14.

74 5 0
                                    

¿Dónde está?. — gritó sacudiendo las sábanas de la cama. — ¡no lo escondas Wooyoung! ¡Dime ya, donde está ese maldito!.

A ver, ¿qué te pasa? ¿Te volviste loca o qué?. — Wooyoung la tomó con fuerza de los brazos haciendo que esta se quejara. — ¿quién te crees que eres para entrar así a la habitación? 

¡Si, estoy loca! ¡Estoy loca por tu culpa!. — los ojos de la menor se llenaron de lágrimas y un San asustado salió del baño al escuchar los gritos. — estoy loca porque me dejaste, porque te fuiste y me dejaste como si no valiera nada, por irte detrás de un niño que a lo mejor ni una mamada te sabe hacer.

San no es un niño y tampoco necesita darme mamadas para hacerme feliz. — habló el mayor apretando más su agarre. — ¿cómo supiste que estaba aquí?.

¡Te seguí hasta aquí! Te vi en la entrada de la universidad, fuiste por él y hasta le llevaste flores. — las lágrimas no paraban de caer y San trago en seco, al parecer ninguno de los mayores había notado su presencia en el momento. — tú nunca fuiste por mí, ni me llevaste flores, siempre dijiste que debíamos ser cuidadosos porque los paparazis eran muy persistentes y no querías que nuestra relación se viera afectada por los rumores.

Si una persona nunca fue amable o tierna contigo durante una relación, no puedes esperar que sea igual con los demás. — habló Wooyoung. — simplemente no nació en él ser así, todas las personas reaccionan diferente ante la persona que le gusta.

¿Ya te lo llevaste a la cama, no? Ya lo llenaste de regalos y dinero. — Lisa sonreía con amargura tratando de soltarse del agarre del moreno. — después de todo eso es lo mejor que sabes hacer, comprar a tus amantes con regalos caros y después cambiar su vida para que estén un poco cerca a tu nivel. A mi me convertiste en una gran modelo y te esforzarte tanto, que soy una de las mujeres más solicitada en pasarelas, estudios y videos musicales y ahora a tu ceniciento, lo tienes en la universidad estudiando arquitectura para que más adelante esté a tu nivel también, ¿cuánto le estás pagando?.

Eso a ti no te importa. — los ojos de Wooyoung ardían en ira, aunque sabía que ella tenía razón, aunque no del todo, cuando él la conoció era una modelo de talla baja en Tailandia y al ver su potencial, sabía que podía llegar a ser la modelo que era ahora, pero su mayor debilidad fue enamorarse de un hombre que sólo se amaba a sí mismo en aquel entonces y lo único que buscaba, era satisfacer sus propias necesidades. — ahora largate de aquí maldita loca, no quiero que San salga y te vea así como estás, se va asustar y va a pensar que nos estás acosando.

¿Sabes cuánto tiempo llevo  esperando que ustedes dos salieran?. — habló ella una vez más, San abrió sus ojos con sorpresa, ¿acaso los había seguido?. — ¿sabes cuanto? ¡Respóndeme!

¡No lo sé! No me importa, desde que salimos de la universidad me imagino. — habló él provocando que ella riera. — estás completamente loca, ¿cómo pudiste quedarte todo ese tiempo ahí abajo? ¿Y por qué los encargados del hotel no te sacaron?.

Porque yo pedí la habitación del lado. — sonrió con tristeza, Wooyoung la soltó y ella cayó al suelo derrotada. — no sabes lo humillante que fue escuchar a ese estúpido gemir tu nombre, seguramente ni siquiera te acuerdas de todas las veces que yo también lo hice. Wooyoung estaba asqueado, en realidad esa chica estaba loca.

Estás enferma, necesitas ir con un profesional. — Wooyoung tomó su teléfono y marcó un número. — no quiero verte cerca de San ni siquiera por casualidad.

¿Qué estás haciendo?. — se levantó apoyándose en las piernas del mayor, llegando a su entrepierna y tocandola. — ¿acaso no te gusta que haga esto?.

¡No me toques!. — Wooyoung la empujó lejos de él y San intervino en su auxilio. — ¡eres una maldita loca!.

Wooyoung, por favor. — San habló mirándolo asustado, no entendía que pasaba en realidad, pero desconocía ese lado violento del mayor. — ¿Estás bien?.

Mírame [WooSan] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora