La ceremonia de Antonio

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-Pepa!, Tienes una nube- el llamado de Alma a su hija resonó los oídos de Anabel, quien estaba ayudando a acomodar algunas flores.

-Ya se mamá, pero no logro encontrar a Antonio ¡¿que más quieres de mi?!- le devolvió un grito con una nube sobre ella.

-Pobre- susurro Anabel para si misma, pues entendía el porque estaban así de estresados.

-Muy buenos días mi bella dama- Camilo se acercó a la castaña tomando y besando su mano, haciéndola reír un poco- que hace sumercé?

-Arreglando las flores- dijo volviendo lo a hacer.

-Muy lindas flores- dijo tomando una amarilla, como su poncho y el vestido de la chica- pero no tanto como usted- dijo y se la puso en el cabello.

-Ya ya don Juan-dijo ella divertida- dime, no debes volver a hacer tu trabajo? O algo al menos.

-Si, pero todos están de aquí para allá por todos lados- se quejo, se acercó por detrás de la chica y la abrazo de la cintura- y casi no e estado contigo hoy- hundió su cara en el cuello de la contraria dejando un casto beso ahí.

-Pero si no haces algo tu abuela o tu mamá se enojaran contigo- replico- y eso no les va a costas- murmurro bajo haciendo reír a Camilo- vamos has algo.- Camilo en lugar de alejarse solo apretó más su agarre.

-Pero yo quiero estar aquí, contigo- dijo como un niño chiquito al ser regañado.

Anabel suspiro, se dió vuelta y miro a Camilo, lo abrazo del cuello hacercandolo más a ella, luego le dió un pequeño beso en los labios.

-Esta bien, pero al menos ayúdame- acepto.

-Si!- dijo feliz, deshizo el "abrazo" y ayudo a su linda novia a terminar con las flores.- uff terminamos, estubo fácil.

-Claro, pero pudimos haber terminado antes, sino hisieras tantas pausas para besarme y decirme que estoy muy linda hoy- se cruzó de brazos con una molestia finjida, Camilo se rasco el cuello nervioso y río.

-Pero sumercé, si yo no lo hago, quien lo va a hacer?- Anabel iba a responder pero el la apunto y con cara molesta le dijo;- nadie, nadie más te puede decir lo linda que estás, ese es mi trabajo.

-Claro... Me voy a cambiar don celoso- dijo subiendo las escaleras, escuchando como Camilo corriendo hacia ella le gritaba: no soy celoso!- obvio no- dijo irónica.

-Claro que no- dijo llegando a ella- no tengo motivos, digo mírame- dijo mirándose a si mismo- además, no hay alguna razón, fuera de mi belleza natural, para sentirme celoso de alguien, o si?

-Sabes que no- llegaron a la puerta y Anabel entro, pero cuando Camilo quiso hacerlo Anabel le dijo- dije: me voy a cambiar- le dió un beso rápido y cerro la puerta.

-Genial, no puedo entras ni a mi propio cuarto.- se cruzó de brazos y se sentó apoyándose en la puerta, esperando. Cuando Anabel por fin termino abrió la puerta, sin saber que Camilo estaba apoyado justo ahí.- sumercé, eso dolió.- dijo desde el piso mirándola.

-Perdón! Perdón lindo- ayudo a un Camilo bastante sonrojado y con una sonrisa boba, pues Anabel casi nunca llamaba al Madrigal más que por su nombre, y eso lo tomo desprevenido- te sientes bien?

-S-si, solo, aaaa creo que me llaman luego te veo, adiós, te amo!- gritó bajando las escaleras- perdón!- le dijo a Mirabel, con quién casi se tropieza al bajar tan rápido- te amo!- volvió a gritar en la puerta- a ti no Mirabel, se lo dijo a Ana - aclaro.

-Era obvio que eso no era para mí- dijo llegando al lado de Anabel- y a ese que le pasa?- señaló hacia donde Camilo se había ido.

-No lo sé- respondió Anabel con simpleza- como te sientes?- le pregunto de la nada, Mirabel la miro- digo es la última ceremonia desde, bueno... La tuya, es un día bastante estresante, se siente en el aire- miro hacia arriba y Mirabel también.

•𝙴𝚗𝚌𝚊𝚗𝚝𝚘• (Camilo y tu)Where stories live. Discover now