Adiós al cuento de hadas

XXVII

Pov anastasia.

Nos quedamos a solas con christian, estoy confundida, la diosa que llevo dentro quiere lanzarse a sus brazos, pero mi racionalidad me hace recordar estos 4 años que pase sin él,  que cuando necesite una caricia, una palabra de aliento no tuve nada, él simplemente desapareció y jamas se quiso ser cargo ni de mi y menos de MI HIJO.

-ok, grey, que quieres hablar sobre MI HIJO.
-Ana,  porfavor es nuestro hijo.

La rabia que me da cuando se refiere a mi teddy como su hijo, es casi inaguantable.
-déjame decirte algunas cosas grey,  en primer lugar es MI HIJO, segundo soy yo quien tuvo que soportar tu indiferencia durante todo este tiempo, jamás tuviste un segundo de duda para ir a preguntarme si realmente era tuyo o no, claro hasta ahora que lo viste acá.
- Ana se que soy un completo idiota, no puedo hacer que el tiempo corra hacia atrás,  por Dios cuanto me gustaría hacerlo. Pero ahora quiero recuperarlos, Ana yo aun te quiero.

Cada palabra que sale de su boca me resulta más repulsiva.

- no christian,  recuperarnos jamás,  yo no voy a negar a mi hijo que tenga a su padre al lado, pero lo nuestro se acabó hace mucho tiempo, no puedo sentir amor por alguien que no confío en mi,  que no fue capaz de buscarme y mucho menos apoyarme. Si quieres que teddy sepa que eres su padre no me negaré a eso, pues no soy la puta egoísta que fuiste tu.

Dios mio ya no se que estoy hablando, esto parece un vómito verbal.

- Ana,  disculpa, se nota que me odias.
- no te odio christian,  solo es que tengo mucha  rabia  acumulada dentro, yo jamás quise buscarte, se que te enteraste de mi embarazo por Kate y elliot,  fueron ellos quienes me contaron como reaccionaste. - ya no puedo resistir más,  las lágrimas comienzan a brotar de mis ojos.

-en lo más profundo de mi corazón había una mínima esperanza,  creyendo que vendrías a nosotros algún día durante mi embarazo, pero con el paso del tiempo toda esperanza se murió,  fuiste tu quien mató el sentimiento que tenia hacia ti.

Christian se acerca a mi, no puedo evitarlo y me abraza, siento que un choque eléctrico recorre mi cuerpo, Dios mio han pasado casi mas de 4 años y este hombre sigue poniendo mi mundo de cabeza, su olor, esa sensación de sentirme segura entre sus brazos aún sigue, mi cuerpo traicionero y lo beso, como si de eso dependiera mi vida.