¿Broma de mal gusto?

137 19 3
                                    

Los rayos de sol fueron lo que despertaron a Sunoo.

No se hubiera levantado si no hubiera recordado lo que iba a hacer.

Después de tomar una ducha y desayunar un poco, salió del departamento y fue a la plaza.

Quería comprarle algo a Sunghoon, no iba a ir con las manos vacías. Iba a ser una gran sorpresa, rara pero seguro se pondría feliz.

Tu novio volviendo a la vida después de morir es algo que no se ve todos los días. De hecho, nunca.

Dos horas buscando el regalo perfecto, terminó comprando una planta pequeña, para que la cuidara, y su perfume favorito.

Tomó un taxi y llegó al hospital minutos después.

No fue muy difícil entrar, los doctores y enfermeras lo conocían porque estuvo ahí.

Cuando le indicaron la habitación en donde el azabache estaba, se dio cuenta que, estaba a lado de la suya. Cómo no se dio cuenta nunca.

Cerró los ojos y suspiró, los nervios y el miedo invadieron su cuerpo. No sabía cómo lo iba a tomar.

¿Y si lo echaba de su habitación? ¿Cómo iba a reaccionar?¿Y si se enojaba? ¿Y si no se acordaba de él...?

Sacudió la cabeza, intentando borrar todo pensamiento negativo.

Todo va a salir bien. Sí.

Su mano tomó la manija de la puerta y la giró lentamente. Estaba temblando demasiado.

La manija se giró completamente y la puerta se abrió.

~♡~

Sunghoon se encontraba comiendo la comida que le habían llevado hace unos minutos. No quería porque la comida de ahí, definitivamente no le gustaba. La verdad sí es un asco.

Cuando estuvo por comer la primera cucharada, la puerta se abrió, quedando su mano a medio camino y mirando curioso la puerta.

Hoy Heeseung vendría en la noche, así que no sabía quién podría ser.

La silueta de un chico con el cabello rosa se hizo presente, estaba de espalda así que no le veía la cara.

¿Heeseung se habrá cambiado de color de cabello?

No era posible, la complexión del cuerpo del chico no era la de Heeseung, y él era más bajo, por lo que no podía ser él.

Cuando el chico se volteó, vio su rostro. Éste tenía los ojos muy rasgados, como los de un zorro. Su cabello reposaba en su frente y traía consigo una cajita y una bolsa de regalo café.

¿Quién era? ¿Por qué había entrado a su habitación? ¿Lo conocía?

Lo miró confundido y el otro le sonrió con nervios.

¿Por qué le estaba sonriendo?

El chico más bajo abrió la boca para hablar, pero antes de que lo hiciera, el azabache habló.

— Hola, ¿se te ofrece algo?

El cuerpo de Sunoo tembló.

— Hola… Yo-

— ¿Cuál es tu nombre?

¿Qué?

¿No lo recordaba?

Mine! - Sungsun/SunsunWhere stories live. Discover now