Capítulo 90.

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P.O.V. Elizabeth.

Pues allí me encontraba yo, frente a mi papá, de rodillas.

- ¿William por qué tratas así a tu hermana?

Preguntó mi mamá mientras mi mami y mi papi lo miraban enojados.

- Bien ¿contesto yo, o tú hermanita?

Preguntó William mientras me miraba.

Tengo miedo, moriré de la peor manera... espero que haya un lugar en el cielo para mí.

Tragué tan fuerte saliva que mi garganta dolió mucho, lo miré y le supliqué con la mirada, él negó y yo bajé mi cabeza.

- Ven mi bebita.

Dijo mi mamá tratando de levantarme del suelo.

- Déjala allí.

Dijo mi papá enojado, me asusté y me quedé allí para que no se enoje con mi mamá.

- Habla William.

Ordenó enojado.

- Elizabeth estaba con dos tipos en el bosque, junto a Ariana, uno de ellos la cargaba en su espalda mientras otro estaba encima de ella.

Nunca en toda mi vida vi esa cara enojada de mi papá, parece un demonio, no aguanté y lloré.

Cuando se enoja no habla, sólo actúa... me tomó de los brazos y me levantó con increíble fuerza que en un segundo pasé de estar en el suelo a estar en el aire.

- ¿QUÉ HICISTE QUÉ?

- Papi, yo...

¿cómo hago para hablar mientras lloro?

Vi qué hizo un movimiento en forma de golpe. pero de pronto sentí que me jalaron y sentí que estaba en unos brazos muy suaves y pequeños, giré mi cabeza y era mi mamá, ella me miró con su rostro lleno de lágrimas, me sonrió y acunó mi rostro en su dulce pecho.

- ¡¡ROCÍO!!

Gritó mi papá, estaba más que enojado, y ahora con ella, sólo le dice Rocío cuando se enoja con ella.

- ¡¡NO!!

Ahora gritó mi mamá, eso jamás lo vi, mi mamá se está enfrentando a mi papá.

No sé de donde sacó fuerza, pero se levantó conmigo en sus brazos.

- Te juro qué si castigas a mi hija... me divorcio de ti y me la llevo.

Vi la cara de mi papá y ahora parece estar más enojada y sorprendida.

Yo no paraba de llorar, mi mamá me dejó en el suelo y rápidamente me llevo de allí, subimos las gradas y entramos a mi cuarto.

Me dejó en mi cama, fué a mi vestidor y regresó con ropa, me quitó el uniforme y me puso la ropa, se acostó conmigo y yo lloraba en sus pechos, no me importa donde, yo sólo quiero llorar.

- Mi bebita, tranquila, mami siempre te cuida y protege.

Dijo y me dió un beso.

- Mami.

Dije llorando, debí tener miedo ya qué mordí algo y mi mamá chilló de dolor, la miré y ella me miraba, bajé mi vista y vi que lo que estaba mordiendo era uno de sus pechos, me sorprendí y lo solté rápidamente.

- Perdón mami, no fue mi intención.

Dije avergonzada al 100 además me sentía mal, la lastimé.

- Tranquila mi bebita hermosa, no pasa nada, soy mami, además te comprendo.

Mía Para Siempre, Mi Luna. (En Edición)Where stories live. Discover now