborizadas.

Admitirlo frente a los demás era algo que por lejos tenía en mente, pero que no tenía problemas en hacerlo frente al pelirrojo. Total, eran solo juegos de adolescente hormonales.

—Hey, enano, ese pantalón sí que te favorece.

—¡UGH, CÁLLATE, MIERDA!

Y así, Dazai empezó con su pasatiempo de abochornar a Chuuya con inesperados comentarios sugerentes, para quitarle algo de monotonía a su vida.

Jamás estuvo dentro de sus calculos que algun día Chuuya abandonaran sus escenas de vergüenza para decidir seguirle el juego.

Ya era bastante tarde por la noche

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Ya era bastante tarde por la noche. Ambos apenas estaban ingresando al edificio después de una misión para darle el informe a Mori. Los pasillos de la Port Mafia estaban completamente desolados y casi a oscuras, a excepción de la pequeña lucecita instalada cada par de metros en la pared.

—Ah, que sueño —murmuró Dazai con deje quejumbroso, caminando un par de pasos por detrás de Chuuya.

—Entonces apresúrate y camina —respondió este de forma irritada.

Dazai observó fijamente la espalda de Nakahara. Debido a su estatura, sus hombros eran pequeños y ese chaleco le moldeaba perfectamente su cintura y, a pesar de que sus caderas no eran exactamente anchas, ya era suficiente para dar una vista exquisita.

—Hey, Chuuya.

—¿Ahora que quieres?

Dazai se acercó dando pasos divertidos, hasta quedar justo al lado de Nakahara, quién lo miro con una mueca impaciente, sin ganas de estar soportando las tonterías de Osamu en lugar de apresurarse a terminar su trabajo y finalmente los dos poder largarse a dormir.

—Tienes una basurita aquí —canturreó acercando su mano al lóbulo de la oreja del pelirrojo. Dio un pequeño pellizco a la piel para luego trazar un cosquilloso recorrido con sus dedos hasta su garganta.

Dazai reprimió una risita traviesa al reparar en el rubor que había empezado a extenderse en las mejillas de Chuuya. Sin más se volteó para retomar su camino, regocijándose mentalmente por la anterior expresión que atestiguó.

—Oe, Dazai.

El aludido se volteó ante el llamado, encontrándose con Nakahara, con solo centímetros de distancia separándolos. Alzó una ceja con confusión.

—También tienes algo aquí. —Su mano enguantada se dirigió hasta la nuca de Osamu, dónde dio un ligero toque y de manera suave empujó un poco su cuello, atrayéndolo hacia él y reduciendo la distancia de sus rostros por milímetros.

Un par de milímetros que dejaron atónito a Dazai. Cuando Chuuya reparó en esto, sus labios se curvaron en una sonrisa ladina y coqueta, que fue capaz de quitarle el aliento en un solo segundo. Lo soltó, apartando su mano y dejando que esta cayera floja sobre el hombro de Osamu.

—Apúrate. Ya quiero irme de aquí. —Y sin más, se volteó para continuar su camino dándole la espalda.

Osamu pestañeó un par de veces para terminar de procesar el suceso reciente, sin poder borrar la imagen de la sonrisa lasciva de Chuuya. Carraspeó y siguió caminando detrás de Chuuya, intentando vanamente ignorar el ardor que empañaba sus mejillas.

Furtivo | Soukoku 《COMISIÓN》Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora