HASTA CUANDO ...

PEQUEÑO DESOBEDIENTE

Quisiera volver a amarte ... volver a quererte ... volver a tenerte cerca de mí, mis ojos lloran por ti, me haces tanta falta no lo puedo negar ...

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Desobediencia

-Me has escuchado- pregunto Kangin a Hyuk después de repetir por segunda vez el reporte de la última inversión realizada, y darse cuenta que su jefe tenía la mirada perdida en algún lugar del horizonte.

-Si por supuesto- contesto Hyuk dando media vuelta dirigiéndose a su escritorio.

-Entonces, me permites hacer la visita-

-A donde-

-Lo vez- le reprocho su asesor financiero - no me has escuchado, te he dicho que la empresa con la que nos fusionamos en china quiere que conserves a todos los empleados con más de cinco años de trabajo, al resto podemos evaluarlos y echarlos si es posible-

-Le dijiste que quiero gente de Corea en los puestos-

-Sí y dijo que era racista-

-¿Racista?, ese hombre supongo que es de los locos que piensa en la igualdad-

-Creo que si -

-Está demente, él es quien necesita la fusión así que díselo, solo coreanos habrá en la empresa y en los principales puestos, el resto de peleles deben ser echados o designados a puestos inferiores-

-Si señor- dijo su subordinado y salió de su despacho Hyuk resoplo, aquella fecha lo ponía de mal humor, era un año más, uno más en el que la persona en quien más confiaba lo traiciono ,le robo la paz, le quito las ganas de confiar.

Aun recordaba haberse negado a la realidad a pesar de lo que vio, pero el celular con incrustaciones de diamantes que le había regalado era la prueba en aquel artefacto se encontraba cada uno de los mensajes de amor entre Kai y él, en ellos le declaraba sus ganas de verlo para soportar que se casaba con otro por su bien financiero, Hae solo estaba interesado en su dinero y lo comprobó cuando las tarjetas que se supone nunca usaba estaban vacías con todo el efectivo depositado en una cuenta a nombre de él, en un banco extranjero, había vendido su anillo de compromiso, el anillo que Hyuk le dio diciéndole que era muy importante pues perteneció a su madre, tan solo para comprar un auto a nombre de Kai y un departamento donde al parecer se veían con frecuencia.

Si solo hubiera sido un pequeño desliz lo hubiera perdonado, pero no fue así en realidad todo había sido un plan elaborado por Hae, utilizando su mente maestra en cada uno de sus movimientos y acciones en las que Hyuk cayo redondito.

No le reprocho el dinero robado lo único que le exigió fue su libertad, no deseaba seguir casado con él.

-Señor en la línea dos lo llama la señorita Dara-

¿Señorita?, no lo creo se dijo Hyuk, ya lo había comprobado muchas veces y por la misma razón no deseaba verla más – Dile que deje de molestar- contesto a su secretaria y se dedicó a su trabajo tenía una empresa que dirigir, una empresa que le dolía admitir había levantado siguiendo las notas y proyectos que Donghae había dejado escritos en una libreta vieja y remendada.

***

-Es una suerte que Hae fuera coreano de lo contrario correrías mi propia suerte - dijo Han Geng a la hora de la comida mientras le describía a su pareja la situación actual de la empresa.