El niño triste y el rey lagarto .

Api Im.

Las cosas románticas y sexuales entre ellos se habían dado de manera rápida, sin aviso y estrepitosamente como un desastre natural.

En las labores de la casa, en la ducha, a la hora de dormir.

La tensión sexual había ido de un nada a un todo, de la noche a la mañana.

Kurt se cepilla los dientes mirándose al espejo y sin previo aviso tenía al rey lagarto detrás suyo tomando los costados de su cadera como si de pronto hubiera algo más de carne allí que el hueso por la tarde.

Había pasado de ser "el larguirucho niño triste" a "Mi Kurt" "Mi niño triste " "mi loco de mirada dormilona"

¿En que momento?

Las palabras clave, el beso frente a Francés Bean.

Incluso sonaba ridículo.

-Yo ni siquiera era gay esa tarde... - Kurt susurró al reflejo de Jim abrazandolo por la espalda, de pronto se dio cuenta de lo que acaba de decir, gracias a la expresión de burla de Jim. - o sea, no es que lo sea ahora-

Y entonces por un lado estaban sus palabras y por otro sus acciones, el rubor en las mejillas y el involuntario acto de empujar su trasero hacia atrás para sentir el bulto de los pantalones de Jim hacían que sus palabras anteriores perdieran peso .

"mierda"

A Jim no lo había detenido que la pequeña niña estuviera rondando su casa, después de todo está en aprendizaje de caminar y lo hacía muy bien tomada de las paredes y de todo a su paso, incluso la pierna de su padre que era acariciado por Jim...

"El api Im" (papi Jim)

Así balbuceaba francés ahora, por todos lados

api Im esto... Api Im lo otro.

Mucho tenía que ver que él la trataba como una princesa verdadera.

Basta con ver la cama de ambos que se había convertido en la cama de Francés, cobertor púrpura con cortinas transparentes.

No podía aceptarlo abiertamente pero es que Jim de verdad se tomaba en serio el hecho de cuidar de la niña, le cocinaba purés saludables, le había ordenado que consiguiera todo lo necesario para la comodidad de la niña, sobretodo ahora que sabe que su color favorito es el púrpura.

Definitivamente él hubiera sido un padre excelso.

Por qué ahora lo estaba haciendo y no quería ver que esas virtudes le hacían derretirse ante él.

Jim Morrison es un hombre que de verdad merece ser llamado "api Im"