1/Hun

216 34 3
                                    

Su piel de chocolate, su pelo castaño y rizado, sus ropas de coral, su mirada de perla

Oops! Ang larawang ito ay hindi sumusunod sa aming mga alituntunin sa nilalaman. Upang magpatuloy sa pag-publish, subukan itong alisin o mag-upload ng bago.

Su piel de chocolate, su pelo castaño y rizado, sus ropas de coral, su mirada de perla. No hay duda de que es ella.

-¿Zacil-ha? -Navier no pudo evitar acercarse a la chica.

Esta soltó un leve sonido de alegría y empezó a correr hacia la Emperatriz como lo había hecho en el sueño, pero tras unos pasos se paró, como si se hubiera dado cuenta de algo.

Luego agarro la falda de su vestido e hizo una reverencia, cuando se enderezó de su bolsillo sacó una libreta y escribió en esta con un carboncillo, para luego enseñar lo escrito a las nobles.

"Me alegra veros de nuevo, Su Majestad"

-¿Conoce a esta chica, majestad? -Pregunto Laura un poco confundida.

La rubia solo pudo asentir ante su propia confusión, ¿porque no hablaba? ¿Porque paró su tan acostumbrando abrazo?

Zacil-ha parecía nerviosa ante la atenta mirada de las damas, volvió e escribir rápidamente en su libreta, la letra ahora era un poco temblorosa.

"Vine hasta aquí para pedir trabajo como sirvienta y estar con vos, pero..."

"Él carruaje en el que iba tuvo un accidente"

Navier soltó un jadeo de sorpresa.

"No recuerdo muy bien los detalles, pero desde entonces no he podido hablar bien"

"Es como si cuando intentara hacerlo mi garganta se cerrará y mi voz no quisiera salir"

La Emperatriz notó como las manos de su amiga temblaban levemente, por lo que las agarró, notando lo frías que estaban, quizás por el agua de la Fuente.

-Vamos al palacio, debió de ser un viaje muy duro, vamos para que descanses antes de que me expliques con más calma. -La morena asintió algo sonrojado por él contacto de la rubia. -¿Tienes algo más contigo? ¿Más ropa quizás?

La chica solo asintió y recogió rápidamente una bolsa que estaba al lado de la Fuente.

-¿Solo eso llevas? -Preguntó la oji-verde, la de pelo ondulado asintió de nuevo. -Bien, será mejor que regresemos ya.

El camino al palacio fue raro para las damas de compañía, que no sabían muy bien que hacer, pues era la primera vez que veían a la Emperatriz tan feliz, aparte de con Reina, le preguntaba a la morena preguntas de si o no y esta las contestaba de buena gana, era un ambiente bastante agradable. Tanto que no se dieron cuenta de que alguien las había visto llegar al palacio.

*****

-¿La Emperatriz trajo a una chica? -Pregunto el Emperador Sovieshu de Oriente, a su secretario el Marqués Karl.

-Si, la Emperatriz parecía hablar muy animadamente con ella, pero sus Damas de Compañías parecían un poco desconcertadas. -Explicó el Marqués pensativo. -Pero lo más curioso de la joven eran sus ropas.

-¿Porqué sus ropas? -Pregunto el morocho con mucha curiosidad.

-De lejos parecía un vestido simple con algo de textura, pero cuando me acerqué pude apreciar qué el vestido tenía incrustado en este trozos de coral rozado, he de admitir que se veía hermoso, me apena mucho no haber podido verle la cara.

El Emperador simplemente se quedó callado, dejando a su imaginación correr ante la descripción del secretario.

*****

-¿Como conseguiste llegar hasta aquí? -Pregunto la Emperatriz de Oriente después de acomodarse en sus aposentos, le había pedido a Laura y la Condesa que fueran a por té y aperitivos para su amiga, aunque fue un poco difícil debido a qué las damas aún estaban un poco escépticas de la de ojos perla.

La dama de coral escribió rápidamente en su libreta, intentando que fuera lo más legible posible.

"Fue bastante sencillo, viaje desde la playa hasta un pueblo cercano, hay trabajé durante un tiempo en una posada para poder pagar el carruaje. El accidente fue a mitad de camino a La Capital, por suerte una pareja de ancianos me acogió, consiguieron que un médico de la zona me atendiera y yo les pague trabajando en la florería que tenían"

-Me alegra que hayas llegado a salvo. -Dijo la rubia sonriendo. -Pero se me hace muy curioso que Yunuen no te acompañara, ella siempre fue muy sobre protectora contigo.

Navier pudo notar como Zacil-ha se tensó un poco ante ese nombre, lo cual se le hizo un poco raro, iba a decir que no era necesario que le contara, pero la morena ya había empezado a escribir, con la mano le hizo una señal a la emperatriz para que pudiera leer mientras lo hacía.

"Cuando le conté a Yunuen que quería venir, intento convencerme de que no lo hiciera"

"Me dijo que aún no estaba preparada para hacerlo y que no podría sobrevivir hay sin su ayuda"

Su mano paró por un momento, como pensando en que escribir después.

"Supongo que tenía razón"

Una gota cayó sobre la última palabra, la rubia levantó la cabeza notando como su amiga tenía una exposición triste, con aún algunas lágrimas qué quería salir, por lo que agarró la mano de la morena, y le sonrió intentando reconfortarla.

-Un accidente pasa cuando menos te lo esperas, esto pudo haber pasado incluso si Yunuen hubiera estado contigo, conseguiste llegar aquí sin ayuda y no te rendiste cuando las cosas fueron mal, fuiste muy valiente, Zacil-ha.

La morena se sonrojó muchísimo ante la sonrisa y la cercanía de la Emperatriz, estaba tan colorada que no podía concentrase para escribir, solo pudo mover sus labios formulando un silencioso "gracias", la rubia no pudo evitar reír un poco ante esto, desde siempre Zacil-ha a sido muy tímida incluso cuando solo se agarraban de la mano. Su conversación se vio interrumpida cuando se oyeron unos picoteos en la puerta del balcón, Navier sonrió al reconocer lo que era.

-Zacil-ha, hay alguien que quiero que conozcas. -Dijo mientras iba al balcón bajo la curiosa mirada de la morena, abrió la puerta dejando entrar a una hermosa ave amarilla que aterrizó directamente en sus brazos. -¡Reina!

El pájaro disfrutó de las caricias de la emperatriz, sin ni siquiera darse cuenta de que había alguien más en la habitación, la de ojos de perla se paró mirando con curiosidad la escena, Navier no le había contado sobre un pájaro, pero sonrió al ver lo feliz que la rubia estaba.

-Ven Reina, te presentaré a alguien. -Dijo acercándose a la morena, fue sólo en ese momento en el que el ave se dio cuenta de la presencia de la nombrada. -Ella es Zacil-ha, una vieja amiga mía.

Los ojos perla miraron directamente a los amatistas del animal, como si los estuvieran analizando, el rubio no pudo evitar sentir que le estaba mirando directamente a su alma, entonces la chica simplemente sonrió y acercó su mano al animal, esperando a que esté se acercara con confianza, no tardo mucho para que el ave se restregara contra la mano morena en una acto amistoso.

En ese instante, las damas de compañía regresaron con lo que la Emperatriz les había pedido, sorprendiéndose al ver como la monarca parecía tan feliz al estar con la mujer.

Quizás no sea mala idea el que ella estuviera aquí.

Naabot mo na ang dulo ng mga na-publish na parte.

⏰ Huling update: Jul 24, 2022 ⏰

Idagdag ang kuwentong ito sa iyong Library para ma-notify tungkol sa mga bagong parte!

La Emperatriz Divorciada: La Dama del MarTahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon