ᴇɴғʀᴇɴᴛᴀᴍɪᴇɴᴛᴏ

267 31 1
                                    


Draco se quitó la capucha, miró al rededor e invocó un destello de luz con su varita. El bosque era espeso y ni un atisbo de luz de luna se colaba entre el ramitaje de las copas de los árboles. Harry estaba a su lado, tomándole fuertemente la mano; usaba su traje de auror aunque no estuviera en horario de trabajo oficial.

A comparación del nerviosismo e inseguridad que Harry llegó a irradiar durante los dos días de viaje que habían atravesado para llegar hasta ahí, y la seguridad de Draco por enfrentar su pasado, actualmente sucedía que los papeles se habían invertido: ahora Harry era el seguro y firme, y Draco el nervioso con una inmensas ganas de salir huyendo de ahí o esconder tras un arbusto.

Como un instinto de supervivencia, Draco se aferró a la muñeca de su esposo mientras intentaba ver más allá de la penumbra de los rincones siniestros del paraje. Nunca antes le había tenido tanto miedo a una zona como aquella, pues, cuando niño, solía encontrar la naturaleza como un alivio, un refugio seguro. Y hoy en día, parecía encontrar todo lo contrario.

-Harry...

Harry alzó una mano en una señal para que guardara silencio, concentrado en escuchar hasta el más mínimo de los ruidos.

-Debemos esperar.

Draco pintó la preocupación en su rostro, y debió ser por ello (o porque recordó a los pequeños que les esperaban en casa), que su instinto protector salió a flote e hizo de las suyas al ajustar el abrigo de Harry con manos temblorosas y pálidas, para que el frío no penetrara su garganta y le cobrara factura más tarde.

Harry sonrío internamente ante aquel gesto impulsivo. Imaginaba la inquietud que le provocaba a su pareja estar lejos de sus hijos, pero él (Harry), tampoco era ajeno a eso. Él también los echaba de menos. Pero con el puro pensamiento de querer volver a verlos pronto, se recordó también el propósito de esa misión acallada por ambos durante un buen tiempo (cuando Harry le platicó a Draco, luego de una tarde de frustrante de trabajo en el ministerio, sobre las estadísticas de desapariciones Veela y de jóvenes magos y brujas en manos de Greyback y su Secta tenebrosa). Evocando de igual forma, el tan impotente momento de hace dos días (antes de viajar), donde Draco le confesó las atrocidades que le hacían hacer y decir cuando era apenas un niño y un aprendiz de mortífago durante la estadía del Señor Tenebroso en Malfoy Manor.

Cerró los ojos y se obligó a mantenerse a raya cuando vislumbró al albino hacerse cada vez más pequeño a su costado; en parte por frío, en parte por el miedo que le producía la espera por encarar a quienes habían sido entrenados para asesinar y torturar en nombre de la oscuridad, por Fenrir Greyback y Voldemort. Aún así, transmitiéndole la seguridad y el amor que necesitaba para mantenerse al margen.

-No creo que vengan.

-Creéme, ellos jamás desperdician una oportunidad.

-¿No tienes miedo?

-... Sí.

Por un momento, Draco pareció navegar por los pliegues más recónditos de su pasado. A cuando él le hacía esa misma pregunta a su padre antes de una pelea o un encuentro con su "Amo", y Lucius le respondía con un «No» o «El miedo es para cobardes». Gracias a Dios, ahora sabía una nueva definición de ese sentimiento gracias a quienes se habían vuelto su nueva familia y amigos.

-Está bien -confesó-. Yo también lo tengo.

Harry le miró de soslayo, regalándole una media sonrisa que fue opacada por el repentino rugir de las bestias nocturnas a la distancia y de las ramas resquebrejándose. Después, a la distancia, los vieron.

Harry apretó más su mano y habló contundente. -Recuerda el plan... pase lo que pase, quédate apegado a tu parte del plan.

Draco tragó amargo y, contra todos sus impulsos de desaparecerlos a ambos rápidamente, antes de que cualquier otra cosa pasara, respondió:

-Lo haré, siempre y cuando tú te mantengas apegado a tu parte -y luego, más serio-: Lo digo en serio, Potter, si esto no resulta bien para los dos, te dejaré con las ganas un año entero... o hasta que se me pase el coraje.

Y contra todo pronóstico, Harry sonrió.

-Lo tendré en mente para motivarme, gracias dragón.

Draco lo besó fugazmente antes de ponerse en posición de defensa.

-Más te vale.


















A CRAZY MAGIC FAMILY: Segunda TemporadaWhere stories live. Discover now