Michael Smith, heredo de su familia una funeraria, negocio que aprendió a conocer desde adolescente. Lo que nunca imagino es que un día los muertos se llegarían a comunicar con el debelándole secretos que nunca debió haber escuchado.
– Ok gracias Marvin ya llego. ¿Amigo de la primaria? - Piensa Michael - Michael termina de guardar unas cosas y se dirige al salón. Cuando sale, justo al lado de Michael había un hombre de unos cuarenta y cinco años el dice:
– Michael!!, amigo!! Como estas tanto tiempo!Jorge Barrera!!
– Como estas? Cuando se abrazan, Michael ve entre toda la gente a un hombre solitario con un "sombrero negro" sentado en una esquina de la ultima banca. Michael suelta el abrazo con su amigo y queda hipnotizado con la imagen que esta viendo , su amigo le habla pero él solo escucha voces perdidas en el aire y solo se queda mirando al hombre del sombrero negro.
Michael se disculpa por un momento con su amigo quien queda en compañía de Marvin y casi que escondiéndose de la multitud comienza a acercarse al misterioso y solitario hombre, vestido totalmente de negro y su sombrero haciendo combinación con su atuendo.
En el momento que Michael se encuentra a pocos metros de él, se anima a sentarse a su lado muy tembloroso y le dice:
– Buenas noches señor, ¿lo conozco?
– Creo que ahora sí Michael.
– Disculpe ¿usted sabe mi nombre? -
– Si señor, mi nombre es Robins, Robins Hart soy pastor desde hace mas de treinta años. Raro que no conozca mi capilla, está a pocos metros del bosque donde nacen las flores amarillas mas hermosas de todo el lugar, creo las debe conocer muy bien.
Michael lo mira con atención, mezclado con miedo y le dice:
Bueno, pastor Robins, usted sabe que este trabajo es muy demandante y ya casi a uno no le queda tiempo para caminar.
– Siempre hay tiempo para todo lo que uno quiera hacer Sr. Michael, usted lo debe saber. A tenido tiempo de hacer varias cosas estos últimos meses ademas de tener que hacer que los velorios funcionen y creo que para que los velorios funcionen deben haber muertos y en un pueblo donde no pasa nada mas que las muertes longevas que dios decide llevar a descansar, algunos se dedican a no dejar descansar a las almas que no quieren irse antes de tiempo.
Es una pena Sr Michael, yo no he venido aquí a ver a nadie, aunque aquí hay muchos que me conocen, entre ellos era el Sr. Fers, pero usted se acerco a mi y eso es lo que yo pensaba que iba a pasar y no es por mi sombrero, siempre lo llevo, no solo vine a juzgarlo, vine a perdonarlo y pedirle que por favor se perdone a usted mismo, porque usted perdió su alma y debe encontrarla para poder descansar en paz.
Usted debe buscar la forma de perdonarse Sr. Michael porque nadie más lo podrá hacer. A robado mucho, y de mucho valor, a robado cosas que nadie puede devolver, creo que sabe de lo que le hablo, perdónese, viva en paz usted no puede vivir con maldad en su corazón y locura en su mente porque la muerte se la recuerda todos los días.
– Michael solo se lo queda mirando, no tiene palabras, solo escalofríos en su cuerpo, escalofríos que duelen, que remuerden, que castigan.
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