SOMOS DOS LOCOS ENAMORADOS ©✔️

Juliett

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Somos dos locos enamorados
contra el mundo
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Nota 1°
Aveces te enamoras de la persona equivocada. Lo peor, es cuando no eres correspondida.

No puedo evitar sentir esto por él.

Callo porque es lo mejor.

Él no debería saberlo, saber que desde los 13 siento esto por él.

Todo comenzó desde hace años.

Somos los mejores amigos, desde niños. Nuestra amistad comenzó desde la escuela, a la edad de 6 años. Evans se acercó a mi, se volvió mi amigo, mi compañero de travesuras, mi confidente. Ese niño que me defendía de todos, me escuchaba llorar, me consolaba, me hacía reír.

Los niños crecen. Los años pasaron y nuestra amistad seguía siendo la misma. Sin problemas. Sin embargo, cuando cumplí 13, experimenté cosas. Sentí raras cosas por él. Rompí esa promesa que me hice de niña: Nunca fijarme en un niño. La pequeña Juliett solía tener asco al ver a los adultos dándose demostraciónes de afecto y entre ambos, prometimos ser solo amigos y nunca enamorarnos.

Apenas éramos unos niños.

Obvio, esa promesa fue rota por ambos al crecer.

Yo fui la primera en hacerlo.

No me culpen, Evans ya no era un niño, cambió mucho en la adolescencia y vaya el gran cambio. Desde sus largas pestañas, esa atractiva carita, esos ojos cafés, sus facciones de niño maduraron. Tal vez su nuevo cambio de peinado, ese cabello oscuro más largo. No sé. Hubo algo que me hizo verlo diferente.

Entre más tiempo pasábamos juntos. Más lo admiraba, más este sentimiento crecía. Al principio solo atracción, después quise evitarlo. Fue imposible. Incluso, llegué a sentirme culpable y más cuando él no tiene la menor idea.

He callado, he soportado tantas cosas.

Aunque Evans sigue siendo mi mejor amigo y siempre está ahí cuando más lo necesito, hay cosas que me molestan.

Que él tenga novia, me molesta.

Que pase tiempo con ella, me molesta.

A los 15 años, experimenté esos primeros celos al verlo con otra chica. Su primera novia y fue difícil ocultar mi molestia. Después, Evans terminó con ella, aquella vez sentí emoción, sin embargo me sentí mal por verlo así de afectado. Estuve ahí para consolarlo. Poco le duró cuando él volvió a tener otra novia.

Y desde entonces, es un patrón.

Mi mejor amigo tiene novia y yo tengo que soportar y ocultar mis celos porque no tengo ningún derecho a estarlo.

Él no se da cuenta de lo que siento por él.

Confundí amistad con amor.

La única que sabe mi secreto es mi mejor amigo, Gina. Ella es amiga de ambos, formó parte de nuestro grupo cuando entramos a la secundaria. Ella me descubrió. Fueron tantas veces que la ignoré, un rotundo no cuando me preguntaba si sentía algo por Evans. Esa fue mi respuesta siempre, aunque ella desconfiaba sobre eso.

Hasta que no pude más y lloré frente a ella. En aquella ocasión cuando no pude más y todo esto me arrebaso. Necesitaba hablarlo con alguien, con alguien que no fuera solo mi mamá, ella mi cómplice (a las mamás no se le puede ocultar nada) otra que guarda el secreto.

Ese día, hablé con Gina. Le confesé que me gusta Evans y ella prometió guardar el secreto como lo ha hecho todo esté tiempo.

Ella es cómplice de lo que callo. De como me afecta al verlo con alguien más.

Traté de olvidarlo. Intenté hacerlo pero no pude aunque saliera con más chicos, porque ninguno se compara con Evans.

Fueron tantas veces que Gina me pidió decirle la verdad. Por cobarde no me atrevo.

Evans no puede saberlo. No quiero que nuestra amistad salga afectada. No quiero que se aleje de mí. No quiero su rechazo, prefiero callar. Desahogarme con Gina o usar otras formas.

NOTAS.

Escribo notas en mi computadora, notas que él nunca leerá. Lo que siento por él. Todo lo que pienso, lo que sucede.

Evans no puede leerlas.

Prefiero seguir callando.

Prefiero seguir ocultando estos sentimientos que siento por mi mejor amigo.