Omega y Alfa

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Créditos y agradecimiento por permitirme adaptar una de sus maravillosas historias  de tierno_manjar gracias.

        Inocencia de un niño

Mía y Manuel decidieron dejar a sus hijos con sus amigos ya que era el tiempo de celo de Mía.

Manuel: ¡Gracias Rubio! Enserio te lo agradecemos mucho, dale nuestros saludos a Mari.

Pablo: No te preocupes Mexicano, ¡Muy bien niños, es hora de irnos!.- Dijo, observó a los hijos de su mejor amigo, dos niños pequeños el mayor de seis años y la niña de dos años, se dirigió a su casa.

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Pablo: Bien chicos, ya llegamos, Marizza está adentro esperando por ustedes.- Dijo, los niños tan solo asintieron.

El alfa tan solo suspiro mirando a los cachorros caminaron con las cabezas agachadas, cuando él era pequeño pensaba que sus padres no lo querían y por eso se quedaba algunos días en la casa de sus tíos, ahora que era mayor y tenía una Omega, entendía que en realidad sus padres no querían traumarlo, así que él comprendía a los pobres cachorritos que no habían dicho nada en el trayecto a la casa.

Encontró a su Omega en la cocina besando a sus sobrinos en las mejillas, la escena era un poco cómica, los niños estaban parados sobre unas sillas para poder ser besados por su tía ya que ella estaba en su sexto mes de embarazo por lo cual no podía agacharse y los niños entendían eso.

Marizza: ¡Mis pequeños!, ¿Comieron algo?, ¿Tienen hambre?.- Había preguntado la Omega dulcemente, los niños tan solo asintieron para luego sentarse en las sillas a esperar por la comida de su tía como le llamaban.

Pablo se acercó a su Omega y dándole un beso le saludo, se sentó junto con los cachorros a esperar por la deliciosa comida, su mirada se dirigió a los niños y noto que Candela tenía los ojos llorosos, eso lo desconcentró y rápidamente tomo ha la pequeña entre sus brazos.

Pablo: ¡Hey! ¿Qué pasa princesa?.- Preguntó el alfa mirando las rebeldes lágrimas que salían por los ojitos de su ahijada.

Candela: Mamá no nos quiele.- Dijo entre llanto la más pequeña.

La pareja se vió entre sí sin saber a qué se refería, hasta donde ellos sabían, Manuel y Mía darían su vida por sus cachorros, rápidamente la omega lo acurrucó en su pecho.

Marizza: ¿Por qué dices eso pequeña?

Gabriel: Lo dice porque mami y papi nos mandan a dormir con ustedes por unos días tía.- Dijo él mayor de los cachorros... había respondido a la pregunta, haciendo que su hermanita asienta.

Pablo: Es que ellos...- Tartamudeo sin saber cómo explicarles... estaba en un lío, ¿Cómo les diría que sus padres estarían teniendo su celo por cada rincón de la casa y para no traumarlos los mandaban a dormir a otro lado?

Gabriel: No se preocupen tíos, yo les explicaré que pasa.- Decía alegremente, ambos mayores abrieron sus ojos sorprendidos ante las palabras de su ahijado.

Marizza: ¿Qué? ¿Tú sabes lo que pasa?.- Le pregunto, el cachorro tan solo asintió con una diminuta sonrisa, su hermana había dejado de sollozar y ahora miraban atentos a su hermano mayor.

Gabriel: Hermana escúchenme bien porque solo lo contaré una vez, ¿Está claro?.- El tono serio que lo dijo hizo que su hermanita asienta ante sus palabras.

La Omega se sentó en la silla esperando por la explicación, en esos momentos quería matar al matrimonio Aguirre-Colucci, seguramente habían sido descuidados en algún momento y su cachorro los habría descubierto y con lo inteligente que es, había entendido todo.

Gabriel: Bien, verás, ¿recuerdas que papá y mamá nos mandan a dormir súper temprano? y que siempre nos advierten que no entremos a su armario?.- A esa pregunta ambos adultos se miraron sin entender, ¿Acaso sus amigos se metían al armario para tener intimidad?, su hermana nuevamente asintió.- Pues eso es porque nuestros padres guardan un secreto muy secreto, pero no contaron con que yo lograría descifrar su secreto.- La sonrisa orgullosa de su ahijado dejo más desconcentrados a los adultos.

Candela: ¿Entaste a su almalio?.- Le pregunto sorprendida, pero hizo que su hermano negara con la cabeza.

Gabriel: No pude, por mucho que lo intente, papi guarda la llave en el cajón más alto de su armario, soy muy bajo para alcanzarlo.- Hizo un dulce puchero que les saco sonrisas a los adultos.- ¡Pero no soy tonto, cuando nos mandaron a dormir temprano es por la simple razón de que detrás de esa puerta hay un mundo lleno de dulces y juguetes nuevos!.- Dijo, a ese punto los adultos soltaron risitas y suspiraron aliviados, los niños creían que sus padres los hacían dormir temprano para ir a jugar en su armario con juguetes, ambos adultos se miraron cómplices pero no dijeron nada, el relato del pequeño había tranquilizado a su hermana.

Candela: ¿Entonces nos quiele de veldad?

Pablo: Sus padres los aman con todo su corazón, pero necesitan un tiempo a solas, nada más, tal vez sus padres juegan y comen dulces a espaldas de ustedes, nadie sabe, pero... ¡Hey! Es una gran teoría, se nota que serás muy inteligente de grande Gabriel...- El infante sonrió orgulloso y con su hermana un poco más calmada salieron a jugar mientras la comida era servida.

Marizza: ¿Así que juguetes y dulces en el armario de Mía, ¿Eh?.- La sonrisa burlona de la omega le saco una carcajada al alfa.

Pablo: ¿Te parece ir a nuestro propio mundo de dulces y juguetes?.- Preguntó burlón tomando a su Omega por la cintura.

Marizza: Hay niños en la casa, por si se te ha olvidado.- Dijo dándole un manotazo leve alejó las manos de su alfa y entre risas y besos pequeños empezaron a servir la comida, los niños entraron y juntos comenzaron a comer en una agradable atmósfera.

La inocencia de los niños sin duda alguna no tenía precio, seria unos días muy interesantes para la pareja sin duda.

     Fin



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