Danna & Gauss.

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Danna.

Seco con rapidez mis lágrimas viendo a la hermosa familia que forme junto a Gauss. Es la primera navidad que pasamos todos juntos, no somos solo Lucía, Hunter y yo, esta vez éramos una multitudinaria familia festejando esta fecha todos juntos.
Es nuestra primer fiesta siendo anfitriones en esta gran mansión en San Petersburgo, al cual llamamos dulce hogar. Así como otra lágrima se me escapa, una gran sonrisa se forma en mi rostro observando como mi esposo está sentado en el medio de la sala ayudando a nuestros hijos abrir sus regalos, las gemelas dormían a mi lado, pero los niños más grande no podían controlar su ansiedad sobre todo al ver las infinidades de regalos en exceso que recibían este año.

Me siento extremadamente feliz.

Nunca imaginé algo como esto y me siento orgullosa de mis decisiones de apostar todo con él.

— ¿Estás bien? — escucho que me dice Alexia entregandome una copa de champaña.

— Solo emocionada — contesto sonriendo.

— Nunca imaginé verlos de esa forma — acota Natasha llegando a nosotras con su precioso bebé rubio en brazos mientras observa a Gauss con nuestros niños y a Gavriel con sus gemelos.

— Puede ser un verdadero cavernicola, un asesino despiadado, un calculador en temas de la mafia, pero se ve adorable en su modo papá — dice Alexia con una gran sonrisa.

— Gauss también se ve adorable modo papá — declaro con una gran sonrisa.

— Vaya que en verdad aman a mis primos — afirma Natasha riendo.

— Amo todo de Gavriel — sentencia Lexie.

— Amo todo de Gauss — digo mirando de nuevo a mi esposo con nuestros hijos.

— Empalagan — nos contesta rodando sus ojos.

— Perra — bromea la reina de la Bratva dándole un suave empujón que solo las hace reír a ambas.

Ellas me contaron que cuando se conocieron ambas se odiaban, me cuesta tanto creerles porque lo que observo en este momento no se asemeja en nada a lo que me dijeron, yo las veo completamente diferente, se apoyan, son cómplices y a me integraron a este grupo de las chicas Sokolova.

— Más perra que nunca — afirma Nat.

— ¡Iggy! — gritan el nombre de mi hijo y observo como una torbellino rubio pasa corriendo entre nosotras llamando la atención de Ignati.

La niña rubia italiana se sienta a su lado, Ignati se ríe y ambos se ponen a hablar con complicidad que nos toma por sorpresa.

— Geronimo quiere en un futuro un compromiso de Jade con Ignati....

— ¡No vamos a permitir eso! — sentenciamos a la misma vez con Alexia, elevando nuestros tonos de voz que hacen que nuestros esposos nos observen intrigados.

— A sus cosas, es una conversación entre damas — interviene Nat con una fulminante mirada.

— Dentro de esas damas está mi esposa y me interesa saber que es lo que no va a permitir — declara Gavriel con su ceño fruncido.

— ¡Mami! ¡Mami! — la llaman sus gemelos que no tardan en correr por ella para tirar su mano y llevársela.

— Posesivos como su padre — acota Natasha riendo.

— ¡Papi! — chilla su hijo al ver como Geronimo se acerca a ellos.

— ¿Extrañaste a papá, pequeño rubio? — le pregunta tomando al niño que se tira a sus brazos.

¿Quién lo diría, los líderes de la mafia rusa y el líder de todas las mafias italianas reunidos para la navidad?

Difícil de creer, pero acá estábamos todos reunidos.

— No te preocupes, tampoco dejaré que suceda esa unión, no si ellos no quieren — me susurra guiñando uno de sus ojos la prima de mi esposo.

No quiero para ninguno de mis hijos un amor arreglado, solo deseo que ellos se enamoren sabiamente de la persona correcta y pueden ser felices.

— Esposa — escucho que dice Gauss abrazando mi cintura y deja un beso en mi cuello que me hace estremecer.

— Suena lindo cuando lo dices — murmuro girando para quedar entre sus brazos.

— Mi esposa, solo mía — sentencia de manera posesiva.

— Mi esposo, amo verte con nuestros hijos — reconozco abrazándolo.

— Amo a nuestros hijos — agrega. — Cuando todos duerman esta noche te daré el regalo que Santa Clauss me dejó para ti — murmura mordiendo el lóbulo de mi oreja.

Pensar en eso solo traía imágenes nuestras sin ropa y practicando muchas de las poses sexuales que no tenía idea que existían. Me fascina día a día aprender algo nuevo.

— Entonces fui una buena niña si Santa Clauss me trajo un regalo — musito solo para que él me escuche y bajo mis manos para apoyarlas en su pecho.

— Una muy buena niña que merece una buena follada — susurra.

— Que ganas de disfrutar de mi regalo — digo mordiendo mi labio inferior.

Gauss los observa y tensa su mandíbula, él no era el único que sabía jugar este juego de seducción.

— No tienes idea de cuanto lo vas a disfrutar — afirma con seguridad.

Nuestras hijas lloran en simultáneo cortando nuestro momento y él sonríe negando su cabeza mientras se acerca a sus cochecitos para observarlas.

— Princesas, deben seguir durmiendo — les dice mientra mueve el chochecito buscando así tratar de dormirlas.

Amo todas las facetas de Gauss, su lado pervertido, su lado enojado, ese lado que solo yo conozco, pero mi favorito es su modo siendo papá.

Soy una afortunada, tengo el mejor papá para mis pequeños niños, él ama a cada uno y ellos lo aman a él con locura.

Esta es la primera navidad de muchas que pasaremos juntos y en familia, no hay nada más lindo que esto.
































* ¡FELIZ NAVIDAD!

Les dejo un pequeño regalo de Navidad, un poco atrasado, pero la intención es lo que cuenta.

Espero que les haya gustado.

Nos vemos pronto ❤

Extras SAP.Where stories live. Discover now