✨ Capítulo Final ✨

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“Todo fue tan espontáneo, tan natural, que a ninguno de los dos nos pareció nada raro que de pronto, mi mano estuviera en su mano y que nos miraramos a los ojos como dos tontos”  / Mario Benedetti

  Narradora Omnisciente

Evans aparca su auto fuera de la casa de Juliett. Rápido baja y a pasos rápidos se dirige a la entrada. Tiene tanta impaciencia por llegar, verla y hablar con ella aunque en el fondo, no sabe como actuar, que decirle y tan solo pensar la idea que Juliett lo rechace, le asusta. Sin embargo, una parte de él quiere hacerlo o al menos intentarlo.

Se ajusta la mochila en su hombro y termina por llegar a la puerta. Toma una profunda respiración y toca dos veces.

Los nervios le invaden al pensar que verá a Juliett.

De pronto, la puerta es abierta por la madre de Juliett. Esta le sonríe al verlo, ella tenía la seguridad que vería al chico en su casa, tan solo fue un plan con Gina para ver feliz a su hija.

—Hola señora Julieta.

—Evans, que gusto verte.

Él la mira nervioso.

—¿Esta Juliett?

Ella asiente y le permite el paso.

—Entra

Evans se adentra a la casa, avanza unos pasos y se da la vuelta.

—Yo...

—Sube, está arriba en su habitación. Espero que mi hija quiera verte. Haz lo correcto.

Evans pestañea varias veces.

—¿Usted lo sabe?

Julieta asiente y se cruza de brazos.

—Vaya, todos se dieron cuenta menos nosotros. —Evans rasca su nuca—. Cree que mi madre...

—Lo sabe. Una como madre se da cuenta de ciertas cosas con nuestros hijos Evans. Ella tenía sus sospechas, yo las mías y un día, mi hija me lo confesó. Incluso, nosotras soñamos en verlos juntos pero no como amigos. —Julieta le sonrie—  No necesite que tú me lo dijeras cuando eres muy obvio al verla, me di cuenta cuando venías a verla. No la ves como tu amiga ¿verdad?

Él da un paso adelante.

—No supe fingir bien.

—Fingiste bien con Juliett o tal vez ese aprecio de amigos que se tienen, los cego al ver esas señales.

Evans asiente.

—Ambos actuamos mal. Julieta, en verdad quiero... amo a su hija y quiero arreglar las cosas con ella.

—Juliett me contó, está muy triste. Gracias a Gina logró estar un poco mejor, después ella se fue y no a querido verme. Quiere estar sola.

Evans gira la cabeza en dirección a las escaleras.

—Todo es mí culpa.

—Tienes que resolverlo Evans. Sube y dile la verdad a mí hija.

Evans regresa la vista al frente y asiente. Enseguida se da la vuelta y se pone en marcha subiendo las escaleras rápidamente.

SOMOS DOS LOCOS ENAMORADOS ©✔️ Where stories live. Discover now