1

2.5K 257 184
                                    

We could leave the Christmas lights up 'til January
"Podríamos dejar las luces de Navidad encendidas hasta enero"

Sala común de Gryffindor, 1995.

—¿Donde te crees que vas?

Fred pronunció un "mierda" mientras cerraba sus ojos maldeciéndose internamente. Odiaba estar pillado en esa situación y es que sabía perfectamente que si estuviera haciendo algo bueno no le importaría decirlo.

Ese era el problema. Él no iba a hacer algo de lo que pudiera sentirse orgulloso. Giró lentamente la cabeza hacia George el cual se encontraba de brazos cruzados delante de él.
—Estirar... ¿las piernas?— respondió muy confuso.

—Claro, te acompaño.— dijo George siguiéndole el juego con una sonrisa un tanto malvada sabiendo que, obviamente su hermano mentía.
—Eres muy pegajoso a veces. Te lo habían dicho?— le recordó el gemelo mayor con fastidio.

George levantó una ceja y no pudo aguantar sonreír burlonamente.
—¿Acaso he pillado a Freddie haciendo de sus travesuras?— le preguntó irónicamente. Este solo rodó los ojos y se cruzó de brazos.— Vamos Freddie, sabes que de todas la personas que hay en todo el mundo no me puedes engañar, y realmente me ofende que quieras intentarlo.— explicó fingiendo dolor en el pecho.

—Eres odioso, ¿me dejarás irme?— preguntó como si fuera un niño pequeño.
—¿En que momento te he dicho que no puedas irte? Solo te he dicho... que voy a acompañarte.— mencionó este con cara inocente.

El pelirrojo miraba a George fijamente y llegó un punto que se dijo a sí mismo "no vale la pena" así que solo se encogió de hombros.
—Bien, vamos.— aceptó mientras rodaba los ojos y señalaba la puerta con la cabeza para salir.

Ambos gemelos Weasley fueron al comedor donde cierto grupo de estudiantes de último año conversaban tranquilamente.
—George! Fred!— les saludó Angelina sonriente para que se sentaran con ellos.

Mientras que George se situó entre la morena y Lee Jordan, Fred analizó a las personas rápidamente antes de tomar asiento en uno de los extremos, algo alejado del drama, y con drama, se refería a Lee.

Pero también había un motivo para esto, era muy sencillo. Sonrió para si mismo con cierta picardía al ver como cierta persona no podía quitar su mirada de él.

Intentaba disimularlo, pero ya estaba más que pillada. Fred lo sabía, básicamente porque estaba igual de hipnotizado.

Se acomodó en el asiento y pasó una mano por su cabello desordenándolo sutilmente, ganando que esa persona tuviera que mirar a otro lado, sin duda alguna nerviosa.

—¿¡Fred!? ¡Te estoy hablando!— claro que la voz de su amigo moreno lo sacó de ese trance adictivo. Ella.
—Jordan, soy todo oídos.— respondió este con la misma sonrisa juguetona.

—Si, como te decía, Umbridge ha prohibido vuestros productos. ¿Que tenéis en mente?— preguntó el moreno levantando una ceja hacia el pelirrojo el cual levantó las manos en forma de rendición.

—Algo pensaremos. Umbridge no es tan lista como quiere hacer creer. Nosotros somos mejores.— explicó incorporándose, aún sintiendo la mirada curiosa de ella.

—De hecho, ya tenemos algo pensado, algo arriesgado, ¿no es así Freddie?— preguntó George esperando la confirmación de este.
Um, si, claro.— respondió este.

Claro que era arriesgado, ella era peligro puro.

—¿Te encuentras bien? Estás algo... disperso, más de lo normal.— preguntó Angelina algo confusa, causando que todas las miradas de la mesa fueran hacia este.
—Perfectamente.— Fred asintió y respondió sin más.— Estaba pensando, solo en mis cosas.

Y esos dulces pensamientos fueron completamente bloqueados cuando la puerta del gran comedor se abrió dejando ver una figura entre la multitud.
—Mira quien viene por ahí...— susurró la morena con una sonrisa pícara.

Fred también sonrió divertidamente. Estiró un poco la pierna por debajo de la mesa y pisó a la chica que tenía delante de él.
—Ahí estás Atenea, llevo buscándote por todos los pasillos de Hogwarts.— mencionó el chico que acaba de entrar.

—Menudo paseo te has dado entonces.— soltó Fred haciendo reír a todos.— ¿Como estás Turner? Hace tiempo que no se te ve.
—Estudiando, ya sabéis lo exigentes que se han puesto las normas.— respondió este colocando sus manos en los hombros de la chica.

—¿No habíamos quedado dentro de un rato?— preguntó la Hufflepuff mirando de reojo al chico.
—Si pero he pensando en algo... así que, ¿vamos?— le preguntó este con voz dulce.

¿Que era lo más divertido de todo eso? Era que la chica tenia novio. Era como todo más emocionante para el pelirrojo saber que la Hufflepuff se derretía por él mientras le mentía a otro a la cara. Hasta pensaba que ella lo hacía adrede.

Claro que nadie debía saberlo, no estaba muy bien visto meterse con la hermana de uno de tus mejores amigos.
—Cuidado lo que haces con mi hermana Jacob.— le advirtió Lee rodando los ojos.

Jacob Turner, el novio de Atenea Jordan, de la casa Ravenclaw, golpeador igual que Fred Weasley, que ironía, ¿cierto?

—Teniendo en cuenta de que yo nací primero soy mayor que tú, no necesito tu permiso.— mencionó la chica finalmente levantándose de allí mientras le quitaba el bocadillo que tenía en la mesa a su hermano.
—Aún así eres una mocosa.— se quejó este.

Atenea rodó los ojos divertidamente y no evitó mirar a Fred antes de despedirse de todos para irse junto con Jacob. Sin que nadie viera, le guiñó el ojo y salió de allí.

Sabía como activar todos los sentidos del pelirrojo el cual suspiró profundamente mientras veía como marchaba.

—Al parecer la pequeña Atenea está sacando su carácter.— se burló George a Lee el cual negó.
—A veces me da miedo.— soltó de un suspiro.— No habéis conocido a mi hermana y a su lado oscuro... no os lo recomiendo.

Y mientras todos reían, cierto pelirrojo intentaba no sonreír demasiado ante esa afirmación.
—Tengo que irme.— dijo de repente Fred levantándose sin más.— No he hecho el ensayo de pociones.

Y es que acababan de volver de Navidad y ya les habían puesto prácticas, ensayos y exámenes para avaluarlos y prepararlos para los ÉXTASIS.
—Ni un solo descanso.— dijo de un bufido mientras caminaba hacia su sala común.

Claro que, también aprovechaba para lo que le convenía. Sonrió al ver a la profesora de transformaciones por los pasillos y mientras se acercaba ya podía ver la cara que se les pondría a la parejita.
—Señor Weasley.— lo saludó McGonagall.

—Profesora, no quiero ser metiche, pero a la vuelta de este pasillo hay dos alumnos besándose y compartiendo momentos algo íntimos e inapropiados.— explicó intentando disimular a la perfección.

Minerva suspiró y sin más fue a comprobar lo que el Gryffindor había acusado. Y Fred? Solo se apoyó en la pared que tenía y esperó. "Señorita Jordan y señor Turner! Que decepcionante! Dos de mis mejores alumnos!"

El pelirrojo sonrió satisfecho con su trabajo y mientras caminaba dirección a su sala común, miraba el techo pensando... en lo raro que era.
—¿Aún hay luces de navidad? ¿En enero?

Era tan raro como lo que sentía sobre Atenea Jordan. La hermana de su mejor amigo, la Hufflepuff que todos querían, la chica perfecta para muchos.

Y es que ella estaba prohibida para él.

lover (Fred Weasley)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora