-Siempre fuimos ella y yo- susurró mientras contengo un sollozo- ahora estoy sola.
-Tu mamá eligió estar sola- la voz de Maggie suena rasposa- No tienes porque estar sola. Tienes derecho a conocer a tu familia- mi frente se frunce ante la mención de...
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|CAPÍTULO 8|ACTO UNO|
Rodeo la toalla en mi cuerpo mojado y salgo del baño para buscar entre mis cajones mi pijama.
-¡¿Donde estas?!- murmuró mientras busco mi pijama favorita entre los cajones.
-¿Hablando sola?- me giro asustada mientras un grito se escapa de mis labios.
-¡¿Que mierda haces aquí?!- agarro fuertemente la toalla que rodea mi cuerpo para que esta no se cayera.
-¿Charlotte?- la voz de Charlie al otro lado de la puerta me sobresalta y yo miro al chico que me mira con una sonrisa burlona. Si Charlie ve a Paul en mi habitación se que no se lo tomará de la mejor manera y menos por mi falta de vestimenta.-¿Estas bien?-Paul se sienta en mi cama y observa con atención mi habitación como si no le importara que Charlie estuviera al otro lado de la puerta.
-Ehh- balbuceó sin saber que decir- si solo me resbale- trató de levantar a Paul de mi cama pero este no se mueve ni un centímetro.- Lárgate de mi cuarto- le susurró furiosa a Paul.
-¿Te lastimaste?- la voz de Charlie vuelve a escucharse.-¿Puedo entrar?
-Si ¡No!- digo rápidamente nerviosa y Paul suelta una risa, coloco mi mano en sus labios para que haga silencio.- Me cambio y bajo.
-No tardes, Billy esta por llegar- me quedo quieta escuchando como los pasos de Charlie se alejaban. Alejo mi mano de los labios de Paul cuando este pasa su lengua por mi mano.
-Eres asqueroso- limpio mi mano con la toalla.- Me iré a vestir y cuando regrese espero que ya no estés aquí.
Me olvidó de buscar mi pijama favorita y tomo la primera muda de ropa que encuentro y con pasos apresurados me adentro al baño.
¿Que carajos hacia aquí?
No veía a Paul desde el viernes cundo se convirtió en lobo en casa de Sam y hoy es domingo. El día de ayer y hoy me lo pasé en casa leyendo y viendo una que otra película. En estos dos días la imagen de Emmett vino a mi mente en varias ocasiones por lo que me mantuve lo más ocupada posible.
Cuando termino de vestirme cepillo mi cabello y luego lo trenzo para que no me estorbe. Miro la puerta sin saber si salir o quedarme un rato en el baño con la esperanza de que Paul se haya ido de mi habitación.
Entre abro la puerta y asomó mi cabeza, suelto suspiro de alivio al ver como mi habitación se encuentra nuevamente vacía.
Bajo con rapidez las escaleras para encontrarme a Charlie en la cocina recargado del gabinete con la mirada perdida y sus brazos cruzados sobre su pecho.